El "Monstruo de Amstetten" saldrá del centro psiquiátrico y cumplirá el resto de su condena en una cárcel
- Josef Fritzl abusó sexualmente de su hija durante 24 años y tuvo con ella siete hijos
- El caso se destapó por el ingreso de una de las hijas en el Hospital Clínico de Amstetten en estado crítico
Un tribunal de Austria ha decretado la salida de Josef Fritzl, de 88 años, del centro psiquiátrico en el que estaba para que cumpla condena en una prisión para presos comunes. Josef F. conocido como el "monstruo de Amstetten" y quien se ha cambiado de nombre, fue condenado a cadena perpetua en 2009 por violar y encerrar a su hija en un sótano durante 24 años. Hasta este jueves el recluso estaba cumpliendo su sentencia en un centro para presos con problemas mentales.
Esta sentencia judicial conlleva que el "monstruo de Amstetten" seguirá su condena en una cárcel para delincuentes normales y continuará con la terapia. No obstante, sus abogados continúan pidiendo la libertad condicional y creen que este es el primer paso para su salida.
Josef F. secuestró y encerró a su hija en el sótano de la casa familiar durante 24 años. Allí la violó sistemáticamente y tuvo con ella siete hijos, sin que el resto de la familia se enterase de nada. Elisabeth F. fue abusada sexualmente por su padre desde que tenía 11 y estuvo en cautiverio desde 1984 hasta 2008. Todos los hijos nacieron en el sótano, uno de ellos murió al poco de nacer, tres vivieron con él y su mujer y los otros tres nunca salieron del zulo.
Todo se descubrió por una de las hijas
Este caso salió a la luz cuando una de las hijas, Kerstin, fue ingresada en estado inconsciente y muy enferma en el Hospital Clínico de Amstetten. Josef fue quien la llevo al hospital y allí alegó que la había encontrado en la puerta de su casa inconsciente. Los médicos necesitados de saber quienes eran los padres de la chica para saber cómo tratar su enfermedad hicieron un llamamiento a la población.
Desde ese momento, las autoridades austriacas empezaron a investigar y averiguaron que la madre era Elisabeth Fritzl. Esta llevaba en paradero desconocido desde el 29 de agosto de 1984 y después de un mes de su desaparición a través de una carta "pidió" a sus padres que no la buscasen.
Tras varios días de investigación, la policía halló a Josef y a Elisabeth cerca del hospital, ya que esta le había convencido para ir a ver a la joven, y se los llevaron a comisaría para interrogarlos. Elisabeth, tras asegurarse de que ella y sus hijos estaban a salvo, declaró ante la policía. Desde entonces, el "monstruo de Amstetten" lleva en prisión en un centro psiquiátrico porque su abogado, Rudolf Mayor, lo solicitó, dado que expuso que su cliente tenía problemas mentales y que, por ello, no podía entrar a la cárcel.