Amistad y buenas relaciones: China y su diplomacia del panda
- Pekín utiliza a los pandas gigantes como embajadores en los países para entablar buenas relaciones diplomáticas
- El Estado receptor paga por cada ejemplar de oso panda un millón de dólares al año a China
Reino Unido se ha quedado sin osos panda. Recientemente, el zoológico de Edimburgo se ha despedido de Yuan Guang y Tian Tian, la pareja de pandas gigantes que ha regresado a su país de origen tras 12 años. Una escena casi idéntica ocurría en Washington hace un mes, cuando un avión privado, cargado de bambú y galletas, trasladó a una pareja de estos osos blanquinegros y a su cachorro a China. El gigante asiático está reclamando a varios países los ejemplares cedidos como parte de su llamada diplomacia del panda, famosa por ser una forma muy efectiva de entablar y favorecer buenas relaciones con otros Estados. ¿Qué hay detrás de estas cesiones?
Para Pekín, "entregar una pareja de pandas es una forma de dar ese reconocimiento de que estás dentro de su círculo", expone Gracia Abad, profesora de relaciones internacionales en la Universidad de Nebrija. El zoo de Washington llevaba 50 años exhibiendo estos animales. Cada cierto tiempo, Pekín renueva el acuerdo e intercambia la pareja de pandas actual por una más joven. Los primeros ejemplares fueron un regalo del gigante asiático tras formalizar las relaciones entre ambos países con el entonces presidente estadounidense, Richard Nixon. Pero las cesiones de pandas gigantes a otros Estados por parte de China se remontan al menos al siglo VII, cuando la dinastía Tang envió un par de osos a Japón. En la década de los 80, China dejó de regalar estos animales e inició un programa de arrendamiento al tratarse de una especie en peligro de extinción.
El zoológico de Washington firmó un acuerdo de cooperación de investigación y reproducción de pandas gigantes con la Asociación China para la Conservación de la Vida Silvestre, y, como este, otros zoos de todo el mundo han alquilado estos animales, de dos en dos, para que procreasen y estudiar la cría de los osos panda. "La diplomacia no está llevada solo a la investigación de la cría de estos animales", dice Águeda Parra, analista del entorno geopolítico y tecnológico de China, "simboliza que entre esos dos países hay una colaboración amplia en varios sentidos".
China no está renovando los convenios
China utiliza estos animales para dar una imagen amistosa. "Son carismáticos, queridos y son el símbolo de la conservación internacional, pero, efectivamente, el panda es una moneda de cambio para obtener minerales estratégicos, firmar tratados comerciales u obtener concesiones que beneficien a las inversiones chinas en el país que sea de su interés" señala María Cristina Rosas, investigadora en la Universidad Autónoma de México.
En el caso de Canadá o Australia, la llegada de osos panda coincidió con la compra de uranio. Ottawa devolvió a sus ejemplares durante la pandemia de COVID-19 por escasez de bambú y a Canberra se le acaba el contrato en los próximos meses, Pekín aún no lo ha renovado. Tampoco lo ha hecho con Edimburgo, ni con los últimos pandas que quedan en Estados Unidos, en el zoo de Atlanta, y que también están a punto de expirar. Abad cree que la "no renovación de estos contratos refleja la tensión que hay con todos estos Estados que forman parte de AUKUS", la alianza militar en la región del Indo-Pacífico que "China mira con recelos".
El pasado 15 de noviembre, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió con su homólogo chino en San Francisco en un intento de descongelar sus relaciones bilaterales tras varios altibajos.
