Acusan de terrorismo al líder de la secta keniana que obligaba a sus miembros a ayunar hasta la muerte
- Paul Mackenzie y otras 94 personas se enfrentan a delitos relacionados con la muerte de 429 personas
- Las autoridades empezaron a encontrar cadáveres en abril en el bosque de Shakahola
El líder de la secta keniana que obligaba a sus seguidores a ayunar hasta la muerte, Paul Mackenzie, y otras 94 personas han sido acusadas este jueves de delitos de terrorismo relacionados con la muerte de 429 personas, cuyos cadáveres han sido exhumados del bosque de Shakahola.
Los cargos, anunciados durante una comparecencia ante un tribunal de la ciudad suroriental de Mombasa, son los primeros que se presentan contra Mackenzie, que fue detenido el pasado mes de abril cuando las autoridades empezaron a encontrar los cuerpos.
En un primer momento, las autoridades del país informaron del hallazgo de 73 cadáveres, pero poco a poco la cifra fue aumentando. Mackenzie Nthenge aseguró a las autoridades que encontrarían a más de 1.000 personas que habían ido a "encontrarse con Jesús".
Los hechos empezaron a conocerse como la "masacre de Shakahola", nombre del bosque de más de 320 hectáreas donde fueron encontrados casi todos los cadáveres, todos ellos enterrados en tumbas y fosas comunes.
Mackenzie y sus coacusados han negado los cargos
Mackenzie y sus coacusados han negado los cargos de los que les acusan ante el juez, Joe Omido, y deberán comparecer de nuevo ante el tribunal el 8 de febrero para una vista sobre la fianza.
Según las autoridades, el líder de la secta ordenó a sus seguidores que se mataran de hambre a sí mismos y a sus hijos para poder ir al cielo antes de que se acabara el mundo. Un abogado de Mackenzie ha dicho que su cliente, autodenominado pastor, está cooperando con la investigación.
El miércoles, un juez de otro tribunal en la ciudad costera de Malindi, ordenó que Mackenzie y 30 de sus asociados fueran sometidos a evaluaciones de salud mental antes de ser acusados de asesinato en relación con 191 del total de 429 muertes.
Los fiscales de Mombasa y Malindi han informado de que también acusarán a las 95 personas de homicidio involuntario y tortura.