El Papa reclama más "espacio" para las mujeres en la Iglesia y exige que sean "respetadas" en cualquier ámbito
- "Quien lastima a una mujer, profana a Dios, nacido de mujer", ha expresado
El Papa ha reclamado este lunes en la primera celebración litúrgica del año más "espacio" para las mujeres en la Iglesia, al tiempo que ha exigido que sean "respetadas" y "valoradas" en todas las sociedades.
"La Iglesia necesita de María para redescubrir su propio rostro femenino, para asemejarse más a ella que, como mujer, Virgen y Madre, representa su modelo y su figura perfecta; para dar espacio a las mujeres y para ser generativa a través de una pastoral hecha de cuidado y solicitud, de paciencia y valentía materna", ha expresado el Pontífice en la misa que ha celebrado en la basílica de San Pedro.
El 1 de enero se celebra, desde hace 57 años, la Jornada Mundial de la Paz, por lo que es habitual la presencia de un buen número de diplomáticos en la misa presidida por el Papa.
Ante cerca de 7.000 fieles, según los datos facilitados por la Oficina de Prensa del Vaticano, Francisco ha invocado así la paz por intercesión de la Virgen María y ha pedido el fin de los conflictos. Por ello, ha instado a mirar a las madres del mundo para "escapar de las espirales de violencia y odio".
Francisco I: "Quien lastima a una mujer, profana a Dios"
"Nuestro tiempo, vacío de paz, necesita de una Madre que vuelva a reunir a la familia humana. Miremos a María para ser constructores de unidad, y hagámoslo con su creatividad de Madre, que cuida de sus hijos, los congrega y los consuela, escucha sus penas y enjuga sus lágrimas", ha añadido.
Para Francisco, "ella es el camino elegido por Dios" y "el punto de llegada de tantas personas y generaciones" que, "gota a gota", han preparado "la venida del Señor al mundo". De este modo, ha asegurado que la Madre está en el centro del tiempo". "Dios se ha complacido de dar un giro a la historia por medio de María, la mujer", ha asegurado, destacando que "al principio del tiempo de la salvación está la Madre de Dios, nuestra Madre santa".
El Papa ha presidido de esta manera una de las últimas celebraciones de su undécima Navidad en el Vaticano. Como es tradición, el tiempo de Navidad se concluirá el 7 de enero, el domingo después de la Epifanía, fiesta del Bautismo del Señor, cuando tendrá lugar la tradicional cita del Papa en la Capilla Sixtina. En todas las celebraciones litúrgicas ha estado muy presente la guerra en Tierra Santa y en Ucrania. "El mundo necesita mirar a las madres y a las mujeres para encontrar la paz, para escapar de las espirales de violencia y odio, y volver a tener miradas humanas y corazones que ven", ha declarado.
Del mismo modo, ha incidido en la necesidad de toda sociedad de acoger "el don de la mujer, de cada mujer" y de "respetarla, cuidarla y valorarla". "Quien lastima a una mujer, profana a Dios, nacido de mujer", ha concluido.