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Enero se despide con la mitad de días más cálidos de lo normal

  • La mayoría de los récords mensuales, 82 en total, se batieron entre el 26 y el 27 de este mes
  • El aumento de la contaminación, la disminución de la nieve o heladas más intermitentes son algunas de las consecuencias

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Enero atípico: "Podemos confirmar que en los doce meses ya se han superado o rozado los 30 ºC"
Varias personas caminan por el paseo marítimo de San Sebastián, el 26 de enero de 2024. DISEÑO RTVE / JOSEP LAGO / AFP

Zonas de montaña desnudas de nieve en pleno invierno o árboles floreciendo antes de su ciclo natural se están convirtiendo en una estampa normal en el atípico enero que acaba de terminar en España. Las causantes de todo esto son unas temperaturas altas que han dejado anomalías térmicas a lo largo y ancho de la península ibérica y que son más propias de la época primaveral. Que estamos viviendo inviernos cada vez más suaves es ya una realidad, sin embargo, los episodios puntuales de calor se están convirtiendo en la tónica habitual de los meses considerados como más fríos.

 "Lo que vimos la semana pasada escapaba a cualquier tipo de predicción de cómo podía evolucionar la temperatura invernal", subraya el físico y meteorólogo de Meteored, José Miguel Viñas. 

En general, la península y Baleares han registrado temperaturas disparadas desde mediados de enero, mientras que en Canarias todo el mes ha sido más cálido de lo normal. El presagio no es positivo, ya que la mayoría de expertos vinculan estos valores a inviernos cada vez más suaves por el cambio climático.

82 récords mensuales en España

Los termómetros han alcanzado valores propios de los meses de marzo y abril, así lo apuntan los datos. La mayoría de los récords mensuales se batieron entre el 26 y el 27 de enero. En el caso de Madrid, por ejemplo, se registraron temperaturas en torno a los 20 ºC en varias estaciones de la Cordillera Central como Buitrago de Lozoya, con 21,6 ºC, o Colmenar Viejo, con 20,3 ºC. 

También se alcanzaron temperaturas excepcionalmente altas en puertos de montaña como Somosierra o Navacerrada. "La acumulación de aire frío por falta de insolación (menos horas de sol) se produce en las zonas bajas, por lo que las temperaturas no han subido de la misma forma en Madrid capital y en zonas de altitud de 1.800 metros como Navacerrada. Es lo que se conoce como una inversión térmica", explica Viñas.

Más allá del ejemplo de la capital, lo cierto es que hay poblaciones donde las máximas parecen más bien primaverales, como Villarrodrigo (Jaén), donde se alcanzaron 26ºC, o El Pinós (Alicante), con una máxima de 25,6ºC.

Otro punto donde se han batido récords para el mes de enero han sido las Islas Canarias, aunque ya existían registros parecidos debido a su situación geográfica. Destacan los 30,8º C en el aeropuerto de Gran Canaria o los 26,8 de Pájara, en Las Palmas.

Estas marcas excepcionales también han llegado a provincias como Jaén, Granada, Córdoba o Badajoz, con temperaturas que han rozado casi los 30ºC. El presidente de la Asociación de Meteorología de España, Ernesto Rodríguez, considera que no serían tan numerosos si no estuviera el calentamiento global de por medio y el efecto del fenómeno de El Niño

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La anomalía térmica ha despuntado tanto en la temperatura media como en las máximas y las mínimas. Las variaciones han sido especialmente llamativas en provincias como Girona, Castellón, Palencia y Pamplona en cuanto a la media; Cuenca, Segovia, Lugo y Vitoria-Gasteiz en sus máximas o Salamanca, Albacete, Valencia y Valladolid en sus mínimas. "Tras estos datos de enero podemos confirmar que en los 12 meses del año en España ya se han superado o rozado los 30 ºC en algún momento", explica Viñas. 

Cambios en los patrones meteorológicos

La aparición de estos episodios de calor se debe a una dorsal cálida que se extiende por la península ibérica. Se trata de una estructura de estabilidad atmosférica con aire que desciende y se calienta debido a la presión, lo que provoca una subida de temperaturas en superficie. En un primer momento no es excepcional que se dé un anticiclón en invierno, ya que estos suelen ser habituales en los meses de diciembre, enero y febrero. Lo que ha llamado la atención a los expertos es que ha venido acompañado de unas temperaturas anómalas. 

"¿Cómo es que una situación ya vieja y conocida ha dado lugar a un aumento del termómetro de entre 10 y 12 grados más frente a lo normal?, se pregunta Viñas. “Bueno es que han cambiado las condiciones del marco climático en el que nos encontramos”.

Especialistas como Viñas apuntan a que se está produciendo un aumento de las dorsales cálidas que introducen en nuestro entorno aire subtropical en vez de dejar que entre aire polar, muy común en invierno. Desde hace un tiempo, el planeta está asistiendo a cambios en los patrones meteorológicos y en la circulación atmosférica. "Las ondas de estas dorsales cada vez abarcan mayor amplitud y esto está relacionado con el aumento en la latitud que está experimentando la célula de Hadley (un patrón de circulación atmosférica que se produce en la zona ecuatorial)", añade el físico. 

