Los arqueólogos hallan en Pompeya una "panadería-prisión" donde los esclavos y los animales molían grano
- Se trata de un receptáculo "angosto, sin salida externa, con pequeñas ventanas con rejas de hierro"
- El hallazgo permite describir mejor cómo funcionaba el sistema productivo de la urbe romana
Los arqueólogos del yacimiento de Pompeya, la ciudad arrasada por la erupción del Vesubio hace dos milenios, han encontrado los restos de un habitáculo donde esclavos y asnos eran obligados a moler el grano durante jornadas "masacrantes".
Esta "panadería-prisión" ha emergido en la conocida como "Regio IX" de Pompeya, donde actualmente se efectúan trabajos para asegurar esta zona periférica y no investigada del yacimiento, han informado este viernes sus gestores en un comunicado.
Se trata de un receptáculo "angosto, sin salida externa, con pequeñas ventanas con rejas de hierro para permitir la entrada de luz", donde los siervos y los asnos eran encerrados para moler los cereales con los que después se cocinaba el pan.
"Es la cara más desconcertante de la antigua esclavitud, en la que no había relación de confianza y se reducía a una violencia bestial", sostiene en director general del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, en el comunicado.
El descubrimiento se ha producido excavando en una casa que, como solía ocurrir en la antigua urbe romana, estaba dividida en una zona residencial, decorada con frescos refinados, y otra productiva, en este caso una panadería. De hecho, en las instalaciones de esta fábrica doméstica para hacer el pan se habían hallado tres víctimas de la erupción, lo que confirma que esta casa seguía siendo habitada.
Un hallazgo que describe mejor el sistema productivo de Pompeya
Pompeya y sus alrededores quedaron sumergidos por la ceniza volcánica tras la explosión del Vesubio en el año 79 d.C., que mató a miles de romanos que no sabían que vivían bajo uno de los mayores volcanes de Europa. La erupción sepultó la ciudad con una gruesa capa de ceniza, preservando a muchos de sus habitantes y edificios.
El hallazgo de la panadería permite describir mejor cómo funcionaba el sistema productivo de Pompeya pero, sobre todo, el lado más cruel de la esclavitud, en la que no había relación entre el patrón y su siervo (en la antigua Roma los libertos, esclavos liberados por su amo por diferentes motivos, constituían casi una clase social).
La peor y más cruel cara de la esclavitud en la antigua Roma tiene un testimonio de excepción, el del escritor del siglo II Apuleio, que en su Metamorfosis narra la vida de Lucio, un hombre convertido en asno y vendido, mostrando la dura realidad de aquellos coetáneos suyos reducidos a bestias de carga.
Este "molino-prisión" encontrado en Pompeya no tiene ni puertas y su única salida da al atrio de la casa de los señores. En la zona de las muelas, junto al establo, se ha encontrado un pesebre y, alrededor de la zona de molido, sobre un pavimento de basalto volcánico, una serie de marcas en sentido circular que –se cree– servían para impedir que resbalasen los animales, que eran obligados a caminar con los ojos vendados durante horas.
Las fuentes iconográficas y literarias de la Antigua Roma, como los relieves de la tumba del rico panadero Eurysaces en Roma, que se hizo construir un sepulcro con forma de horno aún hoy visible, sugieren que las muelas solían ser movidas por un burro y un esclavo. Este último, además de mover la piedra que molía el grano, debía controlar el movimiento del animal.