António Costa se despide del Partido Socialista portugués: "Puede que me hayan derribado pero no me derrotaron"
- No descarta regresar a la política tras conocer el veredicto de la Justicia sobre el caso de corrupción que le obligó a dimitir
- También ha dejado la puerta abierta a repetir el pacto parlamentario con la izquierda conocido como 'geringonça'
Casi dos meses después de dimitir por verse involucrado en un caso de corrupción en negocios del litio y el hidrógeno, el primer ministro en funciones de Portugal y ex secretario general socialista, António Costa, ha avisado este viernes que aunque lo hayan podido derribar no lo han "derrotado". En la apertura del 24º Congreso Nacional del Partido Socialista (PS), Costa ha realizado un discurso de despedida del partido en el que ha manifestado su apoyo a su sucesor, Pedro Nuno Santos, y ha hecho un repaso de sus ocho años de Gobierno.
"Puede que me hayan derribado, pero no me derrotaron. Pueden haber derribado a nuestro Gobierno, pero no derribaron al PS", ha advertido Costa. El socialista ha defendido la estabilidad, la continuidad y la unión en su discurso de despedida, en el que ha asegurado que el partido sigue "vivo" y fuerte" y ha mostrado su confianza en una victoria en las elecciones anticipadas del próximo 10 de marzo. El primer ministro en funciones, que siempre tuvo aspiraciones a un cargo europeo, ha indicado que en diciembre, después de conocer el veredicto de la justicia, se podrá hablar de su posible futuro en la política.
Costa ha realizado un repaso de sus ocho años de Gobierno y ha afirmado que en Portugal hay ahora "más libertad de la que había anteriormente" gracias a medidas como la ampliación de la reproducción médicamente asistida o la eutanasia. También ha destacado las políticas para reforzar la paridad, la regionalización, los apoyos a los jóvenes, el combate a las desigualdades y la lucha contra el cambio climático. Además, el ex secretario socialista ha defendido su política de "cuentas correctas", con aumento de salarios y reducción del déficit y de la deuda, sin que llegase el "diablo" (la derecha) al país como alertó en su momento.
Apoyo al nuevo líder
El primer ministro en funciones ha defendido la unidad en el partido y ha mostrado su apoyo a su sucesor, el exministro de Infraestructuras: "Con Pedro Nuno Santos estamos preparados para la lucha y preparados para vencer", ha señalado. "Es un honor enorme haber sido secretario general del PS", ha asegurado Costa visiblemente emocionado.
Al acabar su discurso, Costa ha ido a buscar al nuevo secretario general y lo ha llevado de la mano hasta el centro del escenario para recibir los aplausos de los militantes. Costa recupera así una vieja tradición del partido que no ocurría desde hace más de una década, en la que el líder saliente se encargaba de la apertura del Congreso Nacional, en un gesto con el que ha intentado mostrar la sintonía y la unidad dentro del PS.
Los socialistas tuvieron que renovar su liderazgo antes de lo esperado después de que Costa dimitiese tras saberse investigado en un caso de supuestas irregularidades en negocios del litio y el hidrógeno.
Deja la puerta abierta a repetir la 'geringonça'
Costa ha dejado una puerta abierta a los socios de izquierda con los que logró un acuerdo parlamentario en 2015, conocido como 'geringonça', que lo alzó al poder.
"Creamos un nuevo patrón de gobernabilidad en nuestro país. Una nueva oportunidad para gobernar a la izquierda, que demostró funcionar bien, y es por eso que esos muros (entre los partidos) nunca más volverán a existir", ha defendido Costa.
Este elogio a la 'geringonça' llega el mismo día que uno de sus antiguos socios, el Bloco de Esquerda, se ha mostrado disponible a nuevos acuerdos en el futuro, y cuando el PS tiene un nuevo líder más escorado a la izquierda, que se encargó precisamente de negociar el pacto de 2015.