Amnistía Internacional reclama investigar como crimen de guerra la muerte de un periodista en la frontera libano-israelí
- Los hechos ocurrieron el pasado 13 de octubre, poco después de comenzar las hostilidades en la región
- Como consecuencia del ataque desde suelo israelí, un periodista de Reuters murió y otros seis resultaron heridos
- Sigue en directo el minuto a minuto de la Guerra entre Israel y Hamás
La ONG Amnistía Internacional (AI) ha reclamado este jueves que se investiguen como crímenes de guerra el ataque en el que murió el periodista de Reuters Issam Abdallah e hirieron a otras seis personas en el sur del Líbano el 13 de octubre.
Además, en un informe paralelo, Human Rights Watch (HRW), ha dicho que las dos agresiones israelíes fueron "aparentemente contra civiles y, por lo tanto, un crimen de guerra". Hecho por el que "deben rendir cuentas".
Por su parte, el análisis de Reuters publicado este jueves ha concluido que un tanque israelí mató a Abdallah e hirió a los otros seis periodistas al disparar dos proyectiles en rápida sucesión desde Israel mientras el grupo filmaba a distancia un bombardeo transfronterizo. En el siguiente vídeo, se puede ver la reconstrucción de los hechos que la agencia ha realizado con vídeos y fotografías.
En el momento del ataque, un portavoz del gobierno israelí negó que las fuerzas israelíes se focalizasen en no combatientes y ahora, tras estas acusaciones, rechazan hacer comentario alguno.
Aquel 13 de octubre los periodistas estaban en la cima de una colina, en una zona abierta sin árboles ni otros edificios que ocultaran a los reporteros de los cercanos puestos israelíes, los drones sobrevolaban la zona y un helicóptero israelí patrullaba desde el aire. Pero eso no impidió que fuesen objeto del bombardeo, según el informe de AI.
HRW dice que Israel debía de haber sabido que eran civiles
Disparar directamente a civiles está prohibido por las leyes de la guerra, como las Convenciones de Ginebra de 1949, ratificadas por todos los Estados miembros de la ONU.
Por su parte, HRW ha afirmado que las pruebas indicaban que el ejército israelí "sabía, o debería haber sabido, que el grupo de personas contra las que disparaba eran civiles".
Ni Israel ni Líbano son firmantes de la Corte Penal Internacional, cuyos 124 Estados miembro aceptan su jurisdicción sobre crímenes de guerra, contra la humanidad y genocidio.
Desde que ocurrió el ataque hace casi dos meses, Reuters presentó a las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) que los proyectiles de sus tanques se dispararon desde el interior de Israel y planteó otras preguntas detalladas, como si las tropas israelíes sabían que estaban disparando contra periodistas.
El teniente coronel del ejército israelí, Richard Hecht, y portavoz internacional de su ejército, aseguróo que "no atacamos a periodistas", pero no añadió ningún comentario más.
El Líbano ya ha dicho que remitirá los informes al Consejo de Seguridad de la ONU para que se añadan a una queja ya existente sobre el asesinato de civiles por parte de Israel durante las hostilidades en la frontera libano-israelí entre el ejército de Netanyahu y el grupo armado libanés Hizbulá.
Además, el primer ministro provisional libanés, Najib Mikati, ha respondido a la publicación de los informes asegurando que "la criminalidad israelí no tiene límites", según recoge Reuters.
Desde Estados Unidos, Antony Blinken, secretario de Estado, ha asegurado que apoya una "investigación en profundidad".
Mientras tanto, la guerra entre Israel y Hamás cumple justo este jueves dos meses. Los muertos en Gaza superan los 17.000 desde el inicio del conflicto y el ejército israelí no cede en la ofensiva sobre la Franja, centrada ahora en el sur del enclave con sangrientos combates.
La guerra estalló tras un ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre que se saldó con más de 1.200 muertos, y desde entonces el Ejército israelí realiza una fuerte ofensiva en Gaza que busca "erradicar" a Hamás. Por el camino ha destrozado ciudades enteras, hospitales, escuelas o templos religiosos, siempre excusándose en que son centros operativos del grupo terrorista.