Claves de las elecciones en Taiwán: qué está en juego y cómo influye la tensión entre China y Estados Unidos
- El partido de la actual presidenta, Tsai Ing-wen, parte como favorito en los sondeos
- China considera a Taiwán como una provincia rebelde y advierte que la independencia supondría guerra
El 2024, maratoniano año electoral con votaciones en más de 50 países, comienza con unos comicios de alto voltaje en uno de los territorios en disputa de Asia Oriental: Taiwán. La isla, autogobernada y democrática pero que China considera parte de su territorio, ha llamado este sábado a las urnas a más de 19 millones de personas para elegir a su líder en pleno recrudecimiento entre las relaciones de Pekín y Taipéi. Los colegios electorales ya han cerrado sus puertas tras una jornada de votación que ha transcurrido sin grandes incidencias.
Aunque la tensión entre ambos territorios no es nueva, sí lo es el cada vez más evidente acercamiento de Taiwán a Estados Unidos, que se ha materializado en visitas de dirigentes a ambos territorios que ha desatado la furia de la China continental; y un panorama internacional muy polarizado - con guerras como la de Ucrania y Rusia, la de Israel y Hamás en Gaza o el incremento de hostilidades entre Corea del Norte y Corea del Sur - en el que Washington y Pekín pugnan por afianzar alianzas y extender su hegemonía.
"Son unas elecciones que tienen importancia geopolítica, especialmente, por el papel que tiene Taiwán en la competencia entre Estados Unidos y China; económica, por ser el gran productor de semiconductores y un punto por el que pasa buena parte del comercio internacional; y también, para tomar el pulso a las democracias en esta parte del mundo", cuenta RTVE.es la investigadora del CIDOB, Inés Arco.
Estas son las claves sobre estas elecciones que, pese a celebrarse de manera interna, pueden tener repercusiones en el tablero internacional:
¿Qué dicen los sondeos? El partido gobernante, el favorito
Los taiwaneses, que celebran elecciones cada cuatro años, deben elegir, por un lado, a su presidente, encargado de diseñar el Ejecutivo y los representantes de otros poderes como el judicial o el de control; y, por otro, al Yuang legislativo, que sería el equivalente a nuestro parlamento, con 113 diputados. Este último es el encargado de marcar la agenda y puede vetar ciertas políticas, por lo que la toma de decisiones puede dificultarse en el caso de que dos formaciones diferentes ganen cada órgano.
En los sondeos, destacan principalmente tres formaciones a liderar el país, aunque se duda si se obtendrán la mayoría en ambos poderes. Se tratan del Partido Democrático Progresista (PDP), el Kuomintang (KMT) y el Partido Popular de Taiwán (PPT).
A la cabeza de las encuestas está la propuesta del actual vicepresidente, Lai Ching-te, del PDP, que representa la opción más alejada de la China continental, ya que defiende el autogobierno y la independencia. Heredero de la presidenta Tsai Ing-wen, que abandona el cargo ante a la imposibilidad administrativa de volver a presentarse tras ocho años en el poder, Lai Ching-te apuesta con seguir el camino dibujado hasta ahora: un marcado alejamiento de Pekín, eliminando el contacto y profundizando en derechos sociales como el ya aprobado matrimonio homosexual, y un acercamiento cada vez mayor a Estados Unidos y sus aliados como Corea del Sur o Japón.
"La figura de Lai Ching-te es más controvertida que la de la actual presidenta, que es vista como más moderada. Es considerado como uno de los candidatos más proindependentistas del partido, aunque ha moderado algo su discurso. Como vicepresidenta, ha elegido a la exrepresentante de Taiwán en Estados Unidos, Hsiao Bi-khim, en un guiño a Washington", indica Inés Arco.
¿Quiénes disputan la Presidencia? El ascenso de una nueva formación
Por detrás del PDP, en los sondeos se sitúa el candidato del nacionalista KMT, Hou Yu-ih, que, aunque defiende, en principio, el autogobierno de la isla, se muestra cercano a Pekín. Hou Yu-ih también cuenta con una dilatada experiencia en política, al haber sido el alcalde de Nueva Taipéi, ciudad con más población de la isla, y acusa al PDP de corrupción y el uso de los medios de comunicación contra la oposición.
"Hay dos visiones enfrentadas sobre el destino de Taiwán. Los nacionalistas, más partidarios de una unificación futura, buscan más acercamiento a China para favorecer la distensión y una búsqueda de soluciones de sus diferencias para evitar situaciones traumáticas, que se han barajado en los últimos tiempos, como una guerra de la unificación", explica el asesor emérito del Observatorio para la Política china, Xulio Ríos, en una entrevista a RNE.
La tercera opción, según las encuestas, es Ko Wen-je, del partido PPT, que ha experimentado un rápido ascenso por su captación del voto joven, cansado del bipartidismo de los 30 años de democracia y preocupado por cuestiones del día a día como la inflación y los altos precios de la vivienda, los bajos salarios, las prestaciones sociales, la energía, eminentemente nuclear que choca con el movimiento ecologista, o la pena de muerte. Sobre el tema de las relaciones de la isla, el candidato, que ejerció como alcalde de Taipéi hasta hace dos años, ha manifestado su intención de construir primero una relación "sólida" con Estados Unidos antes de retomar el diálogo con China, que también considera importante. “El PPT ha sido más ambiguos en temas como la soberanía”, considera Inés Arco, intentando adoptar una “posición intermedia” que ha captado el voto indeciso o más neutral.
¿Qué posición tiene el gobierno de Xi Jinping frente a Taiwán?
