Al menos nueve trabajadores sepultados en un derrumbe en una mina de oro en Turquía
- El alud podría suponer un desastre ecológico
- Unos 400 efectivos de rescate están buscando a los desaparecidos
Nueve mineros están desaparecidos tras el derrumbe de una mina de oro en la provincia de Erzincan (este). El corrimiento ha provocado la liberación de sustancias de desecho que amenazan con acabar vertidas en el río Eúfrates, provocando un desastre ecológico. La extracción es operada por Calik Holding, con sede en Turquía, y SSR Mining, radicada en Canadá.
El ministro del Interior de Turquía, Ali Yerlikaya, ha señalado a la emisora turca A Haber que 400 efectivos de rescate están buscando a los desaparecidos. Además, el Gobierno ha iniciado una investigación para discernir las causas del incidente. Las compañías involucradas han evitado hacer declaraciones a la prensa por el momento. Yerlikaya ha precisado que el corrimiento de tierras se produjo en una masa de minerales extraídos de la mina que ocupaban al menos una hectárea, y que el alud se dirigía hacia un espacio abierto de 10 hectáreas.
El derrumbe ha sucedido a las 14:30 hora turca. La mina es a cielo abierto y se encuentra cerca del embalse de Bagistas, que suministra agua a la ciudad de Erzincan, de unos 100.000 habitantes, así como al resto de la región. El número de mineros sepultados ha sido confirmado por el alcalde de la ciudad, Bekir Aksun, aunque el gobernador de la provincia, Hamza Aydogdu, ha evitado precisar el balance total. En total, 667 trabajadores están empleados en el yacimiento.
Según ha señalado el Ministerio de Energía de Turquía en su cuenta oficial de X, el deslizamiento de tierra ocurrió durante un cambio de turno, en el que habría involucrados los nueve mineros señalados por el alcalde de Erzincan.
El alud se produjo en una balsa de residuos tóxicos
La empresa que opera la mina, Anagold, ha difundido un comunicado en el que confirma el incidente, precisando que el corrimiento de tierra se produjo en un espacio donde los minerales auríferos se separan de la piedra, es decir, sobre una de las balsas que acumulan los residuos o "escoria" resultante de la extracción. El gobernador de Erzincan ha afirmado que "por ahora no hay ninguna filtración al río", ya que "el alud de tierra no ha llegado al Éufrates".
Si los desechos alcanzaran el río, causarían un inmenso desastre para la fauna de la zona y envenenarían en al menos cien kilómetros de cauce. Los activistas advierten desde hace tiempo contra los peligros ecológicos de llevar a cabo estos procesos al aire libre y saturado con cianuro, una sustancia altamente tóxica. En 2022 se produjo una filtración de cianuro en el interior del mismo complejo minero, pero aun así, las autoridades turcas perdonaron a Anagold una deuda fiscal de 6,7 millones de euros.
La compañía, propiedad en un 80% de la multinacional SSR Mining, ha asegurado que los estándares de seguridad de la mina eran los adecuados y que hará todo lo posible para una rápida intervención de rescate, pero sin precisar el posible número de víctimas ni las consecuencias ambientales, de producirse. La mina lleva operando desde 2010 y, según SSR Mining, tiene unas reservas de 3,2 millones de onzas de oro. El precio de una onza ronda los 1.880 euros.
Turquía ya vivió en 2014 el mayor desastre minero de su historia en una excavación de carbón ubicada en Soma, a 250 km de Estambul. La explosión de un transformador eléctrico a 200 metros de profundidad, también durante un cambio de turno, provocó un incendio en el que fallecieron 301 trabajadores.