Huérfanos tras el silencio: las víctimas olvidadas de la violencia de género
- La violencia de género ha dejado más de 400 huérfanos en los últimos 10 años
- La mayoría ha presenciado cómo su progenitor asesinaba a su madre
- El domingo, a las 22.30 horas, en el Canal 24 horas y en RTVE Play
En Terrassa, como cada día, Paquita Aguilar le guisa a su nieto para cuando regrese del instituto. Ella y su marido Francisco Montiel lo son todo para él desde que tenía 7 años, cuando su padre asesinó a su madre y luego se suicidó. “Me llamó el asesino diciendo que Sandra se encontraba muy mal y le dije: vale, ya subo para arriba. Eran las tres y media de la mañana. El día 21 (de enero de 2015)...No se me olvidará nunca. La mató durmiendo, le dio 27 puñaladas. El niño intentó ayudarla, se abalanzó sobre el asesino y le arañó”.
“Los que padecen son sobre todo los críos, quedan desamparados y tendrían que tener una ayuda económica, entre otras cosas”, assegura Francisco. Paquita afirma: “Aquí no ha venido nadie a llamar ni a decir si necesito algo para el niño ni nada. Si no es por nosotros...Nosotros hemos estado al pie del cañón todos los días, y eso es así”.
“Aquí no ha venido nadie a llamar ni a decir si necesito algo para el niño “
“Hay una manifestación sobre violencia de género, pero al día siguiente ya se olvidan”, explica Francisco. A lo que Paquita añade: “El minuto de silencio está muy bien, pero, no te hace nada. ¿Y al día siguiente qué? ¿Y al otro? ¿Y al otro?...”.
Los abuelos de este huérfano de la violencia de género tuvieron que sufrir 7 años de odisea burocrática para lograr cambiar el orden de apellidos de su nieto, pero no lograron eliminar el del asesino, que es lo que querían. “Hay que ir para adelante, si nosotros nos hundimos ¿el niño cómo va a subir?”, sostiene Paquita.
El doble duelo del huérfano de la violencia de género
Hace tan solo tres décadas ni se hablaba de violencia de género. Para David Romero, el infierno estaba en casa, sufriendo a diario el maltrato de su padre a su madre hasta que la asesinó. Fue el 21 de febrero de 1989.
“Cuando tu padre asesina a tu madre te sientes vacío, te han arrancado un trozo que es tuyo“
Cuando el asesino se vio acorralado por la policía, se pegó un tiro en la cabeza delante de sus tres hijos. "Cuando tu padre asesina a tu madre te sientes vacío, porque te han arrancado un trozo que es tuyo que es tu madre y emocionalmente te sientes muy roto", explica David.
Asegura que se volcaron más los del colegio que nadie del ayuntamiento ni de servicios sociales. Y añade que la ayuda psicológica fue casi nula también. "La única salida era dedicarme a los estudios, ayudar a mi hermano menor y tirar para adelante, es que no había otra".
El apoyo lo tuvo sobre todo con la ONCE, le daban becas para seguir estudiando y luego el trabajo para el que se formó. "Y gracias a ese trabajo he conseguido tener mi casa, mi familia, mis hijas…Yo creo que por el Estado no hubiera conseguido absolutamente nada”.
“Por el Estado no hubiera conseguido absolutamente nada“
David dice que no temió repetir el patrón de su padre: "No, tenía muy claro lo que quería ser, quería ser un buen padre, que mi madre estuviese contenta desde allá arriba y que lo viese. Es lo que te da fuerza, el cariño de una madre. Es inconfundible, no lo puedes comparar con nada”.
El laberinto burocrático que hay tras el minuto de silencio
Hace 10 años, Luz Rodríguez se perdió en el laberinto burocrático que hay tras el minuto de silencio. Pasó, de un día para otro, de tener dos hijos a cinco. Se tuvo que hacer cargo de los tres huérfanos de su hermana Guacy, asesinada por su expareja.
El 20 de febrero de 2013, Guacy Rodríguez se disponía a ir a trabajar cuando su expareja la asesinó en el rellano de la escalera, delante de su madre y de sus tres hijos.
"Cuál es mi sorpresa que no hay ningún protocolo ni nada y tienes que ir tirando puertas". Fueron al juzgado a pedir la retirada de la patria potestad y empezó el trámite de la guardia y custodia que tarda 6-8 meses. "¿Qué pasa, que durante esos 8 meses estos niños no comen, duermen en el suelo? ¿Si se ponen malos, no hay ningún tutor durante esos 8 meses?", se exclama Luz.
“Tienes que pagar tu hipoteca y la de tu hermana asesinada“
El colmo de la maraña burocrática llega cuando a Luz le piden un certificado médico conforme su hermana estaba sana en el momento del asesinato. Otro de los grandes problemas es que se han aprobado leyes que los funcionarios no saben llevar a cabo. "No porque no quieran sino porque no se las han explicado. ¿De qué sirve que aprueben leyes si se quedan allá arriba...?", se pregunta.
