Elecciones en EE.UU.: ¿Quiénes son los principales candidatos a competir por la Casa Blanca?
- Trump y Haley compiten por ser el candidato republicano y Joe Biden es el más probable aspirante demócrata
- Otras tres personas se han presentado como candidatos independientes, entre ellos el sobrino de John Fitzgerald Kennedy
Tras la retirada de varios candidatos republicanos y mientras los primeros estados han empezado a celebrar las primarias y los caucus en la carrera hacia la Casa Blanca, solo dos políticos republicanos compiten por ser el candidato de su partido para las elecciones presidenciales de 2024. El actual presidente, Joe Biden, es el más probable candidato del Partido Demócrata, aunque cuenta con dos rivales, y varios aspirantes independientes se han unido a la carrera hacia la Casa Blanca.
Después de meses de campaña, la lista de candidatos republicanos se ha reducido a dos, el expresidente Donald Trump, quien lidera los sondeos por un margen considerable, y la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, tras la retirada por sorpresa del gobernador de Florida, Ron DeSantis.
El ganador de la carrera republicana desafiará al candidato demócrata en las elecciones que se celebrarán en noviembre. Biden anunció en abril su intención de presentarse a la reelección y no plantea una oposición seria ninguno de sus principales rivales: Marianne Williamson y Dean Phillips.
Estos son los principales candidatos a la presidencia de Estados Unidos:
Donald Trump
A pesar de haber ocupado durante cuatro turbulentos años la Casa Blanca, el expresidente Donald Trump, de 77 años, tiene una amplia ventaja en las encuestas, así como un control férreo sobre gran parte de la base del Partido Republicano.
El magnate neoyorquino fue el primer candidato en declarar su intención de presentarse para la nominación republicana en 2024. Trump ha sido el primer expresidente en tener que hacer frente a cargos penales después de ser acusado por un gran jurado de Manhattan en un caso relacionado con un soborno a una actriz porno. Ahora también se enfrenta a cargos penales federales relacionados con la apropiación de documentos clasificados que tenía guardados en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida, y a otros 13 cargos por supuesta manipulación de los resultados de las elecciones de 2020 en Georgia. Trump también está imputado por su posible implicación en el asalto al Capitolio.
Además, el expresidente sigue afirmando falsamente que ganó las elecciones celebradas en 2020 -que convirtieron en presidente a Joe Biden- y ha recalcado que, si vence en los próximos comicios, tiene la intención de derogar muchas de las iniciativas de la Administración Biden.
Según las primeras encuestas, casi dos tercios de los votantes de las primarias republicanas votarían por Trump. El expresidente no ha dicho si apoyaría a otro candidato en el caso de que no ganara la nominación.
Durante su campaña, el magnate ha prometido terminar lo que empezó si vuelve a la Casa Blanca, como ampliar su muro en la frontera sur y deshacer la ley de Atención Médica Asequible, que tiene el objetivo de ayudar a millones de estadounidenses que no tienen cobertura de un seguro de salud.
Trump ha prometido otros cambios radicales, como la imposición de políticas de inmigración más duras -entre ellas deportaciones masivas y acabar con la ciudadanía por nacimiento-, destruir el Obamacare e imponer restricciones más severas al comercio con China.
También ha adelantado que indultará a “una gran parte” de aquellos que fueron condenados por delitos federales por su participación en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
A finales de diciembre, el Tribunal Supremo de Michigan rechazó descalificar a Trump de las elecciones a la Casa Blanca por su papel en el asalto, un fallo que contrastó con la decisión una semana antes del Tribunal Supremo de Colorado, que sí dejó fuera al expresidente bajo la misma premisa legal. La principal funcionaria electoral de Maine también descalificó a Trump de la papeleta del estado en las primarias.
Nikki Haley
La exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora de Estados Unidos ante la ONU durante la Administración Trump, de 51 años, fue la primera candidata en desafiar al expresidente por la nominación republicana.
Nacida en Carolina del Sur en una familia de inmigrantes punjabíes sij, Nikki Haley se convirtió en 2009 en la gobernadora más joven del país y ganó visibilidad en el país al pedir la retirada de la bandera confederada del capitolio de su estado.
