El alcalde de Nueva York restringe la llegada de nuevos autobuses con migrantes
- Deberán notificar su llegada a la ciudad con 32 horas de antelación y en un horario específico
- Estados Unidos y México han firmado un pacto para "reducir la migración irregular"
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha emitido este miércoles una orden ejecutiva que exige que todos los autobuses chárter con migrantes enviados desde otros estados lo notifiquen a la ciudad con 32 horas de antelación para garantizar que cuenta con suficiente personal, y ha advertido que de no hacerlo se considerará un delito menor. Esta nueva orden ejecutiva se traducirá en posibles multas, demandas e incluso la confiscación de los vehículos.
La orden del alcalde de Nueva York limita la llegada de inmigrantes de lunes a viernes entre 8:30 hora local y 12:00 hora local (13:30 GMT - 17:00 GMT), y los buses deben dejar a los pasajeros en un lugar específico, a menos que la Oficina de Manejo de Emergencias de la ciudad indique lo contrario, ha indicado Adams durante una conferencia de prensa junto a los alcaldes de Chicago, Brandon Johnson y de Denver, Mike Johnston.
Por su parte, el alcalde de Chicado ha indicado que hace más de un mes pusieron en marcha una ordenanza similar a la de Nueva York mientras que el de Denver también comenzó con las regulaciones y evalúa pedir al Concejo municipal ampliar las sanciones. Los tres alcaldes han reiterado sus críticas al Gobierno federal por no proporcionarles la ayuda económica que han pedido y no atender un problema migratorio que entienden es nacional, y no debe ser resuelto exclusivamente por las ciudades.
Anteriormente, el alcalde neoyorquino ya había limitado a 30 días el tiempo de los solteros para buscar un lugar donde vivir y a 60 días para las familias con niños, lo que ha sido ampliamente criticado, en particular por el impacto que tendrá en los menores, según defensores de los migrantes. Adams también ha recortado presupuesto a las agencias de la ciudad, a lo que ahora se ha sumado la orden ejecutiva.
Adams ha justificado su decisión con el argumento de que la llegada de más de 150.000 inmigrantes desde abril de 2022, de los que 68.000 están bajo cuidado de la ciudad, ha creado una crisis fiscal que llevará a que para mediados del 2025 se hayan gastado 12.000 millones de dólares en servicios para migrantes, lo que incluye albergue, comidas, educación para los niños y otro tipo de asistencia, sin que haya llegado la ayuda que ha reclamado del Gobierno federal.
Texas reparte su carga migratoria
En la primavera de 2022, el gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó a enviar autobuses con migrantes a ciudades con alcaldes demócratas, primero Washington y luego a Nueva York, para, según el republicano, repartir la carga migratoria que afronta su estado por las políticas de la Administración del presidente Joe Biden.
Abbott también ha enviado inmigrantes a Boston (Massachusetts), a Denver (Colorado), Filadelfia (Pensilvania) y Los Ángeles (California). Otros inmigrantes han llegado a Nueva York por cuenta propia desde diversos estados a los que la ciudad está obligada a dar albergue si lo solicitan, debido a un mandato emitido por un tribunal hace 42 años, que el alcalde Adams ha pedido que quede sin efecto alegando la crisis financiera.
Debido a que no ha habido una respuesta de la corte (el caso está aún debatiéndose) y a que continúa el flujo de miles de inmigrantes a la ciudad, las autoridades neoyorquinas se vieron obligadas a convertir hoteles en albergues y levantar carpas.
"Una migración irregular sin precedentes"
El anuncio de Nueva York se produce cuando una nueva caravana de migrantes con 10.000 personas va camino de la frontera sur del país tras avanzar ya 70 kilómetros desde el pasado domingo, y mientras el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha viajado a México para tratar precisamente el problema de la migración irregular con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Como dejamos claro hoy en la Ciudad de México, estamos comprometidos a asociarnos con México para abordar nuestros desafíos compartidos, incluida la gestión de una migración irregular sin precedentes en la región, la reapertura de puertos de entrada clave y la lucha contra el fentanilo ilícito y otras drogas sintéticas", ha escrito Blinken en X (antes Twitter), tras la reunión.
Estados Unidos y México han firmado un pacto "crucial" para la prosperidad y la seguridad de ambos países y en todo el continente americano por el que se comprometen a "reducir la migración irregular". Un acuerdo que López Obrador también considera que beneficia a ambas partes, puesto que "ahora más que nunca es indispensable la política de buena vecindad", ha asegurado.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense ha hecho publico que este año han llegado al país más de 2,2 millones de migrantes de enero a noviembre.