Cómo las mascotas pueden ayudar a los niños con trasplantes: reducen la ansiedad y la soledad
- En un informe del hospital Universitario La Paz se explica los bajos riesgos de infección y cómo se pueden prevenir
- Lupita se unió a la familia de Javier en 2019 y desde entonces son uña y carne
Javier tiene nueve años y lleva con Lupita, su perra, desde los tres. Lupita se unió a la familia a los seis-siete meses de la operación de trasplante de corazón de Javier. Cuando estaba ingresado en el hospital, Javi iba todos los días a una óptica -dentro del Hospital Universitario La Paz-, en la que adiestraban a perros para La Once, y se embelesaba jugando con ellos. Decidió que quería tener uno. Su oportunidad llegó cuando un amigo de su padre tuvo cachorros. Preguntaron a los médicos y les dieron luz verde para tenerlo.
"Tuvimos bastantes dudas, la verdad, porque en el fondo tampoco había mucha información. Los médicos nos dijeron que tuviésemos una serie de cuidados, pero el miedo siempre está ahí", confiesa Marina, su madre. Estas dudas se deben al posible riesgo que tienen los niños y niñas inmunodeprimidos de coger una infección, zoonosis, a través de sus mascotas. “Las zoonosis son infecciones transmitidas entre animales y humanos por alimentos contaminados, contacto con la piel, fluidos corporales, objetos contaminados, o a través de mordeduras y rasguños”, constata el informe, Equilibrar los riesgos y beneficios de la propiedad de mascotas en receptores de trasplantes pediátricos, realizado por el Hospital Universitario La Paz en colaboración con la Fundación Española de Pediatría y la Fundación Mapfre. Es una guía, pionera en el mundo, que se centra en las familias con niños con trasplantes e inmunodeprimidos y los beneficios que producen en ellos la presencia de una mascota en casa.
El origen de la investigación
Ana Méndez, coordinadora de Pediatría Hospitalaria e Inmunodeficiencias del Hospital Universitario La Paz y líder del proyecto, fue quien decidió emprender esta investigación. “Todo empezó porque había visto que había casos de niños con trasplantes o inmunodeprimidos que cogían infecciones y no sabían por qué. Y empezamos a hacer análisis”, explica la doctora. En el estudio descubrieron que el 37% de las familias con mascotas no las desparasitan, el 21% acude al veterinario solo una vez al año o menos y el 6% no tienen al día sus vacunas. Por ello, los profesionales insisten en la importancia de que las familias lleven un cuidado estricto de sus mascotas.
Una vez acabado el informe, los expertos vieron que, si los niños y niñas inmunodeprimidos o trasplantados tenían una mascota, esta les proporcionaba un beneficio tanto físico como emocional. Ana, basada en su investigación, asegura que “está demostrado que la razón por la que es beneficioso es que obliga al niño a tener una rutina de cuidado, por ejemplo, sacarles a pasear, jugar con ellos, etc.” También expone que les ayuda a "reducir la ansiedad, la depresión y la soledad". Marina es testigo diariamente de estos efectos, "sé y lo veo día a día que es algo muy positivo, los animales les enseñan muchas cosas a los niños. Les enseña a cuidarles, a tener más responsabilidad y definitivamente le ha hecho muy bien". Lupita no solo ayuda a Javier, también ha ayudado a su hermano mayor a superar su miedo a los perros. "Ha sido llegar el perro a casa y es superquerido", afirma Marina.
El amor entre humano y canino ha llegado hasta tal punto que cuando Javi tiene que trasnochar en el hospital debido a sus revisiones frecuentes, únicamente echa de menos a su perra. "Tengo muchas ganas de ver a Lupita", cuenta su madre, que es lo que su hijo responde cuando le preguntan a quién extraña. Y cuando está en casa, lo primero que hace Javier nada más levantarse es ir a verla. Su madre, entre risas, reconoce, "es pasión absoluta".
La pediatra afirma que los avances conseguidos en este estudio pueden ser “transferibles a cualquier niño enfermo”, ya que “se ha descubierto que el tener mascota es beneficioso para cualquier enfermo crónico”.
La doctora Dolors Canadell, presidenta de la Asociación Española de Pediatría, coincide con la médica Méndez. Y añade que lo que ahora se llama “One Health” (Salud Única), “la interrelación entre la salud humana, la salud animal y el medioambiente” y más específicamente todo lo que conlleva la convivencia con animales domésticos, es un buen ejemplo de cómo nuestra forma de vida puede influir en la presencia de enfermedades. “Tener una repercusión y un impacto social positivo en la salud de la población, es un modelo de referencia de una forma colaborativa y sostenible de hacer ciencia en pediatría”, recalca la facultativa.
