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Vertido de pélets en aguas españolas, ¿quién tendría que pagar la descontaminación?

  • Ecologistas en acción ya ha interpuesto una denuncia que remite a casos como el Prestige o Aznalcóllar
  • La organización ha pedido una caución de 10 millones de euros a la naviera para hacer frente a la descontaminación

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¿Quién deberá pagar por los vertidos de pellets?

Ante el vertido de pélets en la costa noroeste de España, hay una gran pregunta sobre la mesa: ¿el responsable de los residuos es quien paga la descontaminación? Este accidente ha vuelto a poner de actualidad el problema de las banderas de conveniencia y los entramados empresariales detrás de muchas compañías de transporte marítimo, que provoca que sea muy difícil depurar responsabilidades

Para el caso de los vertidos de pélets, prácticamente, se necesita un mapamundi para saber quién es el responsable de la catástrofe. El accidente fue en aguas portuguesas, pero el buque, con bandera de Liberia, es fletado por una naviera de Bermudas con sede social en Chipre. Pero, por otra parte, esta carga es de una empresa polaca que señala a su fabricante en India.

Según recuerda Marraco, este ya es un problema antiguo de los barcos que navegan con banderas de conveniencia. "Están con distintas empresas interpuestas, algunas en paraísos fiscales o jurisdicciones opacas", incide también Joám Evans, de Ecologistas en Acción, que añade que en estos casos "siempre es un proceso arduo saber quién es el titular real".

Esta organización interpuso una denuncia a la naviera este martes y ha pedido a la fiscalía una caución judicial de 10 millones de euros. Espera un proceso largo y costoso que afecta a diferentes jurisdicciones. José Manuel Marraco incide a RTVE que, en estos casos, "tenemos los tratados internacionales, la normativa europea, la normativa nacional y la normativa autonómica".

Asimismo, al enredo legal se suma la dificultad de calificar como peligrosos o tóxicos los pélets. Si lo fueran, sería más difícil que viajaran en sacos o en la cubierta de los buques.

Desde Ecologistas en Acción argumentan que el impacto en los ecosistemas es "innegable", y más aún cuando avanza el proceso de degradación. Por esto, la ONU trabaja para que los pélets sean considerados peligrosos. Por su parte, la Unión Europea, que estima que cada año se vierten al mar 160 mil toneladas de estas partículas, tiene pendiente legislar contra los microplásticos.