"La relación entre ambas potencias pasa probablemente por su momento más difícil desde la normalización con Nixon", explica Abad, que apunta a dos episodios concretos: la polémica por el supuesto globo espía chino derribado en territorio estadounidense o la de la expresidenta de la cámara de representantes, Nancy Pelosi, a la isla. Son dos de los temas que ambos líderes trataron en ese cara a cara, en el que también se coló el futuro de los pandas gigantes. Xi Jinping aseguró que intentaría mantener unos ejemplares en California, aunque, tras la despidida, Biden volvió a hacer referencia a que su homólogo chino era un dictador. Eso, sumado a la intensa agenda política que tienen hasta abril, cuando expiran los contratos, deja en el aire si se renovarán a tiempo. Si no lo hacen, solo habrá un panda en América.
Xin Xin, el panda olvidado
Tiene 33 años y morirá en México. No puede volver a China, porque el gigante asiático no puede reclamarla. Es descendiente directa de dos pandas que, en 1975, Mao regaló al gobierno de Luis Echeverría por ser el primer líder latinoamericano en viajar a Pekín y establecer relaciones diplomáticas. Una de las normas que China impone durante los arrendamientos de estos animales es que cualquier cachorro nacido en el extranjero debe ser devuelto después de unos años para participar en programas de cría, pero Xin Xin nació de una pareja de pandas regalada y no se le aplica esta política.
"Los pandas que obsequió Mao pertenecen a otra época y a otras condiciones. Ahora, si México quiere pandas tendrá que pagar por ellos" asegura Rosas. El Estado receptor de estos animales abona un millón de dólares al año por cada ejemplar, dinero que China se compromete a invertir en esfuerzos para preservar los bosques de bambú en los que habitan estos animales. Los pandas gigantes viven de media entre 14 y 20 años en la naturaleza, su esperanza de vida aumenta en cautividad, donde pueden llegar a cumplir hasta 35 años. Por lo que México podría decir adiós a Xin Xin en cualquier momento y no hay planes para reemplazarla.
Nuevos préstamos a potenciales aliados
Catar recibió su primera pareja de pandas hace justo un año, coincidiendo con la firma de un acuerdo energético valorado en más de sesenta mil millones de dólares. "Oriente Medio es una región prioritaria en la que China tiene muchos intereses energéticos y económicos, y en la que Estados Unidos ha perdido cierta prevalencia", expone Parra, que asegura que esta región "ha recibido grandes inversiones en el ámbito de la ruta de la seda".
Rusia es otro de los países que ha recibido recientemente un par de ejemplares. Dindin y Zhui viven en el zoológico de Moscú desde 2019 y este verano tuvieron un cachorro. "Para conmemorar el aniversario de la amistad entre estos países, Xi Jinping prestó a Putin estos osos, por lo que el presidente ruso no ha tenido que desembolsar ni un solo dólar", explica Rosas, que añade que es el único país que no paga por estos animales. "Son muy queridos", insiste la mexicana.
Además de sus intereses comerciales, China también busca posicionarse como mediador de conflictos tanto en la guerra contra Ucrania como ahora en Oriente Próximo. El gigante asiático está reclamando a sus embajadores blanquinegros de algunos países, y a su vez, está enviando nuevos préstamos. Los más recientes Catar y Rusia, cesiones que reflejan hacia donde viran las relaciones de Pekín.
España también tiene osos panda
El zoológico de Madrid es el hogar de cuatro ejemplares. Los primeros pandas llegaron a España en 1978, tras el primer viaje oficial de los entonces reyes, Juan Carlos y Sofía, a China. En esa época, el gigante asiático aún regalaba ejemplares, y así fue como la capital española dio la bienvenida a Shao Shao y Chang Chang.
La segunda pareja de pandas llegó a Madrid en 2007, entonces la política china respecto a estos animales ya era diferente. Cuando se realizó esta entrega, ya había un acuerdo de conservación entre el zoo y Pekín de por medio. Actualmente, España cuenta con cuatro ejemplares, unos gemelos que acaban de cumplir dos años y sus padres, y de momento las sanciones diplomáticas del panda no parecen extensibles a nuestro país.
Desde que China alquila estos animales, ha construido más de 60 reservas naturales para pandas gigantes en su territorio. En ellas viven unos 2.000 ejemplares en libertad.