Álvarez-Ossorio, sobre los ataques a hutíes: "Hay países claramente interesados en una escalada regional"
- Estados Unidos y Reino Unido han bombardeado posiciones hutíes en Yemen
- Sigue en directo la actualidad de la guerra entre Israel y Hamás
Analizamos con Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios árabes e islámicos de la Universidad Complutense de Madrid, el ataque de Estados Unidos y el Reino Unido a los hutíes en Yemen.
PREGUNTA: ¿Qué valoración hace del ataque sobre Yemen? ¿Era esperado?
RESPUESTA: Era algo que podíamos esperar. Entre otras cosas porque varios de los actores implicados en la guerra están interesados en una escalada regional. Israel ha atacado objetivos tanto en Líbano como en Siria en el curso de las últimas semanas, y lo mismo ha hecho Estados Unidos, contra milicias chiíes en Irak.
También ha habido un atentado en Irán que ha provocado más de 100 muertos. Es decir, hay actores claramente interesados en una escalada regional porque piensan que esto podría beneficiarles y podría crear una cortina de humo e involucrar a otros actores internacionales como Estados Unidos; y, por lo tanto, ya no sería tan sólo una guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, sino de Occidente contra actores islamistas satélites de Irán en la región.
P: ¿Puede identificar a esos países interesados en crear esa cortina de humo?
R: Está claro que Israel está interesado en que la atención, el foco mediático, se desplace a otros países de la región y que no se concentre única y exclusivamente en Gaza. De tal manera, compran tiempo para poder finalizar la ofensiva contra Hamás, que es también un proyecto de destrucción de la Franja de Gaza y de expulsión a la población.
Por lo tanto, cuantos más focos de tensión haya en la región, mayor desplazamiento del foco mediático habrá de lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza. Y una colisión directa entre Estados Unidos e Irán es algo, obviamente, que podría beneficiar, y mucho, a Israel en esa campaña que está librando contra la Franja de Gaza.
P: ¿Cómo puede afectar este ataque a la escalada de tensión en la región?
R: Hay que tener en cuenta que lo que están reclamando los hutíes es que se imponga un alto el fuego y que cese la guerra contra la Franja de Gaza. Precisamente ese es el objetivo que tienen al atacar a barcos de pabellón israelí o que se dirigen a los puertos israelíes, a Eilat en concreto. Entonces, si queremos desescalar, la mejor fórmula para hacerlo es precisamente imponer un alto el fuego, algo que, curiosamente, Estados Unidos está negando sistemáticamente, a pesar de la gran presión que existe dentro de la comunidad internacional y del alto coste en términos humanos que está teniendo la ofensiva militar israelí.
La mejor fórmula para desescalar es buscar una solución a lo que está ocurriendo en Gaza, imponer un alto el fuego; y la peor fórmula es crear nuevos focos de tensión y dirigir un ataque contra Yemen, que además podría generar una dinámica muy peligrosa en el caso de que Irán o sus satélites regionales decidan involucrarse.
P: Estados Unidos y Reino Unido apelan a la seguridad del comercio marítimo mundial , ¿cree que es una razón secundaria?
R: Creo que, por una parte, está claro que esos ataques están causando un grave daño al comercio mundial. Tenemos que tener en cuenta que por el estrecho de Bab al-Mandab, que es la entrada al mar Rojo, pasa nada más y nada menos que el 15% del comercio mundial, y encarece notablemente el hecho de que las navieras tengan que circunvalar el continente africano. Eso es una evidencia. Pero, por otra parte, no debemos olvidar cuáles son los intereses de Estados Unidos en la región, y el presidente Biden lo que quiere es precisamente recuperar el protagonismo de Estados Unidos en la región y luchar contra las tendencias aislacionistas de su predecesor en el cargo que es Donald Trump. De tal manera que no sólo se trata de garantizar la libertad de navegación, sino de reafirmar la hegemonía estadounidense en una zona que es clave en términos geoestratégicos.
P: ¿Hay alguna otra relación entre lo que está ocurriendo en Yemen y la guerra de Gaza?
R: Está claro que lo que está ocurriendo en Yemen y lo que está ocurriendo en el estrecho de Bab al-Mandab está estrechamente comunicado con la guerra que está librando Israel contra Hamás. No se puede entender una sin la otra. Por lo tanto, cualquier acción que emprenda Estados Unidos en este sentido va en la dirección de apoyar a su máximo aliado regional que es Israel. La falta de iniciativas para resolver la cuestión palestina para imponer un alto el fuego en la región claramente beneficia a Israel.
P: ¿Alguien puede frenar esta escalada?
R: Difícilmente. Aunque algunos países han optado en el curso de las últimas semanas por la desescalada, por no entrar en un choque directo con Israel, parece que hay otros actores internacionales y, sobre todo, Estados Unidos, interesados en esa escalada. Y, sobre todo, lo ven como un intento de reafirmar su presencia en la región y de contener la penetración de otros actores internacionales como puede ser China, que en el curso de las últimas décadas ha estado ganando protagonismo, sobre todo en el terreno económico, comercial, firmando asociaciones estratégicas con la mayor parte de los países de la región.
Por lo tanto, esta escalada choca directamente contra los intereses de países como Arabia Saudí, como Emiratos, que están apostando por resolver por vía pacífica los problemas en la región, incluido el conflicto yemení, en el cual se había alcanzado un alto el fuego porque consideraban que no beneficiaba a sus intereses ni a sus planes de desarrollo tan ambiciosos y que están muy conectados también con la presencia china en la región, y la penetración comercial y la inserción de la zona de Oriente Medio en el proyecto de la iniciativa de la Franja y la Ruta china.
P: España decidió no participar junto a Estados Unidos en la coalición militar en el mar Rojo. ¿Cómo valora esta decisión?
R: El Gobierno español se negó a tomar parte en esa operación, entre otras cosas porque no tenía muy claros cuáles eran los objetivos, aparte de garantizar la libertad de navegación en esa zona tan estratégica. Y, sobre todo, porque no tenía absolutamente nada que ver con la operación para combatir a la piratería desde la costa somalí. Precisamente esa fue la razón que llevó al Gobierno español a rechazar involucrarse en una iniciativa. Y yo creo que el tiempo le ha dado la razón, porque, en otro caso, España estaría involucrada en una guerra sin la luz verde del Congreso español y sin el debido debate en el Parlamento.