"Tenemos un perro que va al veterinario más de lo normal"
La familia de Javier, una vez tuvieron al perro con ellos, fueron al veterinario, allí le contaron su situación y el profesional les advirtió que tenían que tener más cuidado. "Ahí fue cuando nos recomendaron desparasitarle todos los meses, ponerle todas las vacunas y nos dieron una serie de directrices", explica Marina.
Este estudio, además de establecer que las mascotas son beneficiosas para los niños con trasplantes o inmunodeprimidos, facilita varios consejos y medidas que las familias pueden seguir para prevenir las posibles infecciones. El primer paso, como lo hicieron los padres de Javier, es ir a la clínica veterinaria y, allí, el veterinario dará las recomendaciones necesarias. Como, por ejemplo, cuidar la alimentación de las mascotas, no compartir cuchara u otro objeto con ellos, limpiar con más frecuencia el hábitat de los animales y sus enseres, tener consultas veterinarias de rutina, cepillarles regularmente, no dormir en la misma habitación, durante los paseos no dejarles cazar, lavarse las manos después de haber tocado al animal, entre otras.
Las infecciones más comunes son parásitos intestinales y las dermatofitosis, infecciones de piel por hongos. A su vez, existen enfermedades más peligrosas, como la toxoplasmosis, infección por arañazo de gato o la criptococosis, infección al inhalar las heces contaminadas de los pájaros por limpiar con poca frecuencia la jaula. Aun así, la doctora Méndez ratifica que estas enfermedades se pueden prevenir y los riesgos son bajos. Insiste que lo que hay que hacer es “dar una información precisa a la familia”, ya que los beneficios están probados.
Los padres de Javi en todo momento confiaron en el criterio de los médicos. "Nunca nos dijeron que no, lo consultaron con otros médicos y al final nos dieron luz verde", comenta su madre. También ella cree que es como todo "si tienes una serie de cuidados, el perro no te va a pegar nada que no te lo pueda pegar otra persona".
La precaución de las medidas tiene que ser mayor durante los primeros seis meses del trasplante, dado que es cuando la salud de los niños es más vulnerable. “Se recomienda no tener mascotas durante esos meses. Pero si la familia ya tenía una mascota no hace falta alejarlo de ellos, eso puede ser peor para el niño. Lo que se tiene que tener es más precaución”, asegura Méndez.
2ª parte del proyecto: la aplicación web Kids&Pets
Los profesionales médicos, tras ver los resultados de la investigación, decidieron ir más allá y pasar a la acción. Crear una aplicación, Kids&Pets, que acompañe a las familias y les ayude con el día a día de tener una mascota. “La aplicación está diseñada y dirigida para los niños y cualquier usuario. Hace un perfil de riesgo y te da consejos según tu perfil. Tiene alertas para llevar a cabo las medidas de prevención. También tiene recursos y da información sobre vacunas, como cuidar a las mascotas, etc.”, explica la pediatra Méndez.
Para la doctora Canadell es el objetivo de toda investigación poner en práctica los datos obtenidos de un estudio. En este caso, es un triunfo haber podido trasladar los resultados en la creación de una aplicación que “facilitará la convivencia saludable de los niños y personas inmunodeprimidas”. Por lo que, como afirma Dolors Canadell, es importante que los pediatras sigan formándose, investigando y participando en programas preventivos para hacer frente a los “factores de salud asociados a los hábitos de vida contemporáneos”.
Javier no se lo pensó dos veces cuando le propusieron participar en este proyecto. Él, contento, colaboró en todas las pruebas médicas junto con su perra. Su madre recuerda que dijo "si es por Lupita lo que haga falta". Para Marina, que los niños inmunodeprimidos puedan tener mascotas es lo mejor. Y si ellos pueden ayudar a que se investigue, colaborarán en todo lo necesario.
"Ahora mismo, lo recomendaría al 100%, creo que afecta para bien a los niños", afirma Marina sin ningún tipo de dudas. Ellos lo vieron incluso antes de tener a Lupita. Cuando Javi estaba ingresado, esperaba con ansias ver a los perros de La Once todos los días. Ella asegura que en estos cinco años no han tenido ningún problema. Añade que miedo siempre habrá, pero que si se siguen las recomendaciones de los médicos y el veterinario, es seguro.