Hacia un turismo azul: los destinos de sol y playa se suben a la ola de la sostenibilidad
- Diversificación y desestacionalización, los grandes objetivos
- Municipios turísticos, como el de Calvià o el de Benidorm, se apoyan en la tecnología para mejorar su oferta turística
Calvià (Mallorca) es uno de los municipios que viven del turismo de sol y playa. Su población, sobre 50.000 personas, se multiplica por seis en los meses de verano. Pero cuando soplan los vientos de tramontana, los turistas desaparecen. “Sufre un frenazo toda la actividad económica y empresarial”, explica el alcalde de la localidad, Juan Antonio Amengual.
Por eso, el Ayuntamiento de Calvià acude a la Feria Internacional del Turismo (Fitur) con un objetivo: cambiar la percepción de la localidad a un destino cosmopolita que se puede visitar durante todo el año y, además, atraer al turista nacional. Es decir, diversificar y desestacionalizar mientras se navega hacia un turismo más sostenible, un turismo azul.
Desestacionalizar es un factor importante, sobre todo, en determinados meses en los que el flujo turístico hace que Calvià se llegue a saturar, “un poco”, según el regidor mallorquín. Amengual dice que desde su corporación están trabajando para eliminar esta saturación y que lo hacen a través de inteligencia artificial.
El alcalde cita como ejemplo los diversos paneles interactivos que recogen información sobre la saturación a la que están siendo sometidas las playas de la localidad. Así, buscan redistribuir los flujos turísticos y evitar masificaciones para una mejor convivencia de vecinos y turistas.
“Al fin y al cabo, el turismo es nuestra industria, la necesitamos, la queremos y nos sentimos orgullosos de ella. Pero en cualquier caso, es verdad que genera algunas circunstancias negativas de convivencia y ahí es donde tenemos un gran trabajo para minimizar esa negatividad y poder mantener el turismo donde se merece”, explica el alcalde de Calvià.
Sostenibilidad social, pero también ambiental, es lo que buscan los municipios turísticos de sol y playa para mantener con vida su principal sector económico. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Benidorm está midiendo la huella hídrica de la localidad para hacer un uso más eficiente del agua.
“Nosotros, en los últimos 25 años, hemos sido capaces, con un 40% más de población, de consumir un 20% menos de agua”, presume el alcalde de Benidorm, Toni Pérez. Además, según la gerente de la Fundación Visit Benidorm, Leire Bilbao, se reutiliza el 36% del agua, principalmente, para regar jardines o limpiar las calles.
Turismo de sol y playa, punto de partida
El turismo de sol y playa fue el primero que despuntó en España. “Nos abrimos un poco a Europa gracias a tratar de captar turistas extranjeros que viniesen a las playas del Levante fundamentalmente”, explica Diego Santos, experto en turismo de la EAE Business School. Además, España, en plena posguerra, ve en el desarrollo de este turismo una oportunidad para dar respuesta a una demanda latente que estaba en Europa.
“Entonces, se hace urbanismo y ahí es donde igual metimos un poco la pata. Yo creo que pagamos el peaje de ser los primeros”, explica Juan Castro, mánager del Clúster de Empresas e Innovación Turística de la Comunitat Valenciana (Adestic).
Para la vicepresidenta de Adeac, Viginia Yuste, "el turismo de sol y playa representa una de las principales causas de la degradación o destrucción de la mayor parte de los ecosistemas dunares". Otro punto negativo es que son lugares "donde puede haber problemas de movilidad y de usos y costumbres", dice Juan Castro, aunque añade que “muchas veces hay alarmismo”.
Turismo azul, la nueva forma del sol y playa
“El turismo tradicional de "sol y playa" se está transformando en el llamado Turismo Azul”, así explica Virginia Yuste la nueva forma que tomarán destinos como Benidorm o Calvià. El objetivo es tener un desarrollo turístico vinculado al mar y a la costa, pero haciendo un uso responsable de los recursos que están vinculados a la costa. “Ser capaces de conservar las condiciones del ecosistema marítimo, el bienestar de las comunidades locales”, resume Juan Castro.
¿Puede desestacionalizarse este sector?
