Argentina no renovará 5.000 contratos públicos y revisará más de un millón de planes sociales

• Los contratos públicos dados de alta en 2023 que finalicen el 31 de diciembre no serán renovados en 2024
• El objetivo del Gobierno es "transparentar el sistema"

El nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, se dirige a sus seguidores desde el balcón de la Casa Rosada, en Buenos Aires.

El portavoz de la Presidencia argentina, Manuel Adorni, ha anunciado que el Ejecutivo no renovará alrededor de 5.000 contratos públicos el próximo año y revisará más de un millón de planes sociales para detectar irregularidades.

Adorni también ha anunciado que los contratos públicos dados de alta en 2023 que finalicen el próximo 31 de diciembre no serán renovados en 2024, mientras que el resto entrarán en un proceso de revisión de 90 días.

En una rueda de prensa en la Casa Rosada, el portavoz ha precisado que esta medida afectará a todos los empleados transitorios de la Administración federal y a los de diversos entes públicos de Argentina, y que solo estarán excluidos los trabajadores de las empresas y las sociedades estatales.

En cuanto a los planes sociales, el Ejecutivo argentino iniciará la auditoría de más de un millón de planes sociales y prevé, amparándose en los cálculos de las investigaciones judiciales, que 160.000 beneficiarios podrían estar recibiendo estas ayudas de manera "irregular".

Según el portavoz, estos planes tendrían un valor total de 10.000 millones de pesos argentinos (alrededor de 11,29 millones de euros). "Los argentinos no deben hacerse cargo de este dinero", ha enfatizado Adorni.

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"Transparentar el sistema"

Adorni ha señalado que el objetivo del Gobierno es "transparentar el sistema, que cobren los que lo necesiten y que los planes sociales dejen de funcionar como un negocio para los intermediarios y los titulares de las organizaciones sociales".

Precisamente, una parte de estas organizaciones sociales y sindicales se manifestó este miércoles en Buenos Aires, coincidiendo con el 22º aniversario de las protestas de diciembre de 2001, que en el ámbito económico desembocaron en el conocido como corralito bancario, y en lo político provocaron la dimisión del presidente radical Fernando de la Rúa.

En las movilizaciones la semana pasada no participó la Confederación General del Trabajo (CGT), la poderosa y mayoritaria federación de sindicatos argentinos, de orientación peronista.

Se espera que los dirigentes y simpatizantes cegetistas se movilicen este miércoles en Buenos Aires en protesta por el decreto de necesidad y urgencia firmado la semana pasada por el presidente argentino, Javier Milei, pendiente de ser aprobado por las cámaras argentinas y que supone la práctica desregulación de toda la economía del país.