La ONU aprueba una resolución que pide un "alto el fuego inmediato" en Gaza por una abrumadora mayoría
- La votación, que no tiene carácter vinculante, se ha saldado con 153 votos a favor, 23 abstenciones y 10 votos en contra
- El texto reitera que se cumpla el Derecho Internacional y también exige la liberación de los rehenes
La Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado este martes una resolución que pide un "alto el fuego inmediato" en la Franja de Gaza después de que Egipto y Mauritania solicitaran formalmente una reunión de emergencia invocando la resolución 377A.
La votación se ha saldado con 153 votos a favor, 23 abstenciones y 10 votos en contra, entre los que se encuentran Israel, Guatemala, República Checa, Austria, Liberia, Micronesia, Nauru, Papúa Nueva Guinea, Paraguay y Estados Unidos.
Y entre los abstencionistas se encontró por vez primera Argentina, que se sumó a la postura de Italia, Alemania y Ucrania.
Al terminar la votación, numerosos países han aplaudido enfáticamente el resultado, que consiguió muchos más apoyos (153 frente a 120 en la pasada ocasión) en este llamamiento internacional al alto el fuego, aun cuando las votaciones de la Asamblea no tienen carácter vinculante.
En concreto, el texto "reitera su exigencia de que todas las partes cumplan sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional" con respecto a la protección de los civiles, mientras que también exige "la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes".
La resolución ha sido "de mínimos" y se ha concentrado en pedir el alto el fuego ante "la situación humanitaria catastrófica en la Franja de Gaza y el sufrimiento de la población palestina".
Más tarde, el portavoz de la Presidencia de la Autoridad Palestina, Nabil Abu Rudeina, ha agradecido el apoyo de todos los países que han votado a favor de la resolución y ha asegurado así que "el mundo apoya de forma abrumadora al pueblo palestino".
La votación fue pedida por dos grupos de países: el árabe y el islámico
Previo a la resolución misma, la Asamblea rechazó dos enmiendas que trataron de introducir Austria y Estados Unidos, en el primer caso para condenar explícitamente los atentados del brazo armado de Hamás del pasado 7 de octubre y en el segundo para introducir además una condena de la violencia sexual cometida supuestamente por los miembros de Hamás en aquel ataque y en el tratamiento a sus rehenes.
La votación de este martes había sido pedida por dos grupos de países, el árabe y el islámico, tras el veto introducido por Estados Unidos el viernes pasado a una resolución de contendido casi similar y que fue apoyado por 13 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, pero no pudo salir adelante tras el veto de EE.UU.
Según el reglamento de la ONU, cada vez que una resolución es vetada en el Consejo, se discute en la Asamblea a petición de al menos dos miembros.
Además, anteriormente el secretario general del organismo, António Guterres, invocó el Artículo 99 de la Carta de la ONU, alertando así de la situación en Oriente Próximo e instando al órgano a "presionar por" evitar una catástrofe humanitaria.
Estados Unidos e Israel siguen mostrando su rechazo
En la sesión de este martes, el presidente de la Asamblea, Dennis Francis, que suele limitarse a intervenciones de procedimiento sin expresar su opinión, tomó la palabra al comienzo de la sesión y proclamó: "Me pregunto cuántas miles de vidas más tienen que perderse antes de que hagamos algo. No queda tiempo. Esta carnicería debe parar. Así que sumo mi voz a la demanda de un alto el fuego humanitario inmediato".
Estados Unidos, aliado inquebrantable de Israel, razonó su oposición porque -en palabras de su embajadora ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield- "cualquier alto el fuego ahora mismo sería en el mejor de los casos temporal, y en el peor peligroso para los israelíes, que se encontrarían sujetos a ataques sin merced, así como peligroso para los palestinos, que merecen la oportunidad de un futuro mejor, libres de Hamás".
Thomas-Greenfield lamentó que su país no puede apoyar "un Consejo de Seguridad sesgado ni una Asamblea General que ignora todo aquello que defendemos".
Las mismas ideas fueron repetidas por el embajador de Israel, Gilad Erdan, que fiel a su estilo fue más lejos en la retórica, al decir que "todos los que apoyen esta resolución están dando vía libre a los terroristas (porque) un alto el fuego significa una única cosa, la supervivencia de Hamás".
Añadió que resoluciones de este tipo convierten a la ONU "en una mancha moral para la Humanidad", además de contribuir a su irrelevancia.
Además, antes de la votación, Erdan precisó que si de verdad el mundo quiere un alto el fuego habría que "llamar a las oficinas de Hamás y preguntar por Yahya Sinwar", el líder del grupo islamista.