Derecho animal: los efectos de la nueva ley de bienestar
- Entre los 48 millones de habitantes, ya hay 30 millones de animales de compañía y una reciente ley regula sus derechos
- A la espera de que la nueva ley se desarrolle, bajan las ventas y adopciones y crecen los abandonos
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Polémica, incompleta, contradictoria, ideológica…son algunos de los adjetivos que más recibe la ley de bienestar animal. Cuenta con el rechazo de la mayoría de sectores afectados. Las tiendas, los primeros, que a partir de septiembre ya no podrán vender perros, gatos, ni hurones y, a la larga, quizás ningún animal.
“Somos tiendas en vías de extinción“
Alejandro Serrat lleva medio siglo criando perros y hace tres décadas que los vende en su tienda AquaNatura de Barcelona. Dice que con la nueva ley tendrá que cerrar: “Somos tiendas en vías de extinción”. “Es tal la desinformación y el desconcierto” que, de momento, explica ya está vendiendo un 70 % menos.
La ley, que entró en vigor el 29 de septiembre de 2023, da a las tiendas de animales un año de carencia para adecuar las instalaciones. “Estamos a expensas del listado positivo que no sabemos lo que va a ser. Como pasó con el tabaco, los restaurantes tuvieron que hacer una gran inversión y luego prohibieron fumar”, se lamenta Serrat.
"A partir de septiembre, solo podremos vender en el criadero, justo lo contrario de lo que llevamos haciendo toda la vida. Aquí, en la tienda, el cliente se deja aconsejar por nuestras veterinarias, viene varias veces a ver al perro, se lo piensa...En cambio, si tienes que ir al criadero, a 150 km de Barcelona…ya vas, te lo compras y te lo llevas. Nunca he querido ser un súper de complementos de animales", asegura el propietario de AquaNatura.
Serrat es tajante: “Lo único que tiene bueno es el nombre: Ley de Bienestar animal, todo el mundo queremos que los animales tengan un bienestar. Una ley tiene que estar consensuada y en este caso se ha hecho simplemente por ideología. Una ley tiene que regular lo que no puede hacer es prohibir. La administración debería perseguir a quienes abandonan los animales y no a las tiendas", sentencia.
Desde su aprobación, el alud de abandonos no para de crecer
Desde la aprobación de la ley, en marzo de 2023, ha habido un aumento de abandonos que no para de crecer. Las protectoras de animales aseguran que la ley ha generado miedo e incertidumbre. “Aparte de aumentar el abandono, disminuyen las adopciones porque la ley les hace las cosas cada vez más complicadas”, asegura Carmen Manzano, quien hace 14 años que preside la Protectora de Animales y Plantas de Málaga.
Manzano considera que la ley “deja muy desprotegidas a las protectoras". "Nos complica las cosas”, asegura y añade que es imposible cumplir la ley cero (que prohíbe los sacrificios en las perreras) “si no se dota a estas instalaciones municipales de más recursos”.
A la espera de desarrollar sus reglamentos, la ley prevé la realización de un curso para los propietarios de perros. "Mire usted, yo no es que sea lo más experto en perros, pero después de 30 años batallando con perros..., ¿me va a decir a mi usted que haga un cursillo? Y ese cursillo, aunque sea gratuito, ¿Qué es? ¿Otro chiringuito del que da el cursillo? Es que los animalistas de chiringuitos estamos ya un poquito hartos…”, se pregunta Manzano.
Manzano critica que la ley permita los toros, los animales de experimentación, los delfinarios, las cabalgatas con animales y excluya también a los perros de guarda y, sobre todo, de caza. “Los más maltratados y abandonados”, sostiene. "Esto, perdona, es una asquerosidad de ley. Que a ti te la han metido doblada, como dicen en mi tierra, ¡dimite!”. De hecho, el artífice de la ley, Sergio García, dimitió en diciembre de Director General de los Derechos de los Animales.
