Vapear no ayuda a dejar de fumar: bulos sobre el tabaco
En redes sociales y en aplicaciones de mensajería móvil circulan mensajes falsos y engañosos sobre el consumo de tabaco y el uso de vapeadores, con afirmaciones que hacen referencia a unos supuestos beneficios del empleo de cigarrillos electrónicos frente al hábito de fumar tabaco tradicional. En VerificaRTVE desmontamos con la ayuda de expertos las falsedades y bulos difundidos en redes sociales sobre los vapeadores y el tabaco.
Vapear no ayuda a dejar de fumar
En redes sociales circula la idea de que "vapear es la mejor herramienta para dejar de fumar”. Es falso. Los expertos en tabaquismo consultados por VerificaRTVE coinciden en que vapear no contribuye a abandonar el hábito de fumar. Los profesores del área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela Agustín Montes, Julia Rey y Mónica Pérez-Ríos advierten de que los cigarrillos electrónicos “se introdujeron en el mercado como una alternativa casi saludable al consumo de tabaco” pero recalcan que “está claro es que no es una alternativa saludable": "la alternativa saludable es dejar de fumar”. El médico de familia y miembro del Grupo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) Rodrigo Córdoba sostiene que “los trabajos científicos que pretenden avalar su utilidad están contaminados por conflictos de interés de sus autores” y señala que “el 30% de los autores que publican estudios donde concluyen que sirven para dejar el tabaco están financiados por la industria y eso pone en duda las conclusiones del conjunto de estudios”.
Este experto explica que “la dependencia del tabaco es química, psicológica, gestual y social”. El coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Carlos Rábade, hace hincapié en que “el cigarrillo electrónico es una barrera y un obstáculo para muchos fumadores porque en vez de hacer un intento serio de abandono con el tratamiento que realmente es eficaz, que es el asesoramiento psicológico y el tratamiento farmacológico, recurren a estos dispositivos con esa falsa creencia de que pueden ayudar a dejar de fumar y se terminan convirtiendo en fumadores duales”. La Organización Mundial de la Salud ha advertido recientemente de que todavía no hay ninguna evidencia que demuestre la seguridad o la eficacia de estos cigarrillos electrónicos para dejar de fumar. Por este motivo, desaconseja que los gobiernos permitan su venta como reclamo para dejar de fumar.
Vapear no es menos dañino que fumar
Mensajes de X difunden que "vapear es un 95% menos dañino que fumar". Es falso. Los expertos consultados por VerificaRTVE subrayan que el vapeo no es menos perjudicial y señalan que sus efectos adictivos y respiratorios son similares a los del tabaco por la composición del líquido de los cigarrillos electrónicos. El coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Carlos Rábade, explica a VerificaRTVE que, además de nicotina, los vapeadores “tienen una serie de sustancias como la glicerina o el glicol que producen inflamación bronquial e inflamación general dentro del pulmón, dentro de los bronquios”. Es por ello que considera que vapear afecta “a la circulación y al aparato cardiovascular”. Además, “algunos de sus componentes son cancerígenos”, alerta este experto. La encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias del Ministerio de Sanidad (ESTUDES 2022) advierte de que “se han encontrado sustancias cancerígenas en líquidos y aerosol de los cigarrillos electrónicos” (pág.2).
Según los profesores del área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela Agustín Montes, Julia Rey y Mónica Pérez-Ríos, “el vapeo es una excelente puerta de entrada al consumo de tabaco” por esa falsa creencia de que es menos perjudicial. Virginia Pérez, miembro de la Comisión de Prevención de la Asociación Proyecto Hombre y directora del área de Prevención de Proyecto Hombre Málaga, alerta del peligro que supone el vapeo para los jóvenes: “Les hace sentirse más mayores o lo hacen imitando el entorno en el que se mueven”. En una entrevista con RNE, el neumólogo miembro del Grupo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica Carlos Jiménez es claro al respecto: “La industria de los cigarrillos electrónicos está en manos de la industria tabaquera, que se está encargando de enviar estos falsos mensajes de reducción del daño” y que transmite la idea errónea “de que vapear no es nocivo” (minuto 7:50).
Los mensajes de redes que dicen que vapear es "un 95 por ciento menos dañino" que fumar tabaco convencional es una estimación que tiene su origen en un estudio publicado en 2014 en la revista European Addiction Research y que fue financiado por Euroswiss Health y la Liga Italiana contra el Humo (LIAF), dos organizaciones que, como recuerda el verificador Salud con Lupa, están vinculadas a dos grandes empresas tabacaleras internacionales. Este artículo publicado en 2015 por la revista especializada The Lancet y este otro del British Medical Journal ponen en entredicho la fiabilidad y el rigor del estudio de 2014 por los conflictos de intereses de sus investigadores. El estudio en cuestión fue republicado en 2015 por la Oficina de Sanidad de Reino Unido sin avisar de las limitaciones del trabajo que incluía el propio documento.