A pesar de admitir que “no era una fanática” de Trump en 2016, aceptó su propuesta de convertirse en embajadora de Estados Unidos ante la ONU, un mandato que estuvo marcado por su dramática salida de una reunión del Consejo de Seguridad mientras hablaba un enviado palestino.
Haley se ha presentado como una conservadora sólida y como una firme defensora de los intereses del país en el exterior, así como una candidata con la capacidad de abordar cuestiones de género y raza.
Si gana las elecciones, Haley promete encontrar un “consenso nacional” sobre el aborto, aunque no ha especificado con cuántas semanas de embarazo apoyaría una prohibición. Como gobernadora de Carolina del Sur, promulgó una ley que prohíbe el aborto desde la sexta semana de embarazo sin excepciones por violación o incesto.
También ha asegurado que reiniciaría la política de “Permanecer en México” para los solicitantes de asilo, contrataría a más agentes de la Patrulla Fronteriza y del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, según sus siglas en inglés).
Haley ha subrayado la necesidad de una “nueva generación de liderazgo” y ha insistido en su relativa juventud en comparación con Trump y Biden. En este sentido, la candidata a la nominación republicana ha asegurado que apoyará límites de mandato para los miembros del Congreso y “pruebas obligatorias de competencia mental para políticos mayores de 75 años”.
Joe Biden
Con 81 años, Biden ya es el presidente de mayor edad de la historia de Estados Unidos y tendrá que convencer a los votantes de que tiene fuerzas para otros cuatro años en el cargo, en medio de preocupaciones por su edad y sus bajos índices de aprobación.
Al anunciar su candidatura a la reelección, el actual presidente afirmó que su trabajo es defender la democracia de Estados Unidos y se refirió directamente al asalto al Capitolio. En este sentido, dijo que tiene la intención de seguir “luchando por nuestra democracia” contra los “extremistas del MAGA”, el acrónimo del eslogan que llevó a Trump a la Casa Blanca en 2016: “Make America Great Again”.
Los aliados de Biden creen que es el único candidato del Partido Demócrata que puede derrotar a Trump. Además, el presidente vuelve a presentarse con su compañera de fórmula, Kamala Harris.
La economía será un factor importante que puede no ayudar en su campaña de reelección, ya que, aunque el país está creciendo más rápido de lo que esperaban los economistas, la inflación alcanzó en 2022 su mayor cifra en 40 años y el coste de alimentos y de la gasolina está pesando sobre los votantes.
Durante su mandato, Biden ha liderado la respuesta de los países occidentales a la invasión rusa de Ucrania y ahora se enfrenta al desafío de conseguir que la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, apruebe fondos adicionales para Kiev. Una de sus propuestas de campaña es continuar ofreciendo ayuda al Gobierno de Volodímir Zelenski.
Además, la Administración Biden también ha apoyado a Israel en el conflicto contra Hamás en Gaza, pero ha recibido llamamientos por parte de algunos miembros de su partido para que presione a Israel para lograr un alto el fuego.
En cuanto a asuntos internos, Biden ha impulsado masivos paquetes de estímulo económico y gastos en infraestructura para fomentar la producción industrial de Estados Unidos.
Su gestión en política migratoria ha sido criticada tanto por republicanos como demócratas, ya que la entrada de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México ha alcanzado cifras récord durante su administración.
Si logra su reelección, Biden ha prometido proteger el Seguro Social y Medicare, limitar el coste de la insulina a 35 dólares (unos 32 euros al mes) para todos los estadounidenses y vetar una prohibición nacional del aborto si alguna vez llega a ser aprobada por el Congreso.
Marianne Williamson
Con 71 años, Williamson es una escritora que ganó protagonismo por aparecer en el programa de la conocida Oprah Winfrey como consejera espiritual de la presentadora.
Se trata de su segunda candidatura en una carrera hacia la Casa Blanca, ya que se presentó sin éxito para la nominación demócrata en 2020. Nunca ha ocupado un cargo político.
En su campaña, Williamson promete “resistir enérgicamente cualquier intento de restringir, limitar o disminuir los derechos y libertades reproductivos” otorgados por el histórico fallo ‘Roe versus Wade’ de 1973, que reconoció por primera vez en Estados Unidos el derecho constitucional de la mujer al aborto sin restricciones antes de las semanas 24 y 28 de embarazo y que fue anulado por el Tribunal Supremo del país, de mayoría conservadora en junio de 2022.
