Activistas climáticos arrojan "barro" contra la basílica de San Marcos de Venecia
- El grupo Ultima Generazione recuerda que la ciudad "quedará sumergida" debido al cambio climático si no se actúa
- El personal de mantenimiento de la propia iglesia ha podido limpiar gran parte de la suciedad en el mismo día
Un grupo de activistas climáticos han rociado la fachada de la basílica de San Marcos en Venecia con un líquido con apariencia de fango. El grupo, formado por seis personas del colectivo Ultima Generazione, quiere recordar que la famosa ciudad de los canales "quedará sumergida en el barro" por la subida del nivel del mar por el cambio climático.
Los activistas han utilizado extintores para arrojar la sustancia oscura y después desplegaron unas pancartas con la frase "Fondo de Reparación", en referencia a las ayudas aprobadas por el Gobierno italiano para las localidades afectadas por las catástrofes naturales.
La Policía se ha llevado a los seis manifestantes para ser identificados mientras gritaban eslóganes para la eliminación de los combustibles fósiles, según los medios locales, algunos de los cuales han indicado que el líquido lanzado estaba mezclado en realidad con cacao.
"Venecia está condenada, debemos actuar ahora. Necesitamos un fondo de reparación", han clamado hacia la plaza, sosteniendo las pancartas. "Estamos aquí para hacer sonar la alarma de incendio. Se trata de una protesta no violenta. Venecia es una ciudad que se está hundiendo y esto se debe a que nuestros gobiernos no han actuado contra la crisis climática", han añadido.
Sus proclamas han continuado en redes sociales, donde han compartido la protesta climática: "Puede que nos arresten a todos, pero eso no cambiará el hecho de que sus mentiras pronto pasarán factura".
El alcalde tacha la acción de "gesto muy grave y vergonzoso"
El personal de mantenimiento de la propia iglesia ha podido limpiar gran parte de la suciedad sobre la fachada sur y una columna de la basílica, situada en la céntrica plaza San Marcos.
El presidente de la región Veneto, a la que pertenece la ciudad norteña, Luca Zaia, ha condenado esta acción al asegurar "que no es el camino correcto". "Si realmente queremos plantear la cuestión, evitemos realizar manifestaciones como estas, que son absolutamente condenables", ha comentado Zaia.
El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, ha calificado el movimiento de "gesto muy grave y vergonzoso". "Ya basta, es legítimo expresar su disenso, pero siempre respetando la ley y nuestro patrimonio cultural y religioso. Nuestra ciudad toma acciones concretas para proteger el medio ambiente. El vandalismo ciertamente no es el método correcto para encontrar soluciones", ha compartido en redes sociales.
También el arquitecto de la basílica, Mario Piana, ha llegado al lugar poco tiempo después del incidente y ha condenado con dureza esta acción de protesta, según la cadena RAI.