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Gastronomía

El futuro de lo que comemos, a debate en Madrid Fusión: "Hay que ser más racional y dejar el producto de moda exótico"

  • La XXII edición de Madrid Fusión Alimentos de España espera la participación de más de 21.000 personas 
  • A lo largo de tres días se hablará de nuevos hábitos, nuevas tecnologías, modelos sostenibles y gastronomía

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Madrid Fusión 2024, un congreso gastronómico donde todo es posible para jugar con el paladar

Madrid Fusión es un cruce de personas continuo. En IFEMA, desde este lunes, se mezclan por sus pasillos grandes chefs que han venido a dar alguna ponencia, estudiantes que sueñan con ser esa persona que ahora da las charlas, hosteleros que buscan la última novedad gastronómica o simplemente miles de curiosos. Pero a todos ellos les une una cosa: la gastronomía y la alimentación.

El mundo gastronómico no puede dar la espalda y escapar de uno de los grandes problemas que afronta el planeta: el cambio climático. Por ello, uno de los debates estos días en Madrid Fusión gira en torno a cómo adaptar la alimentación a este gran hándicap del calentamiento global y que algunos todavía se empeñan en negar.

"Hay que ser más racional y dejar el producto de moda exótico. Ir priorizando otro estilo de vida, otro tipo de cosas y tener una alimentación un poco más responsable", explica el experto gastronómico David Lacasa. Pone de ejemplo, "sin demonizar", al aguacate. Un producto que en muchas ocasiones se cultiva al otro lado del Atlántico, en Sudamérica. Desde allí se mete en un carguero para que en un mercado de abastos español se pueda comprar. El fruto consume 1.741 metros cúbicos de agua para producir una tonelada, según un reciente estudio de la Universidad de La Laguna.

"La sociedad debe ser más consciente de que ciertas cosas con las que se alimentan no son tan sostenibles en términos de su cultivo y priorizar otras que ayuden a mejorar y contrarrestar el efecto del cambio climático, porque eso va a afectar muchísimo", avisa Lacasa.

Los jamones relucientes, las frutas y verduras bien brillantes, las hortalizas o el pescado fresco expuesto en los stands de Madrid Fusión dan hambre solo con verlos. Pero esos alimentos, parte fundamental de la dieta mediterránea, en unos años podrían no aprovecharse como los conocemos o ver reducidas sus prestaciones alimenticias si no se hace un uso adecuado.

"Durante años se ha explotado mucho y muy mal"

"Cada vez somos más personas en el mundo y llegará un punto en que no habrá recursos. Entonces ahora tenemos que trabajar mucho, tanto en investigación y desarrollo como a nivel también político dentro de los Gobiernos, para que se facilite encontrar estos recursos que se pueden ver afectados por el cambio climático", argumenta Sònia Hurtado, la CEO de Poseidona, una empresa que se encarga de proveer de alimentos marinos sostenibles.

"Lo que se ha hecho durante años es explotarlo mucho y muy mal y lo que pretendemos es eso, de forma sostenible, encontrar la forma de aprovechar esas proteínas y esos recursos que están en el mar", añade.  "El cambio pasa por realizar economías más circulares y combatir también el desperdicio alimentario. No solo por parte del consumidor final, sino también en la industria alimentaria", explica Hurtado mientras observa un puesto de hortalizas en IFEMA.

Este cambio en el consumo sería una oportunidad para combatir otro de los grandes problemas que afronta nuestro país: la España Vaciada. A mayor consumo de proximidad y sostenible ecológicamente, más recursos y alimentos se pueden consumir provenientes de esas regiones españolas que han visto acelerada su despoblación ante la falta de oportunidades laborales y, por lo tanto, lograr una mayor generación de empleo en esas regiones, explican los expertos gastronómicos consultados por RTVE.es.

"En los últimos tiempos ha habido una industrialización tanto de la producción global y poco sostenible ecológicamente, como del consumo hacia una dieta con un elevado nivel de procesamiento. Eso es insostenible, hay que volver a los alimentos tradicionales, a lo que tenemos cercano y a unos pocos kilómetros, en el caso de España, volver a la España Vaciada", reflexiona la investigadora del Instituto Ingenic del CSIF y profesora de la UPV, Marta Guadalupe Rivera.

En las últimas décadas, se han destruido cerca de 800.000 empleos en el sector primario español, según los cálculos de la investigación de Rivera. Alrededor de 500.000 de ellos se podrían recuperar si se volviese a realizar un consumo más "tradicional".

Esa creación de empleo y consumo más sostenible sería posible, en opinión de Rivera, en función de las políticas públicas que se lleven a cabo. "Todo dependerá de las políticas que se lleven a cabo en la próxima década", concluye.