Otra reivindicación animalista: que los exóticos no sean de compañía
A la espera de que se publique el listado positivo que contendrá los animales permitidos y que la ley tiene pendiente, de momento, el texto legal recoge la vieja reivindicación animalista de que los exóticos no deberían ser animales de compañía. Junto a la disposición transitoria segunda (el listado de animales potencialmente peligrosos que ya prohíbe los reptiles de más de 2kg, excepto las tortugas) son los dos puntos de la ley que más afecta a los tenedores y criadores de reptiles. Y para los particulares, otro aspecto negativo es la prohibición de criar con fines culturales o privados.
Pepe Cordero lleva más de 20 años criando reptiles y es fundador de SnakeRoom Serpentarium de Fuengirola (Málaga), en el que tiene más de un centenar de serpientes. Ofrece visitas guiadas y talleres para divulgar que las serpientes son fascinantes y muy necesarias en la naturaleza. Con la nueva ley, su serpentario pende de un hilo.
“En el listado positivo iban a entrar perros, gatos, hurones y algún animal más, no sé si un canario… Y todo lo demás estaría automáticamente prohibido“
“Según ellos, en el listado positivo iban a entrar perros, gatos, hurones y algún animal más, no sé si un canario…Y todo lo demás estaría automáticamente prohibido. A mi me parece muy triste, que un niño no pueda tener un animal en su casa…que se pierda ese acercamiento a la naturaleza. No, que vayan a verlo a la selva, vamos todos a la selva y ya veremos que impacto causamos allí”, asegura Cordero.
Cordero añade que la siniestralidad en reptiles es cero, "cuando por perros y gatos mueren miles de personas al año en el mundo. Y son animales que llevan 40 años en Málaga, ¿qué enfermedad de la selva van a tener un animal que ha nacido en cautividad, no solo él, sino tres, cuatro y cinco generaciones atrás?”.
“Hablemos y hagamos una ley de bienestar animal de verdad“
Sostiene que 200 biólogos de Doñana firmaron una carta en contra de la ley y no se les tuvo en cuenta. "Han conseguido abandono, clandestinidad, que esos animales no se declaren, que estén ilegales... Yo le diría al Director General de los Derechos de los Animales que nos sentemos y hablemos. Y hagamos una ley de bienestar animal de verdad. Con todos los elementos y no solo con asociaciones animalistas que muchas veces no sé muy bien qué objetivos tienen”, concluye.
Los faunistas insisten en la inviabilidad científica del listado positivo
En Sant Antoni de Vilamajor (Barcelona) está Psittacus Catalonia, una de las fábricas de piensos para aves más importantes y especializadas del mundo. Esta empresa exporta un 60 % del producto que fabrica, pero, un 40 % lo vende en España. Su gerente, Teresa Masuet, afirma que “si el sector se deprime, el futuro de una empresa como la nuestra queda en entredicho”.
“Si el sector se deprime, el futuro de nuestra empresa queda en entredicho“
Hace más de 25 años que crían loro gris, una de las especies protegidas que la ley podría prohibir. Masuet asegura que desde que se aprobó la ley “hay cierto miedo, como todo está así, en el limbo y no hay nada preciso, muchas personas han preferido no comprar un loro”.
Masuet se declara faunista. "Los Faunistas amamos a los animales. Su bienestar es para nosotros una prioridad", asegura. El colectivo enfatiza en la inviabilidad técnica y científica de la implantación de un listado positivo, tal como lo exige la Ley de Bienestar Animal, que además supondría, sostienen, un problema legal a nivel europeo. En lugar de ello, proponen un listado positivo exclusivamente para animales legalmente capturados en la naturaleza.
La CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) es un acuerdo internacional concertado entre los gobiernos. Tiene por finalidad velar por que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no constituya una amenaza para la supervivencia de las especies.
Masuet explica que 184 países de 195 tienen suscrito el acuerdo CITES, "se reúnen y deciden qué especie debe tener un grado de protección máxima, como el loro gris, del que no se permite su extracción de animales en la naturaleza". Añade que todos estos países tienen claro que el fomento de la cría en cautividad es la base que va a permitir evitar la captura y el comercio ilegal.
"Y aquí es donde viene el doble salto mortal: en 2022, la autoridad CITES española fue trasladada al Ministerio para la Transición Ecológica que en vez de trabajar por el fomento de la cría en cautividad introduce la cláusula que las especies protegidas no pueden formar parte del listado positivo", apunta Masuet, quien se pregunta: ¿Qué se va hacer con todos los animales que hay, que son una reserva genética muy importante?".
