El plan de austeridad de Milei despierta las primeras protestas en las calles de Buenos Aires
- Miles de personas han marchado en Buenos Aires para mostrar su desacuerdo con las médidas de choque del nuevo Gobierno
- El líder argentino asumió el cargo hace menos de un mes, anunciando el comienzo de "una nueva era"
El plan de austeridad impulsado por el nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, ha despertado las primeras protestas ciudadanas con miles de personas marchando en las calles de Buenos Aires para mostrar su desacuerdo con las médidas de choque del nuevo Gobierno. El líder argentino, que tendrá que hacer frente a la severa crisis económica que atraviesa el país, asumió el cargo hace menos de un mes, anunciando el comienzo de "una nueva era" y con la frase "no hay plata" como bandera.
Los manifestantes, rodeados de un amplio dispositivo policial y encabezados por grupos de población desempleada, se han dirigido a la Plaza de Mayo, frente al palacio presidencial, para reclamar un mayor apoyo financiero a los más vulnerables. La marcha, convocada por el Polo Obrero (PO) y otras organizaciones sociales y de izquierda, no ha cumplido con las expectativas de los convocantes, que en los últimos días hablaban de reunir a unos 50.000 manifestantes, y ha terminado con dos detenidos.
"Es una movilización pacífica. No queremos ningún tipo de confrontación. No queremos ningún tipo de enfrentamiento", ha declarado a la radio local Eduardo Belliboni, líder del grupo de izquierda Polo Obrero.
La semana pasada, después de que el Gobierno anunciara la devaluación del 50% del peso argentino, el nuevo ministro de Economía presentó las medidas de un plan de choque centrado en una reducción drástica del gasto del Estado. Entre ellas, no se renovarán contratos laborales públicos de menos de un año, se suspenderá la publicidad oficial en medios, y se reduce el número de minister
El Gobierno implementa con éxito el protocolo antipiquetes
El Gobierno argentino ha minimizado el impacto de la protesta callejera, que ha reunido a unas 3.000 personas, según las autoridades. En comparecencia ante los medios, poco después de que finalizara la movilización desarrollada en el centro de la capital argentina sin apenas incidentes, la recién nombrada ministra de Seguridad de Milei, Patricia Bullrich, ha considerado exitosa la aplicación del nuevo protocolo de seguridad elaborado por su departamento para evitar el colapso de las calles y carreteras por la acción de los piquetes.
"Se terminó el vale todo", ha enfatizado Bullrich en una rueda de prensa celebrada en el Departamento Central de la Policía Federal Argentina junto a varios encargados de las fuerzas de seguridad. "Hoy no se cortó la (Avenida) 9 de Julio, hoy no se cortó el Puente Pueyrredón, hoy no se cortó el Metrobús, hoy no se cortaron accesos ni rutas y la gente pudo ir y venir a su trabajo sin ningún tipo de problemas", ha subrayado Bullrich
"El que corta, no cobra"
La semana pasada, Bullrich presentó una serie de medidas conocidas como "protocolo Bullrich" para mantener el orden público, que permite a las fuerzas del Estado impedir que los manifestantes celebren protestas disruptivas bloqueando carreteras.
Por ello, en la marcha de este miércoles, las autoridades se han encargado de dirigir a los manifestantes a las aceras, para que el tráfico pudiera pasar por las carreteras. Algunas organizaciones sociales han manifestado que el protocolo va demasiado lejos y que compromete el derecho a a protesta de la población.
Entre las pancartas que se han visto en las calles se leían mensajes como "No al protocolo Bullrich" o "Abajo el plan motosierra de ajuste de Milei y el FMI".
"Las calles no se toman. Vamos a ordenar el país para que la gente viva en paz", afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al anunciar las nuevas medidas contra las protestas ciudadanas. Bullrich aseguró que habría sanciones severas para quienes hagan cortes, los organicen, instiguen o sean "cómplices" de estos.
El Gobierno advirtió el lunes de que aquellas personas que bloqueen las calles podrían incluso perder su derecho a recibir prestaciones por parte del Estado. De hecho, primera hora de la mañana, en las estaciones de tren de Buenos Aires se ha emitido un anuncio oficial para los viajeros que decía: "El que corta, no cobra".