Desestacionalizar en el tiempo y diversificar la oferta son los grandes elementos sobre los que tiene que trabajar el turismo en España, como explicó el Ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, el pasado 19 de enero. Entonces, confirmó que 2023 había sido un año récord tanto en el número total de turistas, como en el gasto turístico, que superó los 108.000 millones de euros.
Para ello, el ayuntamiento de Calvià ha reforzado la agenda de actos culturales y deportivos como el Challenge Mallorca Triathlon o el Mallorca Live Festival. También ponen el foco en el turismo gastronómico, el evento la Mostra de Cuines se celebra dos veces al año, en abril y en octubre. Aunque, la principal medida, según Juan Antonio Amengual, ha sido abrir las concesiones de las playas de marzo a noviembre. “Lo que queremos es intentar que las temporadas bajas se conviertan en medias y las medias en altas para mantener esa ocupación y esa actividad económica el máximo de tiempo posible”, explica el alcalde de Calvià.
Estas acciones que buscan diversificar la oferta no siempre responden a criterios de sostenibilidad, según Diego Santos, que argumenta que se debe a “la propia evolución de consumo actual en el que la gente quiere estar consumiendo diferentes cosas todo el rato”. Al final, estas acciones implican incrementar la oferta y la demanda de turistas y, como explica Miguel Pazos, profesor de geografía de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), “desestacionalizar está relacionado con la idea de que, sin sobrepasar un número de visitantes anuales, haya un mayor reparto de los visitantes en las distintas temporadas”.
Según Pazos, hay modalidades de turismo, como el caso del sol y playa, que son difíciles de desestacionalizar. Aun así, admite que hay estrategias “correctas” como la de Benidorm. La ciudad alicantina tiene actividades durante todo el año como programas de Imserso o eventos como el Benidormfest. “No tenemos una temporada baja porque no hay muchos destinos que tengan un 70% de ocupación media en diciembre”, presume el alcalde de Benidorm, Toni Pérez
El papel de la innovación
Desde 2018, Benidorm es considerado Destino Turístico Inteligente por la Secretaría de Estado de Turismo. Un ejemplo claro de su apuesta por la innovación ocurrió en pandemia, cuando la empresa Safety Global desarrolló junto al ayuntamiento un sistema para que residentes y turistas reservaran su parcela de playa a través de su móvil. “Te decía a la hora exacta en la que tenías que acceder y por donde tenías que acceder”, explica Juan Castro, ya que esta empresa forma parte de Adestic.
La tecnología tiene un papel fundamental en la evolución sostenible del turismo. “Nos podemos anticipar, tenemos predicciones de vuelos, tenemos predicción de disposición de gasto, sabemos por dónde se mueve la gente, podemos detectar con mapas de calor en donde hay puntos saturados”, enumera el manager de Adestic.
A partir de estos datos, se pueden elaborar medidas para redirigir flujos y así evitar tensiones entre vecinos y turistas. Ahora bien, las políticas de control de aforos no suelen ser medidas populares al “cambiar usos y costumbres” de los vecinos. Por eso, Juan Castro recuerda que sostenibilidad está “superligado” a renuncia y que, como turistas, tenemos que ser conscientes de nuestro impacto. “Hay que reflexionar si estamos haciéndolo lo más responsables posible o si por una foto de Instagram vamos a hacer cualquier cosa”, añade Diego Santos.
Más financiación para mejores servicios
Calvià y Benidorm forman parte de la Alianza de Municipios Turísticos de Sol y Playa (AMT) que forman los ocho principales destinos de este tipo de turismo. Llegan a englobar más del 20% de todas las pernoctaciones hoteleras a nivel nacionaI, como explica su actual presidente, el alcalde de Calvià, Juan Antonio Amengual.
Por tanto, son ayuntamientos que reciben una sobrecarga de turistas en verano, pero no son considerados como "municipios turísticos" por la Ley de Haciendas Locales. La razón: su número de segundas residencias no supera el de viviendas principales.
Como han denunciado este miércoles en FITUR, sin esa denominación, estos destinos turísticos no reciben una financiación extra. "Queremos gestionar bien los destinos en cuanto a seguridad y en cuanto a limpieza, porque somos marca España", explica Leire Bilbao y, para eso, necesitan este incremento en su presupuesto. Por eso, desde la asociación han propuesto al Gobierno que se añadan otros parámetros como el número de hoteles, camping y alojamientos turísticos para definir qué y qué no un "municipio turístico".