“Uno de mis sobrinos ya cumplió 18 años y le han recaído todas las deudas del asesino“
La persona asesinada tenía una casa, un coche..."Entonces tienes que pagar tu hipoteca, la hipoteca de tu hermana. Tienes que pagar tu coche, el coche de tu hermana...Las contribuciones de su casa" [que será la herencia de los huérfanos cuando se resuelvan toda la burocracia]..."Todo eso lo tienes que ir pagando. Hasta que uno de ellos ya cumplió 18 años y le han recaído todas las deudas del asesino. Ahora tengo que empezar a pelear para que mi sobrino no las tenga que pagar", explica Luz.
Luz creó la asociación 'Todos somos Guacy' para ayudar a las familias a desenmarañar el papeleo que comporta ser víctima de violencia de género. Dice que han pasado 10 años y aún no ha tenido tiempo de pasar el duelo. "Esto es como una bomba-lapa, destruye a toda la familia. Hay separaciones, hay divorcios...¿Quién me va a aguantar a mí después de todo esto? La cadena perpetua no la tiene él, la tiene mi madre. A ella le han quitado la vida". Y añade: "Todo el mundo se queda con víctimas de violencia de género, minuto de silencio y adiós. Pero los olvidados son la familia y los huérfanos".
Los avances en las leyes de protección de estos menores
Hasta hace pocos años se daban situaciones kafkianas como que al asesino no se le retirara la patria potestad, e incluso, en algún caso extremo, que cobrara la pensión de viudedad. Años de lucha de las familias y el trabajo de legisladores y la Fiscalía Violencia sobre la Mujer han permitido proteger mejor a estas víctimas olvidadas.
La Fiscal de Sala contra la Violencia sobre la Mujer, Teresa Peramato, es clara: "Son víctimas directas de la violencia de género. Pierden a la madre, van a perder al padre porque va a quedar en prisión, van a quedar en una orfandad absoluta. Eran los grandes olvidados. La Ley y la Fiscalía los estamos poniendo en el centro".
“Eran los grandes olvidados. La Ley y la Fiscalía los estamos poniendo en el centro“
Lo que hay que mejorar, explica la Fiscal, es el convencimiento a nivel judicial en la necesidad de adoptar medidas muy restrictivas al agresor para que estos niños y niñas "puedan tener una vida tranquila con sus madres o, por desgracia, ya sin sus madres".
Peramato asegura que hay que mejorar esa ventanilla única, crear protocolos de coordinación para evitar ese trasiego continuo de ventanilla en ventanilla que "les vuelve locos, que les frustra, que les decepciona, que les impide llegar a aquellas ayudas a las que tienen derecho y mejorar incluso las ayudas para que no sufran un ápice más de lo que ya sufren como consecuencia del asesinato de las madres. Y sobre todo, comprenderlos".
Gracias a la lucha de las familias, en 2022 se aprobó la Ley Orgánica de mejora de la protección de las personas huérfanas víctimas de la violencia de género. Les da derecho a cobrar pensiones y prestaciones y poder demandar la liquidación del régimen de gananciales, entre otros.
Peramato es discípula de Soledad Cazorla, que fue la primera fiscal de Sala contra la Violencia sobre la Mujer, todo un referente en la lucha por la igualdad de la mujer: "Cuando nos enfrentábamos a un asesinato siempre se planteaba: y estos niños y niñas ahora dónde están, qué va a ser de ellos? Y esa preocupación la supo transmitir a su familia hasta tal punto que cuando ella falleció se creó el Fondo de Becas Soledad Cazorla que es un referente en la ayuda a los huérfanos de la violencia de género".
Fondo de Becas Soledad Cazorla, un referente
Un año después de la muerte de su esposa, Joaquín Tagar fundó el Fondo de Becas Soledad Cazorla. Desde 2016 el Fondo ha repartido más de 300 mil euros en ayudas a huérfanos y huérfanas por violencia de género para que puedan estudiar y recibir atención psicológica.
El Fondo también recogía las necesidades y demandas de las familias de los huérfanos para trasladarlas al Congreso: "Logramos una ley que estableciese una prestación de orfandad, independientemente de que la madre hubiera trabajado o no antes de ser asesinada".
“Son las víctimas invisibles de la violencia de género“
Joaquín Tagar es taxativo: "No son asesinos de pasión, son asesinos que lo tienen todo previsto. Incluso hay casos que antes de matar a su mujer han hecho que sus bienes, su patrimonio, esté a nombre del tercero".
"Las administraciones no pueden lavarse las manos, si no han podido proteger a su madre por lo menos tiene que protegerlos a ellos", añade. Tagar los denomina a las víctimas invisibles de la violencia de género. Porque además se enfrentan al estigma: "En un pueblo pequeño el huérfano es considerado el hijo del asesino, no el hijo de la víctima".
“Las administraciones no pueden lavarse las manos“
Es el segundo año que Fundación Mujeres y el Fondo de Becas Soledad Cazorla celebran unas jornadas con huérfanos, familias y expertos en las que analizan sus necesidades. En estas jornadas, los huérfanos y huérfanas se sienten libres y comentan que por primera vez no han tenido que decir que a su madre la mató un accidente de coche.
