Las personas invidentes reclaman mayores referencias en las zonas de bajas emisiones
- Su implantación supone zonas de plataformas únicas donde los invidentes pierden sus referencias de movilidad
- La ONCE ha editado recomendaciones para los ayuntamientos para el diseño de estas zonas
Los municipios con más de 50.000 habitantes trabajan desde hace meses en la implantación de zonas de bajas emisiones. Esto lleva en muchos casos a la apertura de calles semipeatonales, con una plataforma única, sin aceras. Estas vías, sin embargo, generan nuevas dificultades para las personas invidentes que pierden sus referencias habituales.
Sin referencias táctiles
Las grandes ciudades ganan espacio para los peatones: menos coches, menos contaminación y menos obtáculos. El mobiliario urbano irrumpe en las antiguas aceras, desparecen los bordillos y las bicicletas entran y salen. Las personas invidentes pierden así sus elementos informativos y aumenta el riesgo de atropello.
“En la acera teníamos información con el bordillo, ahora no tenemos señales que nos guíen“
Acompañamos a Pablo por las calles peatonales de Talavera de la Reina. "En las aceras teníamos referencia por el bordillo pero ahora no hay señales que nos guían" nos comenta Pablo mientras cruzamos por una de estas vías.
Guía para los ayuntamientos
Desde la ONCE aportan soluciones con una guía que han editado para los ayuntamientos. La prioridad es crear zonas de seguridad marcadas con baldosas acanaladas.
El mobiliario urbano debe estar fuera de las zonas de seguridad, las bicis y los patinetes deben mantenerse en la antigua calzada y los vehículos deben respetar los límites de velocidad. "Lo ideal sería que estuviera delimita la zona de tránsito de los vechiculos de la acera, tanto con un cambio cromático como táctil para que mi baston lo detecte si pierdo mi linea recta y entro en una zona de tránsito" nos comenta Daniel Hormigos, técnico de la ONCE.
Unas nuevas calles sin barreras, pero mejor con información clara para todos.