Lagunas sin peces y reservas al límite, la sequía asfixia a los humedales: “Es una situación insólita”
- Cataluña ha comenzado a tomar medidas contra la sequía y Andalucía se lo plantea
- El Inventario Español de Zonas Húmedas deja fuera a 8 de cada 10, según FGN
En el humedal de Els Estanys, en el Parque Natural gerundense de Aiguamolls, ya no se oye ni el chapoteo de los peces ni el rumor del agua. Desde hace unos cuatro años una prolongada sequía ha secado su laguna y cuanta vida albergaba. Estas semanas, las últimas náyades, moluscos conocidos como 'los guardianes de agua dulce', también perecían en los canales de alrededores, que hasta ahora conseguían mantener algo de agua y de esperanza.
“El nivel del agua es cero, cuando en esta época del año debería ser de unos 50 centímetros. Desde que se constituyó el Parque, en 1984, no habíamos tenido una situación como esta. Es totalmente insólito”, explica a RTVE.es el director del Parque Natural gerundense de Aiguamolls, Sergi Romero, con motivo del Día Internacional de los Humedales. “Ha sido como una cadena, primero murieron las lisas, luego las carpas, los bivalvos…”, enumera. “Esta, además, era una zona de descanso para las aves migratorias antes de pasar los Pirineos. Dudo que se paren ahora, lo que les obligará hacer más esfuerzos”, añade.
En el otro lado, se encuentra la reserva de Les Llaunes, que pese a tener una mejor situación, también empieza a dar muestras de agotamiento: su nivel de agua es de 70 centímetros, cuando debería ser de un metro. “La única medida posible es que llueva”, considera Romero, cuando Cataluña acaba de declarar la emergencia por sequía con restricciones en más de 200 municipios en el sistema Ter Llobregat (Área Metropolitana de Barcelona y parte de Girona), debido a que los embalses de las cuencas internas están a punto de llegar al límite del 16%. Esta comunidad es la segunda con más humedales de España, tan solo por detrás de Andalucía, que también sufre la sequía y ya se plantea implantar medidas.
Además de la sequía, los humedales también enfrentan otros problemas como la ausencia de un catálogo unificado. En nuestro país, se estima que hay 6.169 humedales, de los que solo están registrados 1.353 en el Inventario Español de Zonas Húmedas (IEZH), según un reciente estudio de la Fundación Global Nature (FGN), que incluye diferentes archivos nacionales, autonómicos, así como otros informes. "El Inventario Estatal deja fuera a ocho de cada diez humedales y hay comunidades que ni siquiera han recopilado datos. Tampoco sabemos si son de titularidades pública, privada, etc.”, indica Eduardo de Miguel, presidente de FGN, que apunta a que esa “falta de conocimiento” impide “una mejor planificación del territorio” y “proteger los ecosistemas vulnerables”. “Ya se han producido los primeros contactos con el Ministerio de Transición Ecológica ante la situación y esperamos que esta base de datos pueda poner la primera piedra de lo que sería un futuro Observatorio de Humedales de España, que se dedique a estos temas”, aspira.
Sin rastro de la Laguna del Rincón en Córdoba
Andalucía también vive una situación crítica debido a la falta de lluvias y la Junta ya ha prometido que tomará medidas en los municipios si no mejora la situación. Los efectos de la sequía ya se ven en La Laguna del Rincón, en el municipio cordobés de Aguilar, de la que solo queda prácticamente su nombre. “Desde octubre de 2021 está seca, pese a ser una de las lagunas de la zona que suele estar en contacto con el acuífero del subsuelo. Esta situación no se daba desde la anterior sequía del año 1995”, señala Director-Conservador de las Reservas y Parajes Naturales del Sur de Córdoba, Juan de la Cruz.
La del Rincón es la más afectada de esta zona, compuesta por un total de seis lagunas, que tienen, actualmente, desde un metro hasta los diez de agua, dependiendo de su tamaño: La Amarga, la Dulce y Laguna de los Jarales (Lucena), Tíscar (Puente Genil), Zoñar (Aguilar)– la más profunda de Andalucía-. “Estos ecosistemas son importantes reservorios de biodiversidad en la campiña andaluza central, donde predominan las tierras de cultivo. Estas lagunas representan hábitats de aves acuáticas (malvasía cabeciblanca, somormujos lavancos, patos colorados, etc.) y vegetación (juncos, eneas, carrizos o cañas)”, resalta De la Cruz.
