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El regulador aéreo de EE.UU. abre una investigación a Boeing por el avión que perdió parte del fuselaje en pleno vuelo

  • El Gobierno ordenó la inmovilización de todos los aparatos Boeing 737-9 (MAX)
  • En inspecciones anteriores se encontraron tornillos y otros componentes sueltos en los aparatos

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El regulador aéreo de EE.UU. abre una investigación a Boeing por el avión que perdió parte del fuselaje en pleno vuelo
Trabajadores caminan junto a un avión Boeing 737 Max 9 de Alaska Airlines con un tapón de puerta a la espera de inspección, en el Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma.

La Administración Federal de Aviación (FAA, en sus siglas en inglés) ha anunciado este jueves la apertura de una investigación a Boeing por el avión que perdió parte del fuselaje en pleno vuelo el pasado sábado, un 737-9 (MAX) de Alaska Airlines.

"Este incidente nunca debería haber ocurrido y no puede volver a suceder", ha afirmado en un comunicado el organismo.

La FAA ha notificado formalmente a la compañía que está llevando a cabo una investigación para determinar "si Boeing no garantizó que los productos terminados cumplieran con su diseño aprobado y estuvieran en condiciones de operar de manera segura en conformidad con las regulaciones" estadounidenses, según ha informado el propio regulador

El incidente ha supuesto numerosas cancelaciones de vuelos. El Gobierno de Estados Unidos ordenó este miércoles la inmovilización de todos los aparatos Boeing 737-9 (MAX) "hasta que sean seguros", mientras varias compañías, entre ellas la propia Alaska o United Airlines, ya habían suspendido vuelos operados con esos modelos. Tras lo sucedido, también la FAA inmovilizó 171 aeronaves.

Una inspección previa encontró componentes sueltos

El 29 de diciembre del año pasado, antes del incidente de Alaska Airlines, la FAA y Boeing instaron a las aerolíneas a inspeccionar sus 737-9 (MAX) en busca de alguna pieza suelta. Tanto Alaska como United han reconocido que en las primeras inspecciones realizadas a sus aparatos encontraron tornillos y otros componentes sueltos.

El aparato de Alaska Airlines que sufrió el incidente perdió a casi 5.000 metros de altura el panel con el que se había sellado un hueco diseñado para alojar una puerta adicional de emergencia, una medida habitual en aviones que realizan trayectos con poca densidad de pasaje.

Pocos minutos después de despegar, el avión se vio obligado a volver a la ciudad de Portland (Oregón, EE.UU.), de donde había despegado. El incidente no produjo heridos graves.