Guterres eleva la presión para acabar con los combustibles fósiles pero abre la puerta a hacerlo a dos velocidades
- El líder de la ONU aterriza en la recta final de la cumbre del clima con las negociaciones atascadas
- Reclama a los países abandonar "tácticas de bloqueo" y "líneas rojas arbitrarias" en el penúltimo día de la COP28
La cumbre del clima de Dubái entra en su recta final sin un que haya aún un acuerdo a la vista, pero con un principal punto de fricción claro: acabar con los combustibles fósiles y determinar cómo hacerlo. Para desbloquear las negociaciones, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha aterrizado este lunes en Emiratos Árabes Unidos para pedir a los casi 200 países aquí reunidos la "máxima ambición y flexibilidad" y dejar atrás las "tácticas de bloqueo" y las "líneas rojas arbitrarias".
Guterres ha sido meridianamente claro sobre el punto clave de las negociaciones: "El aspecto central que determinará el éxito de la cumbre será consensuar la necesidad de eliminar progresivamente los combustibles fósiles". Además, ha insistido en que no se conformará con eso. Habrá que hacerlo "con un marco temporal acorde" a limitar el calentamiento global a 1,5 grados, el nivel seguro para evitar los peores impactos del cambio climático.
Esto quiere decir que, como piden la UE y otros negociadores, la salida del petróleo, gas y carbón tiene que darse con un calendario claro. El diplomático portugués ha abierto la puerta, eso sí, a que este calendario sea diferenciado para países más o menos desarrollados, como reclama por ejemplo China y otros negociadores cuyos sistema energético siguen basándose en los hidrocarburos. "No significa que todos los países deban hacerlo al mismo tiempo", ha reconocido, pero ha recordado que el abandono tiene que ser "global".
"Estamos en una carrera contrarreloj. El reloj sigue corriendo. Está previsto que la COP28 concluya mañana, pero aún quedan grandes brechas por cerrar", ha apuntado, y ha advertido también de la importancia de acabar con "todos" los combustibles fósiles, no solo aquellos con tecnologías de captura carbono, como reclaman algunos negociadores, lo que algunos analistas ven como una "táctica de distracción".
Se retrasa el acuerdo
Negociadores, observadores y periodistas esperaban amanecer en la mañana de este lunes con un primer borrador público del principal texto que se negocia en Dubái, el balance global del Acuerdo de París, el documento que marcará el nivel de ambición climática en lo que resta década.
Sin embargo, el documento no ha salido a la luz, haciendo crecer los temores de que el fin de la cumbre, previsto para la mañana del martes, se atrase. No sería la primera vez: dos de las últimas cumbres, la de Madrid en 2019 y la de Egipto en 2022, han marcado el récord de las más largas, hasta la fecha, alargándose un día y medio o casi dos más de lo previsto.
Aunque hay varios puntos importantes en negociación en este balance global, toda la atención está puesta en un párrafo concreto, el relativo al fin de los combustibles fósiles. Aquí los países han planteado varias opciones, que van desde las más ambiciosas a la menos. Una posibilidad plantea pedir el fin de "todos" los hidrocarburos "en línea" con los escenarios del Grupo Intergubernamental de Expertos de la ONU para limitar a 1,5 grados el calentamiento global y con los "principios del Acuerdo de París", mientras que otra marca el "pico" en su consumo en esta década. Pero sigue habiendo una última opción, la de que no haya ningún texto en este sentido, que muestra que las posiciones siguen encontradas en este punto.
En cualquier caso, el hecho de que se debata acabar con los combustibles fósiles es todo un hito para una cumbre del clima. Antes, en los textos finales de estas conferencias se aludía a las emisiones en general, pero no se concretaba su principal causante, los hidrocarburos. En la cumbre de Glasgow, hace dos años, aparecieron por primera vez, pero con un lenguaje considerado "débil" por los países más ambiciosos y los ecologistas. Ahora, este lenguaje se endurece, aunque será el documento de conclusión de la cumbre lo que determine si se mantiene o no.