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La UE aprueba la exigencia de reducción de emisiones de los coches a partir del año 2026

  • El Ejecutivo comunitario abogaba por introducir los nuevos estándares en 2025 para vehículos ligeros

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Hilera de coches en la frontera finlandesa
Hilera de coches en la frontera finlandesa

El Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea (UE) han alcanzado este lunes un acuerdo provisional para introducir la norma Euro 7 para reducir las emisiones de los coches a partir de 2026 y para los camiones en 2028, en línea con las reclamaciones de la industria, pero rebajar la ambición de la propuesta original de la Comisión Europea.

La norma Euro 7 tiene como objetivo reducir las emisiones de contaminantes atmosféricos procedentes del transporte por carretera, al tiempo que se mantienen los precios de los vehículos particulares y comerciales asequibles para los ciudadanos y las empresas.

Hasta ahora, el Ejecutivo comunitario abogaba por introducir los nuevos estándares en 2025 para vehículos ligeros (turismos y furgonetas) y en 2027 para vehículos pesados (camiones y autobuses). Esta posición buscaba un"equilibrio" entre requisitos "realistas" en materia de emisiones de vehículos e inversiones adicionales para la industria.

El texto aprobado, no obstante, prevé que la normativa para turismos se aplique 30 meses después de su adopción definitiva por el Consejo y por la Eurocámara (a inicios de 2024) y 48 meses después para los pesados, luego podría retrasarse más allá de 2026 y 2028 si encuentra problemas en su adopción formal.

Además, de manera excepcional, el acuerdo contempla que los vehículos construidos por pequeños fabricantes puedan retrasar la implementación de la normativa hasta el 1 de julio de 2030 en el caso de los coches y furgonetas y hasta el 1 de julio de 2031 para autobuses y camiones.

Mantiene los niveles máximos de emisiones por tubo de escape

La Euro 7, ha subrayado el Parlamento en un comunicado, introduce como gran novedad además nuevos límites de partículas para frenos y neumáticos en la evolución de una normativa comunitaria estrenada en 1992 para mitigar las emisiones de CO2 de los vehículos y la liberación de partículas contaminantes.

Esos parámetros seguirán actualizándose más allá de 2035, fecha a partir de la que no se podrán vender en la UE nuevos vehículos que emitan dióxido de carbono.

Por otro lado, la nueva normativa mantendrá los mismos niveles máximos de emisiones por tubo de escape que la vigente actualmente, tanto para vehículos ligeros como para pesados. La propuesta de la Comisión Europea contaba con la oposición frontal de la industria de la automoción y de un bloque de ocho países: Francia, Italia, República Checa, Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.

Su argumento, en línea con la Asociación de Fabricantes Automovilísticos Europeos (ACEA), es que esas nuevas medidas añaden costes y trabas a la industria para un lapso de tiempo muy breve hasta que se pase a vehículos de cero emisiones, extremo que ha contribuido a diluir las expectativas de la propuesta.

En el campo opuesto se situaban Dinamarca o Luxemburgo, con más ambición, mientras que España ha mantenido un perfil neutral al ostentar la Presidencia rotatoria del Consejo de la UE.

Un "pasaporte ambiental vehicular"

La nueva normativa introduce también un "pasaporte ambiental vehicular" que contendrá información sobre el desempeño del vehículo en el momento de su matriculación, con parámetros como sus emisiones de CO₂, su consumo de combustible o electricidad, autonomía eléctrica y durabilidad de la batería.

Además, los fabricantes de automóviles tendrán que diseñar sus vehículos para evitar la manipulación de los sistemas de control de emisiones mediante la digitalización del seguimiento de los automóviles.