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Energía eléctrica

Adiós a la Central Térmica de Andorra

  • Endesa vuela la tercera y última caldera de la central
  • En menos de 7 segundos, la torre de 70 metros ha desaparecido

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Adiós a la última y tercera caldera de la central térmica de Andorra

Este viernes, 19 de enero de 2024, la central térmica de Andorra ha cerrado una etapa. Ha dicho adiós a la tercera caldera, la última estructura esbelta que quedaba en pie. Endesa ha dado un paso más en el proceso de desmantelamiento, que se encuentra al 94%, y que comenzó en febrero del año 2021.

Con temperaturas rozando los cero grados centígrados, con lluvia e incluso con nieve intermitente, la voladura de la última torre se ha llevado a cabo a las 15:00 horas. Sin ningún retraso y con menos expectación por parte de los vecinos que en voladuras anteriores.

Desde Endesa señalan que es un paso más en el proceso de cierre y desmantelamiento de las centrales de carbón que la compañía está llevando a cabo y que completará en la península en el año 2027.

Es un hito histórico para la planta

"Es un hito histórico para la planta y se vive con tensión y con mucha concentración para que todo salga bien", destaca Luigi Erbie, jefe técnico de la obra de Endesa.

Desde la compañía energética destacan que para la realización de estas actuaciones ha sido necesario diseñar exhaustivos procedimientos con el objetivo de garantizar unas condiciones absolutas de seguridad y efectivas de demolición.

Para la demolición se han utilizado 340 detonadores y 620 Kg de explosivo y se ha fijado un radio de seguridad de 400 metros. "El empleo de explosivos es el procedimiento más seguro. Una vez que la caldera está en el suelo se realizan los trabajos de corte y preparación para el transporte con máquinas pesadas, lo que evita tener que hacer trabajos con operarios en altura y se maximiza la seguridad del proceso" subraya José Luis Villabrille, director de demolición de Endesa.

La voladura de cada una de las calderas ha producido alrededor de 10.000 toneladas de residuos metálicos que serán gestionados de acuerdo con la normativa medioambiental. Estos residuos serán valorizados para su posterior uso. Cada una de las calderas de la central tenía 70 m de altura y 780 metros cuadrados de superficie en planta.

Futuro de la planta

Durante más de cuatro décadas ha estado operativa la central térmica de Teruel (Andorra), creando un vínculo muy arraigado en la zona. Endesa solicitó el cierre de la central en 2019 y en ese momento se inició su proceso de desmantelamiento y la elaboración de un plan de futuro que contempla, según la compañía, la implantación de nueva industria y el desarrollo de nueva potencia energética, esta vez, renovable.

Según Ignacio Montaner, director general de Endesa de Aragón y Soria, el futuro de la planta es esperanzador. "Se pasará de producir energía con carbón, a generar energía limpia con una potencia instalada de 1.843,6 MW gracias a 7 proyectos renovables hibridados, 2 proyectos de almacenamiento con baterías, un proyecto de hidrógeno verde y un compensador síncrono".

Este desarrollo renovable va acompañado de un plan socioeconómico para la zona que tiene como objetivo generar empleo y valor en el entorno de la que fuera una de las centrales térmicas más grande de España, según Endesa.

Endesa, a través de su filial renovable Enel Green Power España, invertirá más de 1.800 millones de euros y, junto con el plan socioeconómico, generará más de 6.300 empleos en total, de los que más de 370 serán empleos directos ligados al proyecto renovable. A ellos se sumarán, una vez esté desplegado todo el plan de desarrollo socioeconómico, otros empleos estables de largo plazo. Todo ello eleva a 500 los puestos de trabajo fijos y de largo plazo que generará este plan de Endesa y sus 30 socios en 2028, lo que supone superar ampliamente los empleos directos e indirectos que generaba la central térmica.