Para la gerente de Psittacus la Ley de Bienestar Animal es muy conceptual: "Hay un trasfondo de una forma de entender la sociedad que debe estar alejada de los animales e ir introduciendo y, casi imponiendo, el concepto de veganismo". A lo que añade que es una ley de derechos de los animales que equipara los derechos de los animales a los humanos. Creo que deberían empezar de nuevo, y hacer realmente una ley de bienestar animal, no una ley de derechos de los animales.
La comunidad veterinaria lamenta que no se les haya tenido en cuenta
La comunidad veterinaria lamenta que no se les haya tenido en cuenta dejando que criterios alejados de la evidencia científica hayan dictado ciertos artículos de la ley. Juan José Badiola es Catedrático Emérito de Veterinaria y expresidente del Consejo General de Colegios de Veterinarios de España y lo considera “un error y una falta de respeto”.
“Es un error y una falta de respeto“
Aunque dicho esto, sí que considera importante que hubiera una ley de bienestar animal. Considera muy positivo que prevea la realización de un curso para los propietarios de perros y pide al Gobierno que no quede como un trámite, ya que tener un animal implica una responsabilidad. Está de acuerdo con la ley de que es importante proteger a las especies protegidas pero matiza: "Hay animales que se han podido mantener gracias, precisamente, a la cría en cautividad. ¿Se va a acabar con eso? Yo no le veo mucho sentido".
Badiola califica de desorbitadas las multas previstas por dejar el perro atado cuando entras en una tienda (se puede sancionar con entre 500 y 10 mil euros de multa): Que eso sea una conducta delictiva, hombre,...". El debate de si los animales tienen derechos y, por lo tanto, tienen deberes es casi filosófico, afirma Badiola.
“La ley trata de evitar el maltrato animal y me parece positivo“
"Es equiparar el animal a la persona y ahí hay mucho debate porque, ¿los animales son iguales a las personas? No, iguales no somos", sentencia. Lo que sí tiene derecho un animal, añade, es a no ser maltratado. Y esa es una parte que también valora de la ley, que "trata de evitar el maltrato animal y eso a mí me parece positivo".
Los criadores piden a las autoridades que se les escuche
En Zarza la Mayor (Cáceres) está TortugasBcn/Extrem, un núcleo zoológico y centro de cría de tortugas que también pende de la publicación del listado positivo. Si prohíbe algunas de sus especies, su propietario, Daniel Iglesias tendrá que cerrar. "Con la ley, si quieren saltarse un convenio internacional como CITES y prohibir todos los animales que hay en CITES, yo he montado esto para nada", asegura Iglesias.
Pide al Ministerio que se escuche a los criadores, biólogos, veterinarios y científicos, que se dejen asesorar, "que son quienes más saben de estos animales y de cuál es su peligrosidad, que no se mide por el tamaño ni por el peso”, asegura. En cambio, le parece bien que la ley regule la cría impidiendo criadores "piratas".
Tras 40 años criando tortugas, Iglesias explica que la ley está hundiendo al sector de las tiendas de animales. "Antes de la ley, yo servía a las tiendas y vendían el animal con todos los complementos: el terrario, el alimento, etc. Al final llegará un momento en que los niños no podrán interactuar con un animal. Y además aunque saliera la ley, la gente seguiría queriendo tenerlos, entonces la veo absurda". A lo que añade: "No pueden valorar una cosa que no conocen, desde un despacho se hacen las cosas diferentes".
Becerra se compromete a escuchar a todas los sectores afectados
El director general de los Derechos de los Animales, José Ramón Becerra, es entrevistado por este equipo cuando lleva tan solo 8 días en el cargo. Sustituye al dimitido Sergio García, artífice de la ley, que dimitió en diciembre.
"No es la mejor ley que podríamos tener pero es la que tenemos", asegura Becerra, y añade: "Es mejor tener una ley incompleta que no tenerla porque nos permite actuar de forma coherente en todo el territorio frente al abandono de animales de compañía",
"Tener esta ley también nos permite alinearnos con la sociedad española que cada vez demanda una mayor protección y bienestar de los animales de compañía y nos permite trabajar en ese camino también", añade.
