El vertido de Galicia pone el foco sobre la contaminación del plástico: "Importa limpiar, pero más reducir el consumo"
- Voluntarios en la retirada de pélets recuerdan que la contaminación no ha empezado ahora: "Todos los días está pasando"
- María Candamo recorre cada día una de las playas afectadas creando joyas a partir de los restos que no dejan de llegar
Pasan desapercibidos como gotas de agua en el océano. Pero el reciente vertido de pequeñas bolas de plástico en Galicia ha puesto el foco sobre un problema que viene de lejos y que, como los pélets, también suele pasar desaparecido. Los plásticos están presentes en todo el mundo, desde lo más profundo de la fosa de las Marianas hasta lo más alto del Everest.
María Candamo conoce bien el impacto de los plásticos. Esta joven de 23 años de Muros (A Coruña) acude cada día como voluntaria a limpiar las playas de su localidad, pero no ha empezado ahora, con el vertido del 'Toconao'. Lo hace los 365 días del año, y con los restos que encuentra se dedica a hacer joyas para darles una "segunda vida".
“Esto no es un problema de hoy, es un problema de hace ya muchísimos años“
"La playa está llena de microplásticos, pero no solo micro, también macro y de todo. Hay una cantidad de basura impresionante", explica desde la playa de Area Maior, un impresionante arenal de arena blanca y fina en el espacio protegido de Monte y Laguna de Louro. "Esto no es un problema de hoy, es un problema de hace ya muchísimos años", recuerda.
Candamo se dedica a recorrer la playa y recoger basura, en especial restos pesqueros como cabos, redes y aparejos, "toneladas y toneladas" que llegan con frecuencia en invierno al tratarse de una playa exterior, abierta al océano Atlántico. Con estos restos crea pendientes, pulseras o collares a través de su proyecto Lixo Atelier (lixo significa basura en gallego). Lo hace para "lanzar el mensaje de que hay belleza en esto y de que esos residuos que habían tenido una antigua vida marinera puede seguir teniendo vida de otra forma".
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Los vertidos de pélets, un problema constante en Cataluña
Muy cerca de esta playa está la de Lariño, en el municipio de Carnota, otra larga lengua de prístina arena blanca. Aquí trabajan dos voluntarias de la ONG catalana Plastic Free Wave para retirar las pequeñas bolas de plástico. De casa traen la experiencia de haber limpiado decenas de playas en Cataluña, donde también sufren el problema de la contaminación de los pélets.
"El Mediterráneo es uno de los mares más contaminados por microplásticos del planeta", explica Èlia Planas, impulsora de esta ONG. Concretamente, advierte del problema en los arenales de Tarragona, como la playa de La Pineda, en Vila-seca, "donde hay vertidos de pélets continuamente".
Aunque se estudia el origen de esa contaminación, es probable que se deba a la cercanía de las petroquímicas en la zona, señala. Las fábricas de Tarragona y Barcelona son responsables del 70% de la producción de plástico en España, y de hecho la Generalitat catalana abrió expediente el pasado diciembre contra ocho de ellas por estos vertidos.
Precisamente en la playa de La Pineda trabaja habitualmente otra ONG, Good Karma, que es la que ha cedido a las voluntarias de Plastic Free Wave una máquina para hacer más eficaz la limpieza de pélets. Con ella, una especie de colador gigante que da vueltas gracias a una manivela, se puede acelerar la retirada de pélets más que con el procedimiento de hacerlo a mano y uno a uno, como han empezado haciendo los voluntarios en Galicia.
Gracias a ella consiguieron limpiezas efectivas como la de 2022, cuando solo en dos horas y en apenas 200 metros cuadrados consiguieron retirar 1,8 millones de pélets, un récord mundial. Se trata de una densidad de más de 9.000 pélets por metro cuadrado en dicha playa, situada entre Tarragona y Salou.
Aun así, Planas aclara que la situación de Galicia es grave. "Aquí hay muchos más pélets y más concentrados que en Cataluña. Allí están más dispersos, pero aquí está llegando una gran cantidad en poco tiempo", apunta.
"Lo importante es concienciar a la población para reducir el consumo"
Planas y su equipo trabajan habitualmente con colegios, y suelen hacer una limpieza a la semana, e incluso una al día según la temporada. Cree que, además de la importancia de recoger la basura que se acumula en la costa, es fundamental ir a la raíz del problema.
"Al final la problemática de los plásticos está en toda España y todo el mundo y lo importante es concienciar a la población para intentar reducir el máximo al plástico que estamos usando. Porque si no reducimos no vamos a llegar a ninguna parte. Las limpiezas también son importantes, pero no son la solución", explica.
El número de plásticos que usamos en el día a día se ha disparado en los últimos años y solo el 9% del que se ha producido hasta la actualidad se ha reciclado. La inmensa mayoría, el 79%, termina en vertederos o en el medio ambiente, y buena parte acaba en el mar, según datos de Greenpeace.
La basura plástica está presente en todos los mares y océanos, pero el Mediterráneo concentra entre un 21% y 54% de todas las partículas de microplásticos del mundo, según un informe de esta organización ecologista. Se trata de un problema persistente por el tiempo que tardan en degradarse y desaparecer: 600 años en el caso de hilos de pesca, 500 una botella de plástico o 55 una bolsa.
"Esto no es algo aislado, es un problema del día a día"
En la misma playa de Lariño recogen pélets también un grupo de estudiantes de Formación Profesional coordinados por voluntarios de Afundación -de Abanca- y de la organización Hábitat.
Una de las coordinadoras de esta última, Elia Pérez, lanza un mensaje similar al de Planas. "Cuando hacemos actividades de limpieza intentamos retirar el máximo número posible de plásticos, pero también de que las personas que vengan se vayan con la idea de que esto no es algo aislado y de que es un problema de día a día. Todos los días está pasando esto", enfatiza.
Asegura que "solo si reducimos su consumo se van a producir menos, se van a transportar menos y no se van a perder", lo que ha ocurrido con este vertido, ya que se originó después de que un carguero perdiera varios contenedores cargados de granulados, la materia prima para fabricar botellas y otros objetos de uso diario. "Realmente el plástico en sí fue un invento muy bueno. El problema es el mal uso, el abandono, el hecho de usar y tirar", añade.
Europa mueve ficha para reducir un 74% la cantidad de pélets perdidos
El abuso de plásticos tiene su consecuencia directa en la vida de los animales y los seres humanos. Más de un millón de aves y más de 100.000 mamíferos marinos mueren al año como consecuencia de todos los plásticos que llegan al mar, según Greenpeace, y buena parte de los microplásticos pasan por la cadena trófica a formar parte de nuestro organismo.
Para reducir el problema, la Unión Europea ya prohibió los plásticos de un solo uso, como cubiertos y platos de plástico o pajitas, en 2021. Recientemente, en octubre de 2023, prohibió también el uso de microplásticos en elementos tan cotidianos como la purpurina, cosméticos o detergentes y suavizantes.
Ahora, a partir del reciente vertido de pélets, Bruselas ha abierto la puerta a introducir controles en el transporte marítimo en Europa en la ley que prepara para limitar las pérdidas de microplásticos. La Comisión Europea estima que cada año se liberan accidentalmente entre 52.000 y 184.000 toneladas de pélets al medio ambiente, y con el texto que prepara, que establecerá controles para las empresas, se podría reducir esta cifra en un 74%.
Mientras llegan estos cambios y tratan de concienciar del problema, los voluntarios recuerdan la necesidad de continuar con la limpieza en las playas gallegas, en las que los casi invisibles pélets siguen llegando ola tras ola.