La OCDE mejora en una décima el crecimiento de España de este año, hasta el 1,5% y rebaja la inflación al 3,3%
- El aumento del PIB estimado está medio punto por debajo del 2% que espera el Gobierno
- La tasa de inflación española será la más alta de la zona euro en 2024 y 2025, según las previsiones
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha aumentado una décima la previsión de crecimiento para España este año, hasta llegar a 1,5%, y ha mejorado en cuatro décimas el pronóstico de inflación, que quedaría en un 3,3%. Para 2025, en cambio, el aumento del Producto Interior Bruto se mantiene en el 2%, igual que en el anterior informe, y el dato de inflación, 2,5%, ha empeorado en dos décimas.
Tanto en 2024 como en 2025, España será el país con más inflación de la zona euro, según el informe de previsiones publicado este lunes. Pero en cuanto a crecimiento, la economía española dobla a los socios de la unión monetaria, en un contexto de ralentización de la economía por el endurecimiento de las condiciones financieras y un comercio mundial "moderado", con algunos nuevos riesgos por la crisis del Mar Rojo.
En concreto, la OCDE ha estimado que el PIB de la eurozona crecerá un 0,6% este año, tras restar tres décimas a sus cálculos anteriores. Este ajuste a la baja se debe en parte a Alemania, cuya previsión pierde igualmente tres décimas y se queda en 0,3%, y a Francia, con dos décimas menos, hasta un 0,6% de expansión. Por su parte, Italia se mantiene en el 0,7%. Con todo, el 1,5% que prevé la OCDE para España este año queda por debajo del objetivo del 2% que ha repetido recientemente el Gobierno.
Finalmente, el exceso de ahorro se mantiene en España y buena parte de los países de la OCDE, salvo Estados Unidos, Italia y Portugal, donde ya disminuye tras la pandemia. En el caso español, la variación respecto a los dos últimos años es de más del 3%.
Ralentización mundial
El último informe de previsiones del organismo de cooperación internacional prevé que el crecimiento del conjunto de las economías baje al 2,9% en 2024, frente al 3,1% en 2023, antes de recuperarse hasta el 3% en 2025, a medida que se relajen las condiciones financieras y los mercados se recuperen.
La OCDE relaciona dicha "moderación" del crecimiento, con el endurecimiento de las condiciones financieras que afecta al mercado crediticio y al inmobiliario. En cuanto al comercio mundial, también "moderado", el informe advierte que los ataques a buques en el Mar Rojo "han incrementado bruscamente los costes de transporte y han alargado los plazos de entrega, perturbando los calendarios de producción y aumentando las presiones sobre los precios".
El PIB mundial aguantó el año pasado y la inflación ha disminuido más rápidamente de lo previsto. Aun así, los resultados de 2023 fueron muy diferentes por países, con el 2,5% de expansión en Estados Unidos o los fuertes crecimientos en mercados emergentes (China, India, Indonesia) compensando la ralentización de la mayoría de los países europeos.
Ahora, la tendencia a una ralentización se refleja en el pronóstico de Estados Unidos y China. Se prevé que el crecimiento anual del PIB estadounidense siga respaldado por el gasto de los hogares y la solidez del mercado laboral, pero que se modere hasta el 2,1% en 2024 y el 1,7% en 2025. En cuanto a China, la OCDE pronostica que su crecimiento baje al 4,7% en 2024 y al 4,2% en 2025, a pesar de los estímulos adicionales de la política económica, debido a la moderación de la demanda de consumo, el elevado endeudamiento y la debilidad del mercado inmobiliario.
En la zona euro, el crecimiento del PIB, que viene de un 0,5% el pasado año, pasará al 0,6% en 2024 y repuntará finalmente al 1,3% en 2025, según los cálculos de la OCDE, que achaca el frenazo de la actividad a corto plazo a la restricción del crédito. "A medida que aumenten los ingresos reales", indica, el ritmo se recuperará.
Caída esperada de la inflación, aunque con cautela respecto a la subyacente
Con un dato previsto del 3,3% en 2024 y del 2,5% en 2025, la inflación en España será superior a la media de la zona euro. Para los socios del euro, la tasa se ha mejorado en tres décimas para este año (2,6%) y en una décima para el próximo (2,2%).
La OCDE prevé que la inflación vuelva al objetivo en la mayoría de los países del G20 a finales de 2025. En cuanto la inflación general, pronostica un descenso del 6,6% en 2024 al 3,8% en 2025. Mientras tanto, la inflación subyacente en las economías avanzadas del G20 disminuiría al 2,5% en 2024 y al 2,1% en 2025, si bien, el informe recuerda que es demasiado pronto para asegurar que las presiones subyacentes sobre los precios están "totalmente contenidas".
"Las condiciones del mercado laboral se han equilibrado mejor, pero el crecimiento de los costes laborales unitarios se mantiene en general por encima de tasas compatibles con los objetivos de inflación a medio plazo", advierte el texto.
Por ello, el organismo con sede en París aconseja prudencia a la política monetaria. "Existe margen para bajar los tipos de interés oficiales a medida que disminuya la inflación, pero la política monetaria debería seguir siendo restrictiva en la mayoría de las principales economías durante algún tiempo", agrega.
Entre los riesgos a corto plazo en este sentido, la OCDE señala las elevadas tensiones geopolíticas y, en particular, el conflicto en Oriente Medio, que puede perturbar los mercados energéticos. Asimismo, avisa de que la presión de los precios sobre los servicios también puede acabar desencadenando el nerviosismo en los mercados financieros, que ahora confían en una relajación de la política monetaria. Y completa: "el crecimiento también podría ser más débil de lo previsto si los efectos persistentes de anteriores subidas de los tipos de interés fueran más fuertes de lo esperado".
Entre los datos de inflación, destaca el 250,6% previsto para Argentina este año, con una bajada al 64,7% en 2025; y el 49,3% de Turquía, que igualmente disminuirá al 30,5% en el próximo año, según las previsiones.
Pide esfuerzos a corto plazo para contener el gasto
Por último, ante el aumento de la carga de la deuda, la OCDE pide a los Gobiernos un mayor esfuerzo a corto plazo para contener el crecimiento del gasto, y aboga por marcos fiscales a medio plazo que permitan garantizar la sostenibilidad y ser flexibles ante futuras perturbaciones.
Y mira al futuro: "las bases para el crecimiento futuro deben reforzarse mediante reformas políticas que mejoren los resultados educativos, potencien el desarrollo de capacidades y reduzcan las restricciones en los mercados de trabajo y de productos que impiden la inversión y la participación de la mano de obra", resume.
Una vez más, su informe hace una llamada a una mayor cooperación internacional, con el objetivo de reactivar el comercio mundial, garantizar un avance mejor coordinado hacia la descarbonización y aliviar la carga de la deuda en los países de renta baja.