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César Pérez Gellida, premio Nadal 2024: "Mataría por asfixia mecánica, con mis propias manos"

  • Bajo tierra seca, la última novela del ganador del premio Nadal, llega este miércoles a las librerías
  • Pérez Gellida confiesa que la historia, antes de ser un libro, fue un guion y escucha ofertas para la serie

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César Pérez Gellida, premio Nadal 2024 por Bajo tierra seca
El escritor César Pérez Gellida, premio Nadal 2024.

El último Premio Nadal, César Pérez Gellida, publica Bajo tierra seca, un thiller rural, con el que logró el galardón de la editorial Destino. El campo extremeño a comienzos del siglo XX, asesinatos, investigadores, amantes y una viuda rica son los mimbres con los que el escritor vallisoletano urde la trama. Este miércoles su último libro llega a las librerías de toda España con una tirada de 25.000 ejemplares.

Pérez Gellida confiesa que la historia de Antonia Monterroso está basada en hechos reales y antes de convertirse en una novela era un guion. El autor decidió parar la elaboración del producto audiovisual para poder abordar la trama con su habitual proceso creativo: escribir una escena y que esa le lleve a la siguiente, sin estructura ni plan preconcebido.

Reconoce que ambos empeños dieron fruto y que está escuchando ofertas de productoras para convertir Bajo tierra seca en una serie de seis capítulos. No sería la primera vez. Memento Mori, su debut en el género negro, ya tiene su trasunto en imágenes.

En el Centro de Extremadura, en la Gran Vía madrileña, el autor se somete al interrogatorio policial de RTVE.es:

Nombre: César

Apellidos: Pérez Gellida

Estado civil: Casado en segundas nupcias

Domicilio habitual: Valladolid

Pregunta: En Bajo tierra seca, el teniente Gallardo amenaza al detenido con pegarle un tiro si no dice la verdad o contesta con más de dos monosílabos. ¿Acepta sus propias reglas?

Respuesta: Sí, las acepto.

P. Se le acusa de extrema brutalidad. En su última novela colecciona docena y media de cadáveres. ¿Cómo se declara?

R. Culpable. Está en mi naturaleza como escritor incomodar a los lectores. No es una justificación, pero entiendo que si yo genero un ambiente y un entorno hostil, tengo que ser también coherente con lo que sucede. Ahora es un placer y, a nivel de violencia, creo que no tiene tanta como otras de mis novelas anteriores.

P. Me parece que es de gatillo fácil y anda sobrado de munición porque los tiroteos se acumulan en la trama. ¿Dónde tiene escondido el arsenal?

R. Es algo que no había hecho antes, utilizar tantas armas de fuego e involucrar a tantas personas, porque si lo visualizas hay mucha gente implicada. Este libro tiene una estética un poco de wéstern. No era algo buscado, pero es verdad que cuando lo he leído tiene esa estética de los tiroteos del Lejano Oeste. No ha sido buscado, ha sido algo que ha surgido así.

P. Ha copiado el modus operandi de una asesina en serie, de una viuda negra, que actuaba en Estados Unidos. ¿La realidad supera siempre la ficción?

R. Es un tópico, pero desde luego que sí. Al leer el periódico o ver el telediario, hay muchas cosas que no entrarían en la ficción porque los lectores lo rechazarían. Desgraciadamente, los escritores de novela negra nos alimentamos de la realidad, de los hechos que suceden día a día y que siguen sucediendo y que van a seguir sucediendo.

P. Antonia Monterroso es la protagonista de la novela. Todos los hechos se desencadenan en torno a su figura. Sin embargo, ella no se cuenta a sí misma, siempre la cuentan los hombres...

R. Sí, todo lo que conocemos. El personaje de Antonia Monterroso se construye de dos formas: por sus actos, por cómo actúa y por lo que cuentan los demás, los que han tenido contacto con ella. Es verdad que no hace nunca una autoevaluación de sí misma, lo único que hace es buscar justificación a determinados actos. Eso sí lo hace.

P. Su territorio de caza habitual es Valladolid. ¿Por qué decidió ambientar la historia en Extremadura?

R. Porque reunía las condiciones necesarias para justificar la violencia en la que todos los personajes se mueven. Un entorno hostil nos vuelve hostiles. Entonces me parecía que esa zona de Extremadura, en aquella época (1917), con los latifundios, el caciquismo y el hambre tenía los ingredientes para este guiso tan complicado.

P. En su último golpe, en la operación Nadal, se llevó un botín de 30.000 euros. ¿Qué ha hecho con el dinero?

R. Gastarlo rápido. (Bromea con comprar armas y munición). Bueno, está muy bien la dotación del premio, pero la verdad es que uno cuando gana el Nadal no está pensando en la compensación económica, sino en la repercusión mediática y su relación con la industria editorial.

P. ¿Cuál tiene pensado que sea su próximo golpe?

R. Una novela que cumpla los requisitos que para mí son indispensables: incomodar y engañar al lector. Yo siempre tengo esos dos objetivos como objetivos principales, y el resto de condicionantes vendrán en la medida en la que me ponga a escribir y lo vaya desarrollando, pero seguro que esos dos ingredientes van a estar.

P. Constan varias denuncias de sus vecinos por ruidos. En concreto, se quejan de un secador encendido mientras escribe de madrugada...

R. Pues aquí hay que confesar que sí. Lo que pasa es que son un poco tiquismiquis estos vecinos, porque yo utilizo siempre el secador a velocidad media. Es un secador de 2000 vatios, tampoco hace demasiado ruido, siempre con las ventanas cerradas y tenemos buenas paredes. Entonces puede ser por envidias, se quejan por sistema, tampoco les está molestando el sonido.

P. Este fin de semana la gala de los Goya se celebra en Valladolid. Ha dicho que se está haciendo el chaqué, pero todavía no le ha llegado la invitación. ¿No habrá planeado alguna masacre?

R. Mira, no lo había pensado, pero no me parece mala idea para hacer algo, porque en ese momento toda la atención mediática está concentrada en Valladolid en un acto muy concreto. Si fuera un personaje siniestro de una de mis novelas de terror preferidas, haría algo así.

P. Es licenciado en Geografía e Historia, TVE está buscando al mejor personaje de la historia de España. ¿Cuál es el suyo?

R. Como licenciado en Geografía e Historia, a mí me gusta mucho Felipe II, primero porque es paisano y segundo porque era muy siniestro. Era un personaje con muchos claroscuros a la vez, un buen monarca, pero con muchas aristas. A mí me gusta mucho Felipe II.

P. En su expediente figura que era jugador de rugby. ¿A quién le haría un buen placaje?

R. Creo que para ganarme un sin bin, que es cuando te expulsan del campo, placaría a muchos que están en contacto con el poder y no están pensando en cuál es el propósito del sillón que ocupan.

P. Decapitación, degüello, defenestración o desangramiento. Si fuera uno de sus personajes, ¿cómo me mataría?

R. Asfixia mecánica con mis manos. La asfixia mecánica es la mejor forma de sentir cómo se pierde la vida a través de tus manos.

P. O sea, que le gusta la sensación de poder y de control...

R. Absolutamente. Si yo fuera un asesino, nunca utilizaría un arma de fuego. Las armas blancas generan mucho problema, sacan mucho fluido del cuerpo. Así que me decantaría por una asfixia mecánica.