Las lluvias de las últimas borrascas han dejado algo de agua en la zona, pero sin llegar a cubrir lo necesario. “Algo alivian y siempre son bien recibidas, pero los registros de precipitaciones siguen estando actualmente por debajo de la media. Históricamente, suelen caer 500 litros por metro cuadrado en la zona al cabo del año y los últimos cuatro años la media ha estado en 388 litros en la comarca”, indica De La Cruz. Las repercusiones, añade, es que la vegetación acabe “colonizando” más las orillas en búsqueda de agua, “limitando” la capacidad de las aves de colocar sus nidos en esta zona para evitar depredadores.
Estos humedales también sufren otros “factores de presión” como son la erosión, las especies exóticas invasoras, sobrepoblaciones de jabalís o la sobreexplotación ilegal de agua del subsuelo, apunta De La Cruz, para las que “ya se están tomando medidas” sancionadoras o de inversión. Como medidas adicionales, propone seguir trabajando en la “adquisición y restauración ambiental de antiguas lagunas” como la de Jarata en Montilla, un proyecto que finaliza este mes, o la Laguna del Salobral en Luque, para su mejora. Además, apuesta por reforzar la sensibilización ambiental en el Centro de Visitantes de la Laguna de Zóñar.
Otras comunidades también están padeciendo problemas en sus humedales por la falta de agua. En Castilla-La Mancha, FGN celebró como las lluvias de principios de año llenaban parcialmente la Laguna del Hito, en Cuenca, cuyas 380 hectáreas habían comprado para su restauración. Sin embargo, con la inusual subida de las temperaturas de los últimos días, “se está evaporando prácticamente todo el agua”, apunta su director Eduardo de Miguel, que teme que se eche a perder el trabajo realizado.
El 47% de los humedales podrían estar en situación desfavorable
En base al Inventario de Humedales de la FGN, en torno al 47% de los humedales en nuestro país se encuentran en una situación de conservación desfavorable o han desaparecido, según Eduardo de Miguel sobre el informe, uno de los temas de la próxima conferencia Internacional “Conservación y gestión de humedales frente al cambio climático” celebrada del 14 al 16 de febrero en Valencia.
Las causas, continúa, van desde las construcciones, usos urbanos o agrarios o ganaderos en los alrededores de los humedales como la sobreexplotación de los acuíferos en Doñana, en Andalucía, o Las Tablas de Daimiel, en Castilla-La Mancha, o a la contaminación por pesticidas y nitratos como en el Mar Menor, Región de Murcia. También, la cada vez más usual presencia de microplásticos en las aguas, dejando a relucir que no es algo exclusivo de los mares, como se ha visto con la crisis de los ‘pellets’ en Galicia. A esto, se añade el cambio climático “que está atacando por partida doble a los humedales: primero, los seca; y después, los temporales impiden que se recuperen”, lamenta De Miguel.
Pese a ello, la recuperación de los humedales es posible - defiende De Miguel - y menciona casos como la restauración, a iniciativa de FGN, de los humedales de Fuentes de Nava y Boada de Campos en el Mar de Campos de Palencia. “Estaban más o menos disecados, pero hemos conseguido su inundación, comprando terrenos, con acuerdos con agricultores y los ayuntamientos, entre otros”, destaca De Miguel. Mientras, también continúan con las acciones en la costa mediterránea, en la Comunidad Valenciana, en los marjales de Oliva, Cabanes, Torreblanca, Sagunto, en los que se está impulsando una gestión conjunta con agricultores y ganaderos. Realizar estas acciones - afirma - conllevan mucho trabajo y coste, por lo que recuerda, que lo "ideal" siempre es la prevención y conservación. “No hay que esperar a que lleguen al límite o puede que los acabemos perdiendo”, lamenta.