Han cambiado las condiciones del marco climático en el que nos encontramos

En España, el tiempo anticiclónico está influido por el anticiclón de las Azores, que se extiende sobre el océano Atlántico y bascula estacionalmente. En invierno tiende a bajar de latitud, por lo que las borrascas y sus frentes fríos entran en la península cargadas de agua; y, por el contrario, cuando se desplaza hacia el norte y se aproxima al país en verano, los frena dando lugar a un ambiente seco y cálido. "Que la célula se esté expandiendo debido al calentamiento global hace que ese anticiclón aparezca muchas veces fuera del verano ocupando una posición parecida", señala el físico. Esto explica por qué ahora nos estamos encontrando estas situaciones en cualquier estación del año. 

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A largo plazo, una de las consecuencias que ya es difícil de negar es el cambio de la duración de las estaciones meteorológicas tal y como las percibimos en zonas de latitudes medias. Estaciones como el verano se están expandiendo y encogiendo otras como el invierno, algo que los expertos llevan observando desde la década de 1940. "El aumento es menor en el suroeste peninsular y mayor en el este-noreste, superando en algunos puntos más de mes y medio. En promedio, los veranos actuales son un mes más extenso que en el pasado", aclara el delegado en Extremadura y portavoz de la AEMET, Marcelino Núñez.

Otro de los fenómenos que se están observando es la disminución de las heladas en invierno. "Las temperaturas diurnas suben, así como las nocturnas. Si antes teníamos en algunas zonas temperaturas de-1 o 3 ºC", detalla Rodríguez, "ahora las tenemos un poco por encima y con ello se reduce el número de heladas". La escasez de estas no está beneficiando a los cultivos, que necesitan horas de frío para poder crecer antes de dar sus frutos.

Los niveles de contaminación atmosférica también se están disparando favorecidos por estos fenómenos, ya que no permiten el movimiento del aire por lo que contaminantes procedentes de calefacciones suelen quedarse estáticos en la atmósfera. “También influye en la calima muy presente en las Canarias, pero que también llega a algunas zonas del sur de la península”, explica Rodríguez.

Las reservas de nieve también están siendo las grandes afectadas por episodios cálidos. El problema de perder nieve en invierno y que haya deshielo y no en primavera es que cuando llegue el verano no se va a disponer de esa cantidad de agua. "Algo que va a sumarse a los problemas de sequía que estamos viviendo debido a la escasez de lluvias", añade el físico a lo comentado por el presidente.

Inviernos cada vez más suaves

Los cambios recientes en el clima son cada vez más generalizados, rápidos y más intensos, según los últimos informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Estos registros hablan de inviernos cada vez más suaves, pero también de picos de calor cada vez más frecuentes con el paso de los años y que podemos observar en la siguiente tabla. 

El actual marco de calentamiento global sitúa a los anteriores inviernos como una rareza. "Hablamos de inviernos que nada tendrán que ver a los de antaño. Podría darse algún invierno más normal, pero habrá una tendencia a que continúen afectando anticiclones cada vez más secos, cálidos y persistentes", concluye Viñas.

En esta línea, las predicciones para febrero continúan sin ser alentadoras. "En lo que queda de esta semana y en las dos siguientes no se ven precipitaciones importantes, de producirse únicamente podrían darse a finales de mes", añade el portavoz. Las predicciones apuntan a que las temperaturas, pese a que han disminuido ligeramente estos últimos días de enero, se mantendrán relativamente altas.

Rodríguez recalca que, si bien "ahora podemos disfrutar de tardes agradables y de una factura en la calefacción más baja", a la larga los costes serán mayores, por lo que es necesario que no normalicemos estas temperaturas. Por eso, los expertos advierten: estamos ante un escenario muy incierto.

Sobre esta información

Para la elaboración de los gráficos de esta noticia se han utilizado datos provisionales procedentes de la API abierta de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y consultados a traves de la librería de R Climaemet. El cálculo de los valores medios de temperatura se realiza aplicando una media ponderada a los datos registrados por Aemet en 42 estaciones de referencia, asignando a cada estación un peso proporcional a su representatividad espacial, igual para todos los meses y para el valor anual, siguiendo la metodología de series de temperaturas medias en España a partir de estaciones de referencia de Aemet.

El cálculo de la temperatura normal suavizada del conjunto de España se realiza aplicando un modelo aditivo generalizado (GAM) a las temperaturas diarias del periodo 1991-2020 en el que cada dato se relaciona con distintas variables predictivas respecto a un valor esperado.

Para el gráfico por provincias, se ha seguido la selección de estaciones de referencia de Aemet completada con el punto de medición más representativo de aquellas regiones para las que no hay una estación asignada. Se ha considerado como temperatura normal la mediana de las temperaturas del periodo 1991-2020.

En la elaboración de esta noticia ha colaborado Jaime Gutiérrez, del equipo de DatosRTVE.