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El alcohol como atenuante: la última estrategia de la defensa de Dani Alves en el juicio por agresión sexual

  • Es necesario un informe forense o declaraciones de testigos para poder demostrar la embriaguez
  • El atenuante por alcohol podría reducir la pena a su mitad inferior y ser de entre 4 y 8 años de prisión

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El alcohol como atenuante, la última estrategia en la defensa por el juicio contra Dani Alves

Este miércoles ha arrancado la tercera y última sesión del juicio contra el exjugador brasileño Dani Alves. La estrategia de la defensa quiere demostrar al tribunal de la Audiencia Provincial de Barcelona que este se encontraba bajo los efectos del alcohol durante esa noche. Alves, acusado de agresión sexual, ha cambiado hasta cinco veces la versión sobre lo ocurrido en la madrugada del 31 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton. Ante esta situación, la Fiscalía y la acusación particular piden entre nueve y 12 años de cárcel.

Estar bajo los efectos de esta sustancia y de otras como las drogas puede ser considerado como un atenuante por los artículos 20 y 21 del Código Penal, con lo cual la pena, en el caso de que fuera condenado, podría llegar a ser menor. Ambos artículos se han convertido en los pilares fundamentales de la defensa de Alves, liderada por la abogada Inés Guardiola, y que recalca que tenía sus capacidades mentales mermadas en el momento de la agresión.

Los juristas recalcan que este tipo de argumentos suelen ser bastante frecuentes en este tipo de casos. Además subrayan que esa embriaguez y la intensidad deben de quedar demostradas, ya sea por medio de un informe forense, inexistente en este caso, o por los testimonios de testigos que puedan hablar sobre el comportamiento del sujeto durante el momento. 

"Por ejemplo, cómo tenía los ojos, cómo hablaba, si era consciente de lo que decía o no", explica la vicepresidente de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Lydia García Olcina. En esta línea, durante la segunda sesión del juicio, este martes, distintos testigos, los amigos y la pareja del acusado, Joana Sanz, afirmaron en sus declaraciones que el futbolista estaba claramente afectado por el alcohol. "Iba muy borracho" o "fue el que más bebió", fueron algunos de estos testimonios. Sanz, por su parte, recordó como el brasileño se tropezó con los muebles al llegar a casa, "oliendo mucho a alcohol", y se desplomó en la cama.

En el caso de que el tribunal considere el consumo de alcohol como atenuante en el juicio, la pena se impondría en su su mitad inferior. "Si tiene una horquilla de cuatro a 12 años de prisión estaríamos hablando de una reducción con una pena de cuatro a ocho años", detalla el profesor de Derecho Penal de la UNED Sergio Cámara Arroyo.

Sin embargo, la estrategia de la defensa podría tambalearse, ya que este miércoles dos psicólogas han expuesto las conclusiones de un informe pericial que busca determinar si el futbolista estaba borracho la noche en que fue acusado de violación. Se han analizado tanto los tickets de las consumiciones como las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de la discoteca. Ambas han afirmado que, si bien el acusado podría tener las capacidades cognitivas "levemente afectadas", sí que "distinguía el bien y el mal y sabía lo que estaba sucediendo"

Por el momento, el tribunal barcelonés será el que tenga que decidir con base en las pruebas presentadas.