El Monte de los Olivos, un enclave milenario de gran trascendencia religiosa para cristianos y judíos
- La Biblia ubica en este paraje algunos de los episodios más destacados de la vida de Jesucristo
- Para los judíos es un lugar de enterramiento y en él se ubican 150.000 tumbas desde tiempos bíblicos hasta hoy
- Telediario Especial desde Jerusalén
Ubicado al este de Jerusalén -sobre la cual se eleva unos 60 metros y ofrece una vista privilegiada-, el Monte de los Olivos es uno de los parajes con mayor simbolismo religioso de la ciudad, especialmente para cristianos y judíos, y escenario de algunos de los pasajes más destacados de la Biblia.
En el Nuevo Testamento, el Monte de los Olivos es mencionado como el lugar donde Jesucristo rezó por última vez; también allí se ubica su detención e incluso el lugar donde ascendió a los cielos. Por ese motivo, en el paraje se encuentran varias iglesias que recuerdan estos pasajes bíblicos, como la Gruta de Getsemaní, el Sepulcro de María, la Iglesia de María de la Magdalena y la Basílica de Getsemaní.
Para los judíos, sin embargo, este siempre ha sido un lugar de enterramiento, ya que el Libro de Zacarías sitúa en este punto el lugar en el que Dios comenzará a redimir a los muertos tras el final de los tiempos. En el monte se ubican unas 150.000 tumbas desde tiempos bíblicos hasta la actualidad y en sus cementerios reposan ciudadanos anónimos y personalidades como el ex primer ministro israelí Menahem Begin, el premio Nobel de Literatura Shmuel Yosef Agnón o la princesa Alicia de Battenberg, madre de Felipe, duque de Edimburgo.
Entre 1948 y 1967, durante la guerra árabe-israelí, el enclave fue ocupado por Jordania y unas 50.000 lápidas fueron dañadas y utilizadas para construcción y en el monte se construyeron aparcamientos, una gasolinera, un hotel y una carretera que atravesaba el enclave. Tras la guerra de los Seis Días el gobierno israelí reunificó la ciudad e inició la restauración del cementerio, que hoy en día es uno de los atractivos turísticos de Jerusalén.