La rivalidad entre China y Taiwán se remonta a más de un siglo. Taiwán se fundó en 1911 tras el colapso de la última dinastía imperial de China, pero volvió a quedar bajo la influencia del continente en 1945. Cuatro años después, una guerra civil enfrentó al Partido Nacionalista gobernante contra el Partido Comunista, que ganó. La formación nacionalista entonces se exilió a Taiwán, desde donde se creó un gobierno prácticamente separado. Taiwán tiene su propia Constitución, régimen democrático y fuerzas armadas y mantiene relaciones diplomáticas con unos 14 países.
El gobierno del presidente chino Xi Jinping, no obstante, defiende el principio de "una sola China" y considera a Taiwán parte de su territorio, por lo que se ha mostrado contrario a la independencia de la isla. Así de contundente lo ha indicado el embajador de China en España, Yao Jing, en una entrevista a RNE. "Estamos radicalmente en contra del llamado Taiwán independiente porque es parte de China. Es la línea roja para el Gobierno de China", ha afirmado. En esta línea también se ha expresado el portavoz de Defensa chino, Wu Qian, que califica al PDD de "alborotador" y le acusa de poner en peligro la paz en el Estrecho.
"Estamos diciendo al PDP que la independencia de Taiwán significa guerra. No importan cuántas armas sus líderes obtengan de Estados Unidos", ha aseverado. Para China, por tanto, el tema de Taiwán "es un asunto interno" y no parece contemplar una mediación. "Creo que son asuntos internos. Es una cuestión histórica de rivalidad entre el continente y Taiwán. Para China es muy sencillo. Primero solo hay una China. Ese es el consenso internacional, cuando establecemos cualquier relación diplomática con cualquier país", ha indicado el embajador chino en España.
Estas elecciones llegan, además, en “un momento un tanto complicado para la China continental, porque se plantea una estrategia a 15 o 20 años de terminar el proceso de modernización y al mismo tiempo quiere culminar la reunificación con la máxima celeridad posible", apunta Xulio Jiménez, sobre la complejidad del proceso. Para conseguirlo, – señala Inés Arco – la opción más deseable para Pekín sería que ganara el Kuomintang, con el que ya tuvo algunos acercamientos en el pasado y, apuestan “por rebajar tensiones”, aunque, según las encuestas quedaría en segundo lugar.
¿Cómo están las relaciones entre Estados Unidos y China?
Las elecciones suponen una nueva prueba a las relaciones entre Estados Unidos y China. El pasado mes de noviembre el presidente estadounidense, Joe Biden, y el líder chino, Xi Jinping, acordaban retomar el diálogo, a pesar de sus diferencias y desconfianza mutua. Con esta puesta en escena, se pretendía disminuir las hostilidades que había ido en ascenso en el último año por un presunto intento de espionaje chino, las visitas entre representantes de EE.UU. y Taiwán y el envío de ayuda militar a la isla.
La denominada 'crisis de los globos' tuvo lugar el pasado mes de febrero, cuando Estados Unidos detectó un globo aerostático chino que sobrevolaba su territorio y que fue derribado. Para Washington, el artilugio formaba parte de un programa de espionaje del país asiático, mientras que Pekín afirmaba que tenía solo fines meteorológicos. Estos aparatos también han entrado en la campaña taiwanesa y el PDP ya ha dicho que ha detectado 36 globos aerostáticos en las inmediaciones de su territorio, doce de los cuales llegaron a sobrevolar la isla.
En cuanto a los encuentros, uno de los que más controversias ha generado ha sido el viaje en abril de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, a California, donde fue recibida por el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy. La visita - que se hizo en una escala breve en el país con dirección a Centroamérica - desoyó las advertencias China y se convirtió en la de mayor rango entre representantes de ambos territorios en suelo estadounidense desde 1979.
En 2022, ya se había producido el mismo movimiento, pero al revés: era la presidenta, en aquel momento, de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, quien visitaba Taiwán durante su gira por Asia. En los dos casos, la respuesta de Pekín fue contundente y desplegó maniobras militares durante días entorno a Taiwán como advertencia, que aumentó también la presencia de las unidades del Ejército de Estados Unidos, aunque sin llegar a darse ataques.
¿Qué lazos tiene Estados Unidos y Taiwán?
Además de los movimientos diplomáticos, Taiwán también recibe ayuda militar de Estados Unidos. Uno de los últimos paquetes anunciados fue en el mes de julio por valor de 345 millones de dólares, aunque no se detalló su contenido. China desaprueba estas medidas, por lo que ha vuelto a hacer un llamamiento a su detención, aprovechando las elecciones. "Instamos a los Estados Unidos a cumplir su serio compromiso con China sobre la cuestión de Taiwán, a que deje inmediatamente de armar a la isla y también a que no intervenga en sus elecciones", ha recordado desde el Ministerio de Defensa, Wu Qian, en declaraciones a la prensa.
Para los analistas, la posición más favorable en estos momentos para Estados Unidos sería "mantener un status quo" y un diálogo continuo. “Teniendo en cuenta cómo está la situación internacional, es decir, con el conflicto en Ucrania y en Gaza, en los que Estados Unidos ya está bastante involucrado, que haya un tercer punto caliente puede no convenirle”, estima Inés Arco. "Es evidente que a Estados Unidos no le interesa la unificación. Tampoco la independencia porque supondría un conflicto que va a desestabilizar la región. Lo más beneficioso para Taiwán, Asia y el mundo es que efectivamente Estados Unidos y China, como han hecho en la cumbre de noviembre, se sienten más a hablar del tema", declara Xulio Ríos a RNE.