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Humanizar la salud: cuando la persona es más importante que su enfermedad

  • En el centro de Tres Cantos (Madrid) cuidan y enseñan a cuidar "conjugando el verbo humanizar" desde 1983
  • El último año han atendido a 3.000 personas con ayuda a domicilio, residencia asistida y cuidados paliativos

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Por las buenas: Humanizar la salud con Gema Moreno

El Centro de Humanización de la Salud (CEHS) se ubica en un edificio singular de ladrillos marrones, muy de los años ochenta, ubicado en la madrileña localidad de Tres Cantos. Se inauguró en 1983 y su arquitectura está al servicio de las personas. Aquí cuidan a los más frágiles y enseñan a cuidarlos.

La construcción consta de dos bloques con tres o cuatro alturas unidos por la planta baja. Mirando de frente, en el de la izquierda, se encuentra la Residencia Asistida de Mayores y la Unidad de Cuidados Paliativos. En el de la derecha hay decenas de aulas que utilizan los alumnos de Formación Profesional, los de los másteres y postgrados universitarios, los de los cursos... Y en la planta baja, que los une como si de unos vasos comunicantes se tratara, se encuentran los grandes espacios comunitarios: el salón de actos, la sala de usos múltiples, el gimnasio, la capilla y el tanatorio.

En el bloque dedicado a cuidar, donde se encuentran la Residencia Asistida y la Unidad de Cuidados Paliativos, las habitaciones ocupan la mayor parte del espacio; en el bloque dedicado a enseñar a cuidar, junto a las aulas también hay lugar para la redacción de la revista Humanizar, el servicio de publicaciones, el comité de Bioética, las oficinas de la formación a distancia y el departamento de investigación, desarrollo y calidad.

En la puerta de la calle, frente a la entrada principal y a preparada para la próxima emergencia, está la Unidad Móvil de Intervención (UMI). Un vehículo adaptado para escuchar y prestar los primeros auxilios psicológicos a víctimas de catástrofes y tragedias como el volcán de La Palma, los atentados del 11M o cualquier episodio de violencia machista.

 


La persona es lo primero

Hablar de humanizar la salud es hablar del Centro San Camilo que hace cuatro décadas puso en marcha la Orden de los Ministros de los Enfermos, más conocidos como "los Camilos". Una institución religiosa fundada en el siglo XVI por Camilo de Lelis, un italiano empecinado en atender a los pacientes "como una madre cuida a su único hijo enfermo" y con un plus añadido: "Poniendo el corazón en las manos".

Estos frailes se han rodeado de un grupo interdisciplinar de profesionales en la medicina, la enfermería, la psicología, la bioética y todo aquello que pueda ayudar a conseguir una salud plena en las personas que solicitan sus servicios. Hoy son una referencia mundial en el cuidado de personas que sufren por cualquier dolencia, especialmente de los más vulnerables y frágiles. Atienden hospitales, residencias de mayores, centros de escucha para acompañar a personas en duelo... y enseñan a atender todo tipo de servicios en el que la persona es el centro y no sus daños, enfermedades o dolencias.

Después de que el mundo haya sufrido una pandemia global en 2020, parece que Humanizar está de moda. Para los voluntarios y profesionales del Centro de Humanización de la Salud la moda arranca en Italia, con San Camilo de Lelis, hace cuatro siglos. Por aquel entonces cuidaban a los leprosos y a los que se contagiaban de la peste aún a riesgo de perder su propia vida.

Desde hace cuarenta años, sida mediante, ébola por medio y COVID-19 reciente, siguen ajenos a las modas cuidando de los enfermos y enseñando a otros a cuidarlos. También a prestan atención a las mujeres maltratadas, a los adictos a las pantallas, y a los que tienen heridas invisibles y se desangran en silencio porque aún nadie ha puesto nombre a sus males.