Macron se desmarca de la ultraderecha de Le Pen y defiende que la ley de migración es "lo que querían los franceses"
- El presidente francés ha concedido su primera entrevista tras la aprobación del nuevo texto en el Parlamento
- El apoyo de Agrupación Nacional, que habló de "victoria ideológica", ha ahondado en el malestar de los macronistas
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se ha desmarcado este miércoles de la formación de Marine Le Pen y ha negado que las disposiciones de la nueva ley de migración sean de extrema derecha, defendiendo incluso que su avalación supone una "derrota" para Agrupación Nacional (RN) y que coincide con "lo que quieren los franceses". Lo ha hecho en su primera entrevista televisada tras la aprobación de una versión endurecida de la polémica legislación en el Parlamento, donde contó con el apoyo de los diputados de RN, algo que ahondó en el malestar de algunos miembros de la mayoría macronista llevando incluso a la dimisión del titular de Sanidad, Aurélien Rousseau.
"No es cierto" que la ley incluya "disposiciones con carácter de Agrupación Nacional", ha asegurado Macron en una esperada intervención en France 5. El presidente ha admitido, como ya lo habían hecho con anterioridad miembros de su Gobierno, que hay partes del texto que no le gustan, defendiendo que son fruto de un pacto con los conservadores que ha sido necesario.
"Cuando gobernamos, tenemos responsabilidades, estas responsabilidades nos obligan. Tenemos que asumir la responsabilidad de lo que se hizo ayer, y también tenemos que calmar a la gente", ha sostenido Macron.
Una "derrota" para la ultraderecha
El texto votado en el Parlamento francés, que endurece la propuesta legislativa inicial, fue fruto de un acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Macron y los conservadores de Los Republicanos en una comisión mixta formada por diputados del Senado y la Asamblea Nacional. Sin embargo, cuando se conoció el acuerdo, Le Pen no tardó en anunciar que su partido apoyaría la nueva propuesta que resultara de la comisión y afirmó que se trataba de "una victoria ideológica" para su formación.
Macron, sin embargo, no ha dudado en alejarse del partido líder en la oposición y ha garantizado con contundencia que la aprobación del texto supone "una derrota" para la ultraderecha francesa. "¡Claro que es una derrota para la Agrupación Nacional!", ha afirmado en France 5.
"Es un escudo que faltaba", ha dicho Macron sobre una ley que pretende "muy claramente" desincentivar la llegada de inmigrantes ilegales al país. Francia, ha dicho, tiene "un problema de inmigración", aunque ha negado que estén "desbordados" por ella.
El ministro de Sanidad dimite y el Gobierno niega una crisis
"No hay crisis en la mayoría", ha asegurado este miércoles la primera ministra, Elisabeth Borne, al canal France Inter. El martes, Borne defendió que los votos de RN no eran necesarios para la avalación del texto y calificó de "burda maniobra" la actuación de la formación de Le Pen.
Más tarde, sin embargo, el portavoz del Gobierno confirmaba la dimisión del titular de Sanidad, aunque aseguraba que "no hay rebelión ministerial". Ha criticado, además, la falta de "lógica" de la maniobra de la ultraderecha, ya que RN rechazó la versión de la ley del Senado, "que era mucho más dura" que la que apoyó en la Asamblea Nacional. "¿Dónde está la lógica?", preguntaba al término de la reunión semanal del Consejo de Ministros.
"Para mí, es imposible defender ese texto", ha afirmado el ex ministro, ahora sustituido por la actual secretaria de Estado, Agnès Firmin-Le Bodo, en declaraciones a Le Monde.
La versión de la ley, aprobada tras meses de tensas disputas legislativas, endurece las condiciones de acogida de migrantes. Entre las novedades que incorpora, los extranjeros no comunitarios que lleguen al país tendrán vetado el acceso a determinadas ayudas sociales durante cinco años si no trabajan y durante tres meses si sí lo hacen.
El portavoz del Gobierno, de hecho, también ha reconocido que en la versión final del texto "hay medidas que no nos gustan, pero no nos deshonran". Ha justificado, además, que el Ejecutivo haya recurrido a los conservadores de Los Republicanos, ya que la izquierda "quiere acoger a todo el mundo" y la ultraderecha pregona la "inmigración cero".
Durante la tarde del martes, tres ministros del ala más progresista del Gobierno de Macron amenazaron con dimitir. De hecho, han llegado a reunirse con otros miembros del Ejecutivo para estudiar una acción en bloque que finalmente no se ha producido.
Sin embargo, el miércoles por la mañana algunos de los miembros de la mayoría macronista no han ocultado su descontento. Entre ellos, el jefe del MoDem, aliado histórico de Macron, François Bayrou, que ha dicho que es "absolutamente necesario volver a poner en pie de igualdad a la mayoría, sus ideas y el Gobierno".