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María Jesús Montero, el ascenso a la vicepresidencia primera de una de las bases del núcleo duro de Sánchez

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Montero asciende a la vicepresidencia primera con la salida de Calviño

El nombramiento de María Jesús Montero como vicepresidenta primera del Gobierno -en lugar de Nadia Calviño, que deja el Ejecutivo para presidir el Banco Europeo de Inversiones- refuerza el papel en el gabinete de la también ministra de Hacienda, donde se mantiene como una de las personas de máxima confianza del presidente Pedro Sánchez.

Y es que Montero (Sevilla, 1966) forma parte del núcleo duro de Sánchez y es uno de los cinco ministros -junto a Teresa Ribera, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska y Luis Planas- que permanecen en el Gobierno desde la llegada del líder socialista a Moncloa.

"Nuestros logros económicos, el refuerzo del Estado de bienestar compatible con las políticas de consolidación fiscal, no habrían sido posibles sin el intenso y brillante trabajo que María Jesús Montero viene realizando desde que entró a formar parte del Gobierno", ha destacado Sánchez durante comparecencia en la que también ha informado del nombramiento de Carlos Cuerpo como relevo de Calviño al frente de Economía.

Con un perfil marcadamente político -es la 'número dos' del PSOE- y reconocida por su talante negociador, Montero salta de la vicepresidencia cuarta a la primera y tendrá en esta nueva etapa el encargo de coordinar la política económica del Gobierno -en estrecha colaboracion con Cuerpo- así como presidir los consejos de ministros en ausencia de Pedro Sánchez. Por el camino se deja las responsabilidades de Función Pública, que serán asumidas por el Ministerio de Transformación Digital liderado por José Luis Escrivá, otra de las consecuencias de esta remodelación de gobierno.


Entre la medicina y la política

Licenciada en Medicina y Cirugía y máster en Gestión Hospitalaria por la Escuela de Negocios EADA, María Jesús Montero fue subdirectora médica del Hospital Universitario Virgen de Valme de Sevilla entre 1995 y 1998, año en el que se incorporó al complejo sanitario Virgen del Rocío de la misma ciudad, primero como subdirectora médica y posteriormente como subdirectora gerente.

Su trayectoria política arranca en 2002, en el seno de la Junta de Andalucía, donde ejerció los cargos de viceconsejera de Salud, consejera de Salud y Bienestar Social y Consejera de Hacienda y Administración Pública, bajo las presidencias de Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz. Asimismo, fue diputada regional por Sevilla en el Parlamento de Andalucía entre 2008 y 2018.

Ese año, y tras la moción de censura al entonces presidente Mariano Rajoy, entró a formar parte del primer gabinete de Pedro Sánchez asumiendo la cartera de Hacienda, en la que ha permanecido hasta la actualidad, aunque también ha ejercido durante los dos últimos años las tareas de Función Pública. A Moncloa llegó con parte de su equipo en la Junta de Andalucía y con el reto de defender los presupuestos prorrogados del PP.

También ejerció las tareas de portavoz entre 2020 y 2021, tras la puesta en marcha del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, cargo en el que jugó un papel destadado en plena crisis sanitaria generada por la COVID-19, cuando se consolidó como una de las caras visibles de un Ejecutivo obligado a tomar medidas urgentes y sobre la marcha para paliar las consecuencias de la pandemia.

Talante negociador

Durante sus más de cinco años en el Gobierno ha destacado por su habilidad negociadora, que ha lucido especialmente en los dos acuerdos para formar Gobierno de coalición y en la aprobación de tres presupuestos que han permitido cumplir las previsiones de déficit remitidas a Bruselas, aunque también se le ha achadado cierta ligereza a la hora de cuadrar las cuentas públicas.

Su ascenso a la vicepresidencia primera cobra sentido especialmente después de que Sánchez haya avanzado que la actual legislatura va a tener un "alto perfil político". Y es que la también vicesecretaria general del PSOE se ha mostrado como una entusiasta socialista, feroz en su confrontación con las derechas y parte muy activa en los distintos procesos electorales.

Una de las imágenes que acompañan a la nueva vicepresidenta primera es su eufórica celebración de los resultados de las últimas elecciones generales a las puertas de Ferraz la noche del 23 de julio pasado, cuando las urnas -al contrario de lo que habían avanzado las encuestras- abrieron la puerta a reeditar el Gobierno de Sánchez.

La tarea más inmediata de la que tendrá que encargarse María Jesús Montero será la elaboración y presentación del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2024. Ante un arco parlamentario tan fragmentado, tendrá que esforzarse por recabar los apoyos suficientes para que, por cuarto año consecutivo, puedan ver la luz unas nuevas cuentas públicas en España.

Además, desde Hacienda, tendrá que acometer, después de tres años de reglas fiscales suspendidas, la reducción del déficit y de la deuda pública, que supera el 100% del PIB después de las medidas adoptadas por el Covid o la guerra de Ucrania.