Fumar no ayuda a eliminar el estrés
Algunos internautas sugieren en redes sociales que fumar les ayuda a eliminar la ansiedad y el estrés. Es falso. Según Carlos Rábade, "el tabaco aumenta los niveles de ansiedad y el estrés porque genera una dependencia de la nicotina”, una sustancia estimulante y excitante, no relajante. Este experto explica que “cuando un fumador lleva unas horas sin fumar la falta de nicotina le produce irritabilidad, enfado y que aumente su nivel de ansiedad”.
El Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad concluye que “la sensación de relajación que produce fumar es falsa”. En la misma línea se manifiesta Rodrigo Córdoba, miembro del Grupo de Tabaquismo de la semFYC que recalca que la idea de fumar para quitar el estrés “es un mito absurdo". "Se trata de un sutil autoengaño", asegura. Coinciden en esta idea los profesores del área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela Agustín Montes, Julia Rey y Mónica Pérez-Ríos: “No es el tabaco el que reduce el estrés, sino que es el estrés que causa la adicción a la nicotina el que se alivia cuando el fumador recibe una nueva dosis de nicotina”. En líneas generales, los expertos consultados coinciden en que “fumar es un importante desencadenante de la depresión, ansiedad y estrés”.
El tabaco de liar no es menos dañino que el cigarro industrial
También circulan mensajes de redes sociales que sostienen que "el tabaco de liar es mejor" que el cigarrillo manufacturado. Es falso. Según los tres profesores de la Universidad de Santiago de Compostela consultados por VerificaRTVE, “el tabaco de liar presenta hasta un 22% más de aditivos y niveles más altos y estables de sustancias carcinogénicas en comparación con el tabaco industrial”. Coincide en este análisis el coordinador del Área de Tabaquismo de la SEPAR, Carlos Rábade, quien explica que “el fumador se prepara su propio tabaco, por lo que no hay unos niveles de componentes tóxicos determinados y entonces muchas veces la concentración de esos componentes es mucho mayor”. Rábade añade que el tabaco de liar “tiene una mayor concentración de monóxido de carbono, un gas que se libera de la combustión del tabaco, que actúa sobre la hemoglobina y hace que transporte menos oxígeno al corazón, al cerebro o a los riñones”. La Sociedad Americana contra el Cáncer advierte de que fumar este tipo de cigarrillos entraña “un mayor riesgo de llegar a tener cáncer de laringe, esófago, boca y faringe”.
Rábade explica que “hay un consumo importante de tabaco de liar en nuestro país por el precio, tiene un precio quizás menor, que está sujeto a menos impuestos que el tabaco manufacturado”. Según este experto, “el tabaco de liar tiene esa apariencia de más natural, pero es todo lo contrario, es peor”. Desde Proyecto Hombre, Virginia Pérez también achaca este aumento en el consumo del tabaco de liar "al marketing, a lo que nos han querido vender”. Desde su experiencia, explica que “lo que te dicen las personas fumadoras es que al liártelo como que ya entra un poco más de pereza y fumas menos”. Según Rodrigo Córdoba, de la Sociedad Española de Medicina de Familia (semFYC), "fumar menos cigarrillos apenas disminuye el riesgo”.
La nicotina no es relativamente inocua
En redes sociales y en páginas de Internet circula la idea de que la nicotina es adictiva pero "relativamente inocua para la salud". Es falso. Los expertos consultados dejan claro que la nicotina provoca daños además de generar adicción. Así lo asegura Virginia Pérez, de Proyecto Hombre, que avisa de que la nicotina causa daños físicos . Por su parte, Rábade explica que esta sustancia llega “al sistema nervioso central, donde produce una serie de cambios neurológicos, como la dependencia a la nicotina”. Desde semFYC, Rodrigo Córdoba apunta que la nicotina “puede dañar el cerebro en la adolescencia”. Este experto añade que “la nicotina reduce la renovación celular y aumenta la formación de vasos sanguíneos, por lo tanto, junto con otros tóxicos, puede ser un potenciador de tumores, acelera su crecimiento”.
La nicotina también pasa a la sangre y llega a los diferentes órganos, lo que puede “producir alteraciones de la inmunidad, un aumento del riesgo cardiovascular o disfunción eréctil”, según los tres profesores de la Universidad de Santiago de Compostela. “A nivel respiratorio, contribuye al desarrollo de enfisema pulmonar y también puede dificultar la respiración al provocar un aumento de la resistencia de las vías respiratorias causando broncoconstricción”, alertan Agustín Montes, Julia Rey y Mónica Pérez-Ríos.
*05-02-2024. Fecha de primera publicación de este artículo.
*06-03-2024 17:10 h. Actualización del artículo para incorporar el origen de los mensajes que hacen referencia a que "vapear es un 95% menos dañino que fumar".