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"Nos iremos cuando el cuerpo nos lo pida": la 'rave' ilegal de Fuente Álamo, Murcia

  • Esta fiesta no autorizada ha llegado a albergar a unos 8.000 jóvenes
  • Los vecinos de la zona sorprendidos con esta macrofiesta improvisada: "Nadie nos avisó de esto":

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Rave ilegal en la localididad de Fuente Álamo, en Murcia

El Escobar puede que sea una de esas aldeas donde nunca ocurre nada. Uno de esos pueblos ubicados en la falda de la Sierra de Carrasco, en Murcia, que subsisten gracias a la ganadería porcina. Sin embargo, desde hace unos días, muy cerca de El Escobar tiene lugar un evento que quizás, según retratan los vecinos de la zona, sea el acontecimiento más llamativo que ha vivido sus apenas 30 habitantes en los últimos diez años.

Hablamos, por supuesto, de la "Big Fucking Party", o en español La Gran 'Jodienda': Una 'rave' multitudinaria a la que desde el viernes han asistido más de 8.000 personas. Una fiesta ilegal, instalada en las instalaciones de un circuito de carreras abandonado cerca de la localidad de Fuente Álamo, que forma parte de uno de esos grandes proyectos urbanísticos de nuestro país que se convirtió en deficitario y pasó a estar en desuso. Hoy su función es otra: el recinto alberga a miles de jóvenes de todo el mundo.

'Rave' sin previo aviso

"Nadie nos avisó de esto. Mi hijo vive en Alemania y se enteró antes que nosotros". Así lo relata Cati a RTVE.es. Ella es vecina de El Escobar y regenta uno de los dos bares que hay en el pueblo, El Zocato. Ni ella ni su marido tenían la más remota idea de que miles de jóvenes "con el pelo pintado y crestas" (así, al menos nos lo cuenta) iban a asentarse a escasos kilómetros del pueblo para iniciar esta fiesta.

"La policía nos dijo que iban a hacer una 'rev', ni siquiera sabíamos lo que era". Sin embargo, según cuenta, los jóvenes han sido "muy amables" con ellos, no han tenido problema alguno e incluso han visitado la localidad. "Es un pueblo viejo y algunos han venido a hacerse fotos", narra Cati. Un pueblo que cuenta con un viejo lavadero, una parroquia y escasas calles que han sido testigo de lo ocurrido.

Cuando el cuerpo lo pida

A partir de este miércoles, los asistentes de la 'rave' no podrán volver a entrar al circuito, según ha advertido Delegación del Gobierno. Es por ello que muchos de ellos, al salir del recinto, frecuentan bares como el suyo. Paco, marido de Cati, explica a RTVE.es que algunos de ellos almorzaron esta mañana en el bar tras días de ininterrumpida fiesta. La gran pregunta ahora es cuándo abandonarán el recinto los que quedan. "Cuando el cuerpo lo pida", cuenta una joven al equipo de TVE. Según narran los asistentes de esta macrofiesta, lo único que buscan es el buen ambiente, pues según dicen, no hacen daño a nadie. "No se oye nada, vienen y no molestan", añade Paco, que disfruta de un espectáculo único que jamás ha tenido ocasión de ver.

Los Almagros, localidad cercana a El Escobar, lo ha vivido de un modo más discreto. Por allí, cuenta a RTVE.es Pedro, propietario de un taller, no han pasado los jóvenes de la 'rave' aunque según cuenta, sus padres (ambos ya mayores) sí se acercaron al recinto por mera curiosidad y que incluso se hicieron un video junto con los jóvenes. "Puede ser lo mejor que le ha pasado a la zona en los últimos 10 años", asegura Pedro que cuenta cómo la falta de servicios dificulta la subsistencia de las localidades del lugar.

Pedro ha podido ver las decenas de caravanas que durante estos días han inundado la zona. "Matrículas francesas, inglesas, alemanas...", añade. Los asistentes de la 'rave' llevan su propia comida y bebida y es por ello que no necesitan frecuentar los comercios de la zona, y su impacto, pese a lo que se quiera pensar, llega a ser mínimo en los comercios locales.

5.000 jóvenes se concentran en una fiesta clandestina en Fuente Álamo (Murcia)

Decenas de caravanas se suman a los más de 1.600 vehículos que quedan en los alrededores de la fiesta EFE/MARCIAL GUILLÉN

El sábado, varios camiones cargados con los conocidos como "muros sonoros" llegaron a la zona. De los diez grandes altavoces, este miércoles tan solo quedan dos. Y aunque se mantiene la intensidad sonora, se nota que la fiesta va decayendo. Se estima que alrededor de unas 2.000 personas permanecen disfrutando de la música. Todavía hay 1.600 vehículos dentro del circuito de velocidad. Miles de personas, aún, con pijamas y tomando desayunos. Al salir, cerca del municipio de Cuevas del Reyllo, un control de la Policía Local y la Guardia Civil realiza este miércoles pruebas de alcohol y drogas a los vehículos que pasan por allí.

Muchos de ellos aprovechan y, ya que no pueden volver a la fiesta, antes de volver a casa visitan bares como el de Cati y Paco, dando vida a pueblos como El Escobar donde, como ya hemos dicho nunca ocurre nada.