Becerra se compromete a escuchar a todos los sectores afectados antes de desarrollar el reglamento y el listado positivo. Y ha desarrollarlo de forma rigurosa. Asegura que lo harán con la mayor celeridad posible para que el perjuicio sea el menor posible.
"Y explicar bien qué permite y qué no permite esta ley para que los que desarrollen una actividad económica tengan certidumbre de que lo que hacen es legal", argumenta Becerra. Uno de los aspectos que les preocupa en la Dirección General "es el posible aumento de un mercado negro como consecuencia de una aplicación inadecuada de la ley".
Sobre la exclusión de los perros de caza de la ley, Becerra afirma que hubiesen deseado "que todos los animales de compañía estuvieran dentro de la ley y el hecho de que los de trabajo no estén es una laguna importante". Añade que tienen peticiones de espacios con animales de trabajo para que se regule su situación.
“Es más grave no recoger los excrementos en la calle que dejar el perro atado unos minutos si vas a comprar“
Sobre las multas, consideradas desorbitadas por algunos sectores, Becerra dice que "hay que aplicar la ley con sentido común": "Es más grave no recoger los excrementos en la calle que dejar el perro atado unos minutos si vas a comprar. No sería lógico pensar que fuera a haber más sanciones por tener el perro atado a la puerta del súper que cuando no se están sancionando otras cuestiones que pueden ser más llamativas para la sociedad como el tema de los excrementos".
Becerra está convencido que en el desarrollo reglamentario de la ley se puede mejorar: "Estaremos encantados de apoyar propuestas que vayan dirigidas a hacer una mejor ley".
Se teme un alud de abandonos de animales exóticos por la ley
Gonzalo Albarrán es biólogo y fundador de Rexcate en Badajoz, la protectora de animales del grupo de educación ambiental MuchoBicho. Su refugio, dirigido por biólogos y veterinarios, rescata animales exóticos que proceden, en su mayoría, del decomiso y el abandono. Con ellos hacen talleres de educación ambiental además de formar a las fuerzas de seguridad del Estado como el SEPRONA.
"En lo que somos ultra-pioneros es en la aplicación de animales exóticos en terapias asistidas con animales, somos el único centro de toda España que mete un reptil en una clínica. Mejoramos las terapias de logopedas, psicólogos o fisioterapeutas para que el niño o la niña con TDHA, autismo o síndrome de Down vean sus terapias más enriquecidas", afirma Albarrán.
"España necesitaba una ley nacional, no comunitaria, de bienestar animal", considera Albarrán. Aunque la define como una ley muy de perrogatocentrista, dice que no atiende bien "a las mascotas exóticas ni a la fauna autóctona".
"Se protege mucho a la figura del gato feral que es una amenaza para la fauna autóctona. En España, estamos protegiéndolo mientras que en algunas partes de Europa se le cataloga como especie invasora y esto es debido a que, a veces, nos mueve más la ideología o el corazón que el criterio científico", sentencia.
Para Albarrán, otro aspecto de la ley a mejorar es la calificación de peligrosidad de los reptiles de más de 2 quilos de peso: "No hay ninguna persona al año que vaya al hospital porque una serpiente de más de 2 kg haga algo, que sí por perros y gatos. En cambio, las tortugas mordedoras, que sí permite la ley, sí son peligrosas y pueden amputarte un dedo".
“La ley da a entender que la gente que tenga estos reptiles, esos animales van a ser decomisados. No se explica bien“
"La ley da a entender que la gente que tenga estos reptiles, esos animales van a ser decomisados. No se explica bien. Y no están registrando esas mascotas por miedo al decomiso". Albarrán asegura que temen un alud de abandonos cuando en marzo termine el plazo de registro de estos animales.
Pide a la Dirección General de Derechos de los Animales que el listado positivo se haga con criterio científico y no ideológico". También considera que la ley debe dotar de más recursos a las perreras municipales y ve como positivo que la ley contemple el chipado de todos los animales: "Eso mejorará su gestión y disminuirá el abandono de los animales".