La ruta mediterránea a Europa se contiene en Marruecos y crece en Túnez y Senegal

• Canarias marca un nuevo récord con la llegada de más de 34.000 migrantes desde la ruta Atlántica este 2023
• Hasta noviembre 2.499 personas han muerto o desaparecido en el Mediterráneo

Un cayuco con más de 170 migrantes llega al Puerto de la Restinga de la isla de El Hierro, Santa Cruz de Tenerife. 

La ruta migratoria hacia Europa desde Marruecos ha quedado contenida este 2023, mientras que las salidas por el MediterráneoAl mismo tiempo, se ha reactivado la ruta del Atlántico desde Senegal, que intenta reforzar sus fronteras marítimas en colaboración con España.

Consideradas las rutas más mortíferas conocidas, hasta noviembre 2.499 personas murieron o desparecieron en el Mediterráneo (28.248 desde 2014), según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). Esta agencia de la ONU sólo tiene registradas en la ruta atlántica 431 muertes hasta octubre, un dato moderado cuando la tasa de mortalidad tiene una media de una víctima por cada 20 supervivientes, el doble que la del Mediterráneo.

Las migraciones aumentan al compás de las inestabilidades políticas y sequías, debido al cambio climático, especialmente desde África subsahariana, con decenas de miles de personas transitando fronteras terrestres hasta encontrar el país, con fronteras más permeables, que conecte por mar con Europa. El refuerzo en las costas marroquíes de los últimos años se ha traducido en una reducción de la presión migratoria por el Mediterráneo Occidental desde el país magrebí, y en el Atlántico, "con una caída de entre el 17 % y 20% de salidas".

Se reactiva la ruta desde Senegal

Por el contrario, la ruta hacia las islas Canarias desde Senegal ha experimentado un crecimiento sustancial, con cerca del doble de asistencias respecto a 2022. El pacto migratorio firmado en julio entre la Unión Europea (UE) y Túnez tampoco tuvo reflejo en el Mediterráneo Central y el país norteafricano se convirtió en el principal punto de partida desde el que salieron el 83% de todos los migrantes que Italia recibió este verano.

Cada vez más personas buscan salir de Senegal para llegar a las Islas Canarias

En torno a la sede de la OIM en Túnez, decenas de migrantes subsaharianos acampan a la espera de encontrar una ruta abierta. Desde un Marruecos, con la costa sellada, hasta Túnez donde fueron asistidos en la mar; algunos lo han intentado sin éxito por la vecina Libia, otros por Argelia.

Más de 34.000 migrantes que sobrevivieron hasta noviembre a la ruta atlántica, una de las más peligrosas del mundo, marcan un récord histórico de llegadas a Canarias. Un dato que supera el de la crisis de los cayucos de 2006, cuando desembarcaron 31.000 personas. Según la Agencia Europea de Costas y Fronteras (Frontex), en los primeros diez meses se frustraron alrededor de 27.730 intentos de entrada a las islas españolas, lo que supone un aumento de un 95% respecto al mismo periodo de 2022. Las cifras, solo estimaciones porque una misma persona podría haberlo intentado más de una vez, son las más elevadas desde los primeros registros de Frontex de 2009.

Un viaje con una fuerte carga emocional

Marruecos, Senegal y Guinea Conakry representan los principales países de origen de aquellos migrantes que han usado en el último año esa ruta del África occidental. En el caso de Senegal, la Armada rescató más de 8.500 migrantes que viajaban en pateras. La Marina senegalesa cuenta con apoyo de la Guardia Civil y Policía Nacional españolas desplegadas en el país africano desde 2006, cuando se activó un dispositivo conjunto de patrullas para el control migratorio.

"Para estos candidatos a la migración irregular, viajar es, en primer lugar, una carga emocional, la búsqueda del bienestar personal. Segundo, una carga moral, debido a las presiones familiares. Tercero, una carga mental frente a las exigencias sociales", ha explicado a EFE Aly Tandian, presidente del Observatorio Senegalés de Migraciones.

Sin resultados en el pacto UE-Túnez

Más de 152.000 migrantes han llegado a Italia por el Mediterráneo Central, por encima de los 119.369 de 2017, el récord de los últimos años. La mayoría salieron de Túnez, aunque la OIM ha confirmado a EFE que en el cuarto trimestre la tendencia cambió, y Libia vuelve a liderar las salidas. La UE equipó a Libia con barcos de rescate pero la división política del país y la implicación de milicias en el tráfico de personas hacen inefectivo el control.

En Túnez, la Guardia Nacional asegura que las "redes criminales" obstaculizan sus operaciones, dejando de ser "un país de tránsito" para migrantes subsaharianos para ser uno "de destino". Por otro lado, el Foro Tunecino de Derechos Económicos y Sociales (FTDES) ha denunciado que la estrategia estatal ahora consiste en la expulsión sistemática de los migrantes asistidos. Este organismo ha revelado traslados masivos a zonas remotas desérticas junto a Argelia y a Libia, según han confirmado también a EFE varios afectados.

Miles de migrantes subsaharianos solicitaron la repatriación voluntaria, principalmente, a Costa de Marfil, tras una campaña institucional a principios de año contra la población negra, calificada de "racista". Los tunecinos también siguen migrando y fueron la tercera nacionalidad (11%) de los que desembarcaron en Italia, por detrás de Costa de Marfil (12%) y Guinea (13%), según datos de la OIM.

Costas marroquíes contenidas

La ruta atlántica supone "un doble reto operativo" para Marruecos, ha comentado a EFE el Ministerio del Interior, tanto por el control del litoral sur, 1.000 kilómetros, como por las operaciones de búsqueda y rescate de pateras que salen desde otros países del sur.

Estas últimas operaciones se han multiplicado recientemente con el rescate mayoritario de senegaleses, que fueron repatriados posteriormente. Hasta finales de noviembre, las autoridades marroquíes han abortado unos 64.500 tentativas y socorrieron a 15.000 migrantes en el Atlántico y el Mediterráneo (frente a 70.781 y 12.500, respectivamente, en 2022), la mayoría de ellos subsaharianos.

El refuerzo fronterizo, según el especialista marroquí en migraciones Hasan Ammari, llevó a muchos migrantes subsaharianos a volver a Argelia, Túnez y Libia en busca de una ruta marítima hacia Europa.