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EE.UU. y Reino Unido bombardean a los rebeldes hutíes en Yemen en respuesta a sus ataques en el mar Rojo

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EE.UU. y Reino Unido bombardean a los rebeldes hutíes en Yemen en respuesta a sus ataques en el mar Rojo

Estados Unidos y Reino Unido han bombardeado este viernes varios objetivos vinculados a los rebeldes hutíes en seis provincias de Yemen, como respuesta a los ataques de este grupo, respaldado por Irán, contra barcos mercantes en el mar Rojo.

Los hutíes han reivindicado sus acciones, que han afectado al transporte marítimo y al comercio internacionales en el mar Rojo, por donde circula casi el 15 % del comercio marítimo global, como un acto de solidaridad con Gaza y para forzar a Israel a detener su operación militar en la Franja.

El presidente estadounidense, Joe Biden, ha asegurado que los ataques se han producido con el apoyo no operacional de Australia, Bahréin, Canadá y Países Bajos, y no descarta que se tomen nuevas medidas. "No dudaré en ordenar medidas adicionales para proteger a nuestra gente y el libre flujo del comercio internacional según sea necesario", ha sentenciado Biden.

El presidente estadounidense ha enfatizado que más de 50 naciones se han visto afectadas y tripulaciones de más de 20 países han sido amenazadas o tomadas como rehenes en actos de piratería. Además, más de 2.000 barcos se han desviado miles de millas para evitar el mar Rojo navegando alrededor de África, lo que se traduce semanas de retraso en los tiempos de envío de materias primas, petróleo, gas y mercancías.

Por su parte, el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, ha aclarado que "no buscamos una guerra en Yemen contra los hutíes". "Queremos que cesen sus ataques", ha recalcado.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha asegurado que "Reino Unido siempre defenderá la libertad de navegación y la libre circulación del comercio". "La Marina Real continúa patrullando el mar Rojo como parte de la Operación Guardián de la Prosperidad para disuadir las posibles nuevas agresiones hutíes", ha añadido.

Ataques contra bases aéreas y militares

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha precisado que el objetivo del ataque han sido "emplazamientos asociados a vehículos aéreos no tripulados, misiles balísticos y de crucero y radares costeros y de vigilancia aérea de los hutíes".

Según funcionarios estadounidenses contactados por Reuters, los ataques se han producido sobre distintas regiones controladas por los rebeldes mediante aviones, barcos e incluso submarinos. El teniente general Douglas Sims, director del Estado Mayor Conjunto, ha detallado que Washington y Londres atacaron casi 30 lugares en Yemen utilizando más de 150 municiones. Además, Sims ha señalado que no se espera que haya una gran cifra de víctimas, ya que los objetivos incluían zonas rurales.

Los bombardeos han impactado contra diferentes posiciones de la capital, Saná, según ha podido constatar EFE, mientras que testigos han afirmado que se han producido también ataques aéreos en las provincias de Al Hudeidah Saada, Dhamar, Taiz y Hajjah, todas ellas en el oeste del Yemen y controladas por los rebeldes hutíes.

De acuerdo con los testigos consultados por EFE, dos de los bombardeos en Saná han tenido como objetivo la base aérea de Al Dailami, ubicada en el aeropuerto capitalino, mientras que otros dos ataques aéreos en Taiz han impactado contra posiciones militares y también contra su aeródromo.

En la ciudad portuaria de Al Hudeida, desde donde los hutíes han lanzado gran parte de los ataques contra navíos mercantes, los bombardeos han tenido como objetivo diferentes posiciones cercanas a su aeropuerto, mientras que unos cuarteles militares en la localidad de Saada también han sufrido el impacto de los ataques.

Según los hutíes, en total han sido 73 bombardeos que han causado al menos cinco muertos.

Los hutíes amenazan con "una guerra furiosa"

Alí al Quhom, miembro del buró político de la milicia, ha asegurado que se ha declarado "una guerra furiosa". "Se atacarán sitios y bases militares estadounidenses y británicos, y el siguiente paso es mayor", ha amenazado.

"Nuestro país ha sido objeto de una agresión masiva por parte de barcos, submarinos y aviones de combate estadounidenses y británicos, y no hay duda de que Estados Unidos y Gran Bretaña tendrán que estar preparados para pagar un alto precio", ha declarado en redes sociales el viceministro de Exteriores de los hutíes, Husein al Ezzi. .

Estados Unidos y Gran Bretaña tendrán que estar preparados para pagar un alto precio

Por su parte, la amalgama de milicias Resistencia Islámica en Irak, respaldada por Irán, ha afirmado haber atacado un "objetivo vital" en la ciudad de Eilat, en el sur de Israel, en la primera acción reivindicada por estos grupos armados desde el ataque estadounidense y británico.

"Los combatientes de la Resistencia Islámica en Irak, utilizando armas apropiadas, atacaron durante la madrugada del viernes un objetivo vital en la ocupada Umm al Rashrash (Eilat)", ha afirmado la agrupación en un comunicado, en el que ha prometido "seguir atacando y destruyendo los bastiones enemigos".

El Gobierno internacionalmente reconocido de Yemen ha acusado a los rebeldes hutíes de "arrastrar al país a un escenario de enfrentamiento militar" y ha indicado que sigue "con gran preocupación la escalada militar en el país". Además, ha justificado los ataques estadounidenses y británicos "en respuesta a los continuos ataques y amenazas de las milicias terroristas hutíes" contra la seguridad marítima en el mar Rojo y en el estrecho de Bab al Mandeb.

Irán alerta de consecuencias regionales y Rusia pide una reunión de la ONU

Estados Unidos encabeza una alianza internacional en el mar Rojo bajo el nombre de operación Guardián de la Prosperidad, creada para detener los ataques a los mercantes. En ella participan Baréin, Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Países Bajos, Noruega y Corea del Sur, entre otros, pero no países de la región como Egipto y Arabia Saudí, ni aliados de EE.UU. como Francia y España.

En una declaración conjunta con el resto de países que participan en la operación, estadounidenses y británicos han asegurado que el objetivo de los ataques es "interrumpir y degradar las capacidades de los hutíes para amenazar el comercio mundial".

Alemania ha asegurado que estaba en contacto con sus aliados y que los ataques no le sorprenden, mientras la OTAN los ha calificado de "defensivos".

Irán y Hamás han condenado el ataque y han responsabilizado a Washington y Londres de las posibles consecuencias regionales.

Rusia ha solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, mientras el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha acusado a EE.UU. y Reino Unido de intentar convertir el mar Rojo en un "mar de sangre".