Una embarazada abandona Texas para poder abortar por emergencia médica tras el fallo en contra del Supremo
- Según el tribunal, el médico tendría que determinar que era necesario el aborto para evitar su muerte
- Texas ha aprobado las leyes más restrictivas contra el aborto, incluso antes de que se suprimiera la sentencia 'Roe contra Wade'
El Tribunal Supremo de Texas ha anulado este lunes la sentencia de un tribunal inferior que habría permitido a una mujer embarazada someterse a un aborto de urgencia por razones médicas en virtud de la excepción médica a la prohibición casi total del aborto en el estado.
La decisión del tribunal se ha producido horas después de que los abogados de la mujer, Kate Cox, declararan en un escrito judicial que había abandonado el estado para abortar, pero que, no obstante, quería seguir adelante con el caso.
En su dictamen sin firma, el tribunal afirma que la "creencia de buena fe" de Damla Karsan, médico que pretendía practicar el aborto y demandó, junto a Cox, de que el procedimiento era médicamente necesario, no bastaba para acogerse a la excepción del Estado.
En cambio, según el tribunal, Karsan tendría que determinar en su "juicio médico razonable" que Cox padecía una "enfermedad potencialmente mortal" y que el aborto era necesario para evitar su muerte o el deterioro de una función corporal importante.
"La ley deja a los médicos -no a los jueces- tanto la discreción como la responsabilidad de ejercer su juicio médico razonable, dados los hechos y circunstancias únicos de cada paciente", ha señalado el tribunal.
El embarazo ponía en riesgo su vida
Kate Cox, quien recurrió a un tribunal la semana pasada para poner fin al embarazo que pone en riesgo su vida y la podría dejar infértil, ha viajado fuera de Texas para recibir la atención que necesita, han informado los abogados del Centro por los Derechos Reproductivos, que la representa.
En un comunicado, los abogados han indicado que Cox, de 31 años y con 21 semanas de embarazo, recibió "ofrecimientos para ayudarla a acceder al aborto en otros lugares, desde Kansas hasta Colorado y Canadá".
La defensa de Cox ha argumentado que ella y su esposo querían desesperadamente tener al bebé, pero sus médicos le advirtieron que no era viable y representaba un riesgo para la salud y la fertilidad de la madre.
Había logrado el permiso para abortar en otro tribunal
El jueves pasado la mujer se había alzado con una victoria cuando una jueza clasificó su caso dentro de las excepciones permitidas por la estricta ley de prohibición del aborto en Texas, un estado predominantemente conservador.
Pero el fiscal estatal, el republicano Ken Paxton, acudió a la Corte Suprema de Texas, que el viernes por la noche suspendió de forma temporal la sentencia de la jueza.
Nancy Northup, directora del Centro por los Derechos Reproductivos, ha dicho en el comunicado que la salud de Cox “está en juego” y que la mujer, madre de otros dos niños, ha estado entrando y saliendo de urgencias y “no podía esperar más”.
“Por eso los jueces y los políticos no deberían tomar decisiones sobre la atención médica de las personas embarazadas: no son médicos”, ha enfatizado.
Texas tiene las leyes más restrictivas contra el aborto
Texas ha aprobado las leyes más restrictivas contra el aborto en Estados Unidos, incluso antes de que en junio de 2022 se suprimiera la sentencia 'Roe contra Wade', que protegía constitucionalmente las interrupciones de embarazos en el país.
En septiembre de 2021 entró en vigor en Texas la "Ley de latido del corazón", que prohíbe el aborto si se detecta actividad cardiaca en el feto, algo que sucede a las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas.
La semana pasada, la Corte Suprema de Texas celebró una audiencia sobre un caso similar en el que estaban implicadas 20 mujeres que demandaron al estado, alegando que las leyes son imprecisas en lo que respecta a las excepciones médicas relacionadas con embarazos peligrosos para la salud de la madre.