China celebra el Año Nuevo con desplazamientos masivos y sin restricciones
- Las autoridades prevén 480 millones de viajes
- Aumentan los desplazamientos en coche con respecto a 2023
Este sábado se celebra el Año Nuevo en China, conocido en el país como la Fiesta de la Primavera. Esta vez, como marca el horóscopo de animales chino, empieza el tiempo del dragón. La celebración moviliza a millones de chinos en un país que por segundo año no aplicará restricciones sanitarias.
La diferencia con respecto a 2022 radica en que el Año Nuevo se celebró en plena oleada de casos COVID, lo que hizo temer un aumento en la transmisión del virus. En total, las autoridades prevén 480 millones de desplazamientos, un 40% más que en 2023.
Los viajes aéreos y terrestres se han multiplicado en las últimas semanas, especialmente en coche, uno de los medios de transporte más económicos. De media, 50 millones de automóviles circularán por las carreteras chinas, un 12% más que el año pasado. Entre las causas, una exención creada por Pekín para eliminar los peajes desde el 9 de febrero hasta el 17 de este mes.
Las nevadas sacuden la celebración
A pesar de que no se han aplicado restricciones sanitarias, el Servicio Meteorológico de China ha advertido que el país vive una de sus peores nevadas desde 2008. Las recientes tormentas que han afectado a buena parte del gigante asiático han obligado a la cancelación de cientos de trenes y aviones, además de atascos en autopistas que han estado congeladas durante días.
Las provincias de Hebei, Hubei y Anhui, ubicadas en el centro del país, han sido la más afectada por las condiciones climáticas.
Casi 100 estaciones de peaje en Anhui han quedado bloqueadas por el hielo, y más de 255 ciudades en todo el país han registrado temperaturas por debajo de los 0º C. El Gobierno de China ha asegurado que desembolsará 141 millones de yuanes (unos 18 millones de euros) para financiar las labores de deshielo y remoción de nieve. La denominada "Fiesta de la Primavera" se celebra en plena ola invernal, con muchos ciudadanos viéndose obligados a cancelar sus estancias y viajes a otras regiones hasta que la situación mejore.
Para muchos chinos, el Año Nuevo es de las pocas fechas que tienen para poder reunirse con sus familiares, en un país donde la mayoría de sus habitantes, sobre todo aquellos procedentes de las regiones de interior, han tenido que desplazarse hacia las grandes urbes de la costa para encontrar trabajo.
Primer año sin COVID
En 2023 fue el primer año desde el inicio de la pandemia en que no se aplicaron restricciones al transporte en el país, aunque con un repunte de los casos de COVID y el temor a que los masivos desplazamientos supusieran un incremento de contagios.
Los casos alcanzaron su cénit durante el mes de diciembre tras el fin de la política "COVID cero" impuesta por el Gobierno de Xi Jinping. En ese entonces y ahora, los principales destinos para muchos ciudadanos chinos eran las zonas rurales, donde vive una gran población envejecida —sobre todo padres y madres ancianos— y donde el acceso a servicios sanitarios es mucho más precario.
La mayoría de la población china se asienta en la costa, donde se localizan macrociudades como Wuhan o Shangái. La denominada Línea Aihui-Tengchong, que cruza la ciudad de Heihe hasta el condado de Tengchong, divide al país en dos mitades imaginarias, occidental (interior) y oriental (costa), con una proporción de habitantes del 4% y el 96% sobre el total que posee China. En consecuencia, el Año Nuevo supone uno de los pocos eventos en el país donde se realiza cierto trasvase de habitantes de la parte oriental a la occidental.
Qué es el Año Nuevo chino y qué se celebra
Al igual que Occidente celebra el inicio de su año de acuerdo con el calendario gregoriano, China cuenta sus fechas de forma lunar y a partir de la coronación del Emperador Huangdi, quien según los textos dio origen a la civilización china allá por el año 2698 a.C. Mientras que nuestro calendario sitúa la fecha en 2024, este nuevo año corresponde al 4722.
Dragones, bailarines disfrazados, farolillos y fuegos artificiales dan forma a una celebración que conmemora la leyenda del monstruo Nian, una criatura marina que atacaba a los habitantes del Imperio de China al iniciar cada año. Para protegerse, la población encendía lámparas y realizaba ruidos fuertes, dando como resultado los icónicos desfiles de música y color que dan forma a esta celebración.
Los años del calendario chino se agrupan en 12 ramas representadas por 12 animales, siendo este año el del dragón, símbolo de valentía, fuerza y éxito. De hecho, tradicionalmente muchas parejas chinas decidían estas fechas para concebir a sus hijos, pues consideraban que los nacidos bajo este signo estaban destinados a obtener grandes logros. Además de las ramas animales, los ciclos se dividen en la combinación yin-yang y en los cinco elementos terrestres.
En las grandes ciudades de España, las comunidades chinas realizan celebraciones con desfiles y demostraciones de Año Nuevo. El distrito de Usera en Madrid es especialmente conocido, donde uno de cada cinco habitantes son de origen chino.