Fundación Mujeres, tres décadas de lucha en prevención
Las becas Soledad Cazorla las gestiona Fundación Mujeres, una ONG que desde hace tres décadas trabaja en políticas de igualdad y prevención de la violencia de género. La directora de Fundación Mujeres, Marisa Soleto, insiste en la necesidad de agilizar la vía judicial en estos casos ya que "para estos niños y niñas 4 años son un periodo muy importante de su desarrollo. Ahora hay sentencias que sí tienen medidas de protección muy interesantes para las familias, lo que no pasaba en todos los casos anteriores a 2015", afirma Soleto.
Fundación Mujeres trabaja ahora en la posibilidad de facilitar el acceso a ayudas para estudios universitarios. "Hay que ocuparse de su estabilidad emocional, de su seguridad, pero que hay que ocuparse también de que tienen que comer. Y hay que evitar que el crimen sea motivo de exclusión social", destaca Soleto .
La reconstrucción emocional, el gran reto
La reconstrucción emocional es el mayor reto al que se enfrentan los huérfanos de la violencia de género. La psicóloga Yolanda Bernárdez Morales lleva tres décadas haciendo terapia y dice que es una experiencia que te quiebra por dentro. "las personas que te tienen que proveer la protección y el amor, te traicionan. Estas víctimas viven en un estado de alerta constante", asegura.
“Es una experiencia que te quiebra por dentro“
La terapeuta explica que en estos casos la autoestima se ve dañada: "Tiendes en un primer momento a sentirte culpable. El problema es que lo vivido va a condicionar para siempre, no determinar, tu vida adulta".
“Tendrían que disponer de un terapeuta de cabecera de por vida “
A pesar de ser uno de los traumas más complejos, Bernárdez lanza una mensaje esperanzador: "con tiempo, con paciencia se puede rehacer tu proyecto vital". Y es contundente al afirmar que estas víctimas requieren un psicólogo/a de cabecera "para ir pasando la ITV en determinados momentos vitales y que esos profesionales incluyan la perspectiva de género".
Sobrevivir a ser huérfano por violencia de género
Isabel Tajuelo es huérfana de la violencia de género desde los 13 años, ahora tiene 26. Terminó sus estudios superiores hace seis años gracias a las Becas Soledad Cazorla y actualmente trabaja en un hotel. Durante años, Isabel no cobró la pensión de orfandad porque Juliana, su madre, no cotizó lo suficiente antes de ser asesinada.
"Cuando ella falleció no cumplía X requisitos y a mí no me correspondía paga de orfandad. Cuando conocí al Fondo unimos fuerzas y conseguimos cambiar esa ley. Todos los niños huérfanos por violencia de género les corresponde esa paga haya cotizado o no la madre", detalla.
“Perdí a dos pilares importantes de mi vida para no tener una ayuda psicólogica “
"La paga de orfandad (la de orfandad absoluta es de 700 euros mensuales) no te va a reparar el daño, pero, te va a ayudar a reconstruir tu vida...Porque ante un caso así tienes que empezar de cero", sostiene Isabel. Y añade que ahora es verdad que hay más herramientas, "pero hace 13 años no había tantas. Era como que te iban dando portazos todo el rato en la cara".
Cuando se quedó huérfana con 13 años solo le dieron dos citas psicológicas: "En ese momento perdí a dos pilares importante de mi vida para no tener una ayuda psicólogica. 'No necesitas eso, te veo bien'. Sí, me puedes ver bien pero mi padre acaba de matar a mi madre. A día de hoy me sigo haciendo muchas preguntas...", explica Isabel.
“Sí, el minuto de silencio. Pero ya a partir de ahí, búscate la vida“
Asegura que es cierto que te creas tus barreras de miedo. "De conocer a alguien y decir uff, no quiero que me hagan daño. Ya me ha hecho daño la persona más importante de mi vida ¿por qué no me lo puede hacer un extraño? Y sí deberías tener una ayuda psicológica siempre, porque eso va de por vida", sostiene.
Han pasado 13 años de este caso y el asesino está a punto de acceder al tercer grado y ha pedido un traslado de cárcel. El centro penitenciario queda a 7 km del domicilio de Isabel.
"Estamos molestos de cómo se gestionan los permisos penitenciarios porque no tienen en cuenta a las víctimas. El miedo a cruzártelo en cualquier momento y volver a revivirlo todo. Y no es justo, que en España sale muy barato matar. 13 años y estás fuera. Y la víctima nunca volverá", sentencia.
A menudo los huérfanos son presionados por la familia del asesino para que le perdonen. Es el caso de Isabel que dice respetar que sus padres le hayan perdonado: "Pero tienen que ser conscientes de que su hijo ha hecho un daño irreparable por lo que no puedes exigir a los demás que quieran perdonarlo".
“Siempre voy a ser esa huérfana de violencia de género“
A partir de los 18 años los huérfanos son invisibles hasta en el recuento oficial. "A los 18 ya eres mayor de edad y es como búscate la vida, como si dejaras de ser huérfana. Siempre voy a ser esa huérfana de violencia de género", concluye Isabel.