Asimismo ha afirmado que declarará una “emergencia nacional en torno a la epidemia de violencia armada”, “eliminar la venta de rifles de asalto y armas semiautomáticas, prohibir los cargadores de alta capacidad y la impresión 3D de armas de fuego”, así como legalizar “el cannabis y los psicodélicos utilizados con fines tanto recreativos como médicos”.
Dean Phillips
El multimillonario empresario y cofundador de una empresa de helados Dean Phillips es un congresista poco conocido de Minnesota de 54 años. En octubre anunció que plantearía un desafío arriesgado al actual presidente estadounidense porque no cree que Biden pueda ganar otro mandato.
Phillips ha criticado la candidatura a la reelección de Biden y ha expresado su preocupación por su edad y sus bajos índices de aprobación.
Si logra llegar a la Casa Blanca, el multimillonario se ha comprometido a “mejorar la seguridad pública” aumentando fondos para los departamentos de Policía y apoya una “reforma migratoria integral, que incluya una mayor seguridad fronteriza y un proceso simplificado para quienes buscan entrar al país de forma legal”.
Robert F. Kennedy Jr.
Abogado de profesión, sobrino del presidente John F. Kennedy e hijo de Robert F. Kennedy, asesinado en 1968 durante su propia candidatura a la Presidencia, Kennedy es un activista antivacunas que dirige un grupo sin fines de lucro llamado Children’s Health Defense, que ha sido suspendido en Facebook e Instagram después de difundir información errónea sobre el coronavirus.
Robert F. Kennedy Jr., de 69 años, se presenta como un candidato independiente después de postularse inicialmente a la nominación demócrata.
En su campaña ha prometido “desmantelar el complejo industrial de censura, en el que las grandes tecnologías censuran, eliminan plataformas, prohíben en la sombra y suprimen algorítmicamente a cualquier persona u opinión que el Gobierno les pida” y se ha comprometido a “liderar el camino hacia la reconciliación nacional”.
Cornel West
Con 70 años, Cornel West es un activista y escritor progresista que se ha presentado como candidato independiente a las elecciones de Estados Unidos.
Inicialmente anunció su candidatura en junio de 2023 como miembro del Partido del Pueblo, pero nueve días después decidió presentarse para la nominación del Partido Verde y luego como candidato independiente.
Durante su campaña, West ha hablado a menudo sobre el movimiento en defensa de los derechos civiles y ha dicho en reiteradas ocasiones que su misión es cumplir el legado de líderes como Martin Luther King.
West ha prometido acabar con la pobreza y garantizar la vivienda. Para ello promete establecer un “impuesto sobre el patrimonio sobre todas las pertenencias y transacciones de multimillonarios”, “establecer una comisión federal de Renta Básica Universal” e “instituir una semana laboral de cuatro días”, así como “guardería infantil gratuita” en todo el país y “nacionalizar la industria de la salud, incluida la industria farmacéutica”.
Jill Stein
Jill Stein, de 73 años, médica y activista medioambiental, se presentó como candidata del Partido Verde después de que West se retirara de la nominación. Lanzó su campaña con un vídeo publicado en Facebook en el que criticaba al Partido Demócrata y al Partido Republicano y decía que el sistema político bipartidista existente está “roto”. Stein ya ha sido candidata del Partido Verde en 2012 y 2016.
En 2016, Stein recaudó millones de dólares para realizar recuentos de votos tras la sorprendente victoria de Trump. Sus acusaciones llevaron solo a una revisión electoral en Wisconsin, que demostró que el magnate había ganado.
Stein promete establecer “una Declaración de Derechos Económicos, que incluya el derecho a un trabajo con salario digno, atención médica, educación, vivienda…”, además de poner fin al “vergonzoso legado de discriminación sistémica contra las mujeres, las personas negras y de color, los pueblos indígenas, los inmigrantes, las personas con discapacidad, la comunidad LGBTQIA+ y otros grupos marginados”.
También tiene como objetivo “poner fin a las guerras interminables” y crear una nueva política exterior “basada en la diplomacia, el derecho internacional y los derechos humanos para oponerse a la violencia, la ocupación y el apartheid”.