Alfonso Rueda, el eterno ‘número dos’ de Feijóo en Galicia que busca su primera mayoría absoluta
- El presidente gallego busca refrendar en las urnas la oportunidad que le brindó el salto de Feijóo a la política nacional
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Cuando Alfonso Rueda (Pontevedra, 1968) tomó el testigo de Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta era poco conocido, incluso para el electorado gallego. Siempre a la sombra de su antecesor, Rueda llegó al PP en tiempos de Manuel Fraga (antes incluso que el propio Feijóo) y pronto comenzó a ocupar puestos de responsabilidad en el partido. Tras más de una década “en la sala de máquinas”, asumió finalmente la presidencia gallega en mayo de 2022, cuando Feijóo fue reclamado por los barones del PP como única opción de consenso para superar la profunda crisis que atravesaba el partido tras la guerra Casado-Ayuso.
El traspaso de poderes fue tranquilo y el mandato de Rueda durante este año y medio ha seguido una línea continuista respecto al de su antecesor, con pocos cambios en el equipo de gobierno. A su juicio, "no tenía ningún sentido” cambiar las recetas que le habían dado al PP de Galicia cuatro mayorías absolutas y que, espera, se conviertan en cinco el próximo 18 de febrero. “Vengo a continuar la labor de alguien insustituible que necesita ser sustituido", señalaba, dando muestras de la estrecha relación que les unía más allá de lo profesional.
Hijo del ya fallecido exsenador de Alianza Popular José Antonio Rueda, “del que siguió su ejemplo y no sus consejos", como siempre recuerda, el candidato del PP se licenció en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela y, haciendo caso omiso a la advertencia de su padre de que no se metiera en política, se afilió al partido muy joven. Tanto, que con apenas 25 años ya presidía las Nuevas Generaciones en Pontevedra.
Al mismo tiempo, Rueda se sacó una oposición a la Administración Local para garantizarse "una alternativa" de vida, en caso de que la política no diese sus frutos. Tras pasar por varios ayuntamientos, el candidato del PP saltó a la Xunta: primero, como jefe del gabinete de la Consejería de Justicia, Interior y Relaciones Laborales y, más tarde, como director general de Administración Local.
Pero su vocación política siempre estuvo ahí y, poco a poco, fue escalando puestos en el partido hasta que en el año 2006 Feijóo le fichó como secretario general del PP en Galicia y, en 2009, como consejero de Presidencia, Administraciones Públicas y Justicia de su primer gobierno.
En lo personal, Rueda está casado y tiene dos hijas. Es un gran aficionado al deporte, en especial a las carreras, y en varias ocasiones se le ha visto acompañando a Mariano Rajoy en sus famosas caminatas. “Es un triatleta porque conoce desde hace décadas el funcionamiento de los ayuntamientos y de la administración; se afilió antes que yo, lo que acredita que es una persona de partido; y es un gran tipo”, señaló Feijóo. La oposición, sin embargo, le acusa de ser “más de lo mismo” y augura cuál será su legado: "Más deuda pública y menos servicios públicos".
Su principal reto en este tiempo ha sido darse a conocer y dejar a un lado el mantra del eterno ‘número dos’ que le fue impuesto tras 13 años trabajando como mano derecha de Feijóo. Para ello, se ha echado a la calle y ha multiplicado su presencia en actos institucionales, imponiendo el "estilo Rueda”: “Cercanía, gestión y honestidad”, como él mismo define.
Este 18 de febrero tendrá la oportunidad de refrendar en las urnas la oportunidad que le brindó la marcha de Feijóo. Y en esa tarea también estará muy implicado el presidente nacional, consciente de la lectura en clave nacional que tendrán estos comicios: será la primera vez que se enfrente a las urnas tras las generales, donde no consiguió hacerse con la presidencia del Gobierno pese a las altas expectativas.
Rueda, en tres frases
"Yo no soy, ni aspiraré a ser, ni Albor, ni Laxe, ni Fraga ni Touriño, tampoco soy, ni puedo, ni lo voy a intentar en ningún caso, ser Alberto Núñez Feijóo".
“El 18-F nos enfrentamos a los que decían que nunca iba a aprobar una ley de amnistía y resulta que la van a aprobar incluso antes que la Ley de Presupuestos”.
“Yo no creo en la política del todo vale, que cualquier cosa sea lícita con tal de ganar o que decir una mentira sea igual que contar verdades. No creo que para conseguir ciertos fines valga cualquier medio”.
Expectativas electorales
La mayoría de encuestas son favorables al PP de Galicia: Alfonso Rueda conseguiría retener la actual mayoría absoluta, con 39 escaños, según el promedio de DatosRTVE. Sin embargo, perdería tres diputados respecto al resultado de 2020 en favor de la izquierda.
El CIS es la única encuesta que pronostica una posible pérdida de escaños, suficiente como para perder la presidencia gallega, que el PP retiene de forma ininterrumpida desde hace más de tres décadas, con un breve paréntesis de Gobierno de coalición PSdeG-BNG. Según el organismo que preside José Félix Tezanos, los populares se quedarían en una horquilla de 36-38 escaños, cuando la mayoría se encuentra en 38 diputados.
Es decir, Rueda reduciría muy notablemente la posibilidad de refrendar por quinta vez consecutiva la mayoría, que en este escenario podría estar sujeta a un eventual apoyo de Democracia Ourensana, que entraría en el Parlamento con un escaño; o de Vox, aunque tanto las encuestas como el propio Rueda descartan este escenario.
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