'Soy su silencio', Jordi Lafebre mezcla psiquiatría, cava y humor en un sorprendente thriller

Un cómic que ha recibido el Premio de las Librerías francesas y fue seleccionado en Angulema
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15/02/2024 13:24 horas

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JESÚS JIMÉNEZ (@VINETABOCADILLO)

Detalle de una viñeta de 'Yo soy su silencio'

Jordi Lafebre (Barcelona, 1979) empezó a destacar por sus colaboraciones con el guionista Zidrou (Anderlecht, 1962) como Lydie o la serie Los buenos veranos (Norma editorial). Pero en 2020 nos sorprendió con Carta blanca (Norma editorial), una de las historias de amor más bonitas que recordamos (y no solo en el cómic), en la que ejercía como autor completo. Y ahora vuelve a deleitarnos con otra gran obra que viene precedida de su éxito en Francia, donde ha formado parte de la selección oficial de Angulema y ha recibido el premio de las librerías francesas. Nos referimos a Soy su silencio (Norma), un sorprendente thriller que mezcla psiquiatría, cava y humor y que tiene una protagonista tan alocada como irresistible.

Jordi nos comenta que está muy contento con ese premio de las Librerías francesas porque: "No es un premio que otorguen los críticos o los intelectuales, sino que lo dan las librerías independientes francesas, que son unas 350. Es un premio muy popular que dan a un cómic al que van a apoyar todo el año. Y lo mejor es que me lo han dado esos libreros que están ahí, al pie del cañón, vendiendo libros, porque consideran que mi libro puede funcionar".

Preguntamos a Jordi si, después del éxito de Carta Blanca ha sentido una persión adicional: "Con el primer libro sentí la presión de tener que dar la talla y estar a la altura del proyecto. Pero si tienes éxito aumenta esa presión, porque tienes que mantenerte ahí... seguir dándolo todo. Y mantenerte en este negocio no es fácil. Carta blanca funcionó muy bien y enseguida noté que aquello era una una ola que me iba a volver como un boomerang. Y eso era muy bonito. Pero pensé: "¿Y ahora qué hago? Así que me rompí mucho la cabeza a ver qué me apetecía hacer de verdad. Porque es muy fácil caer en la en la tentación de, como al público le ha gustado, voy a hacer algo similar".

"Así que pensé en hacer algo más personal, algo muy propio, para que, de alguna forma, esta presión desapareciese. Porque cuando uno está siendo sincero y honesto con el trabajo, también lo está siendo consigo mismo. Y esperemos que el público lo reciba igual de bien que a Carta blanca".

Una psiquiatra alocada y un misterioso crimen

La protagonista de la historia es la brillante y provocadora psiquiatra Eva Rojas, que oye voces en su cabeza (aunque ella dice que las tiene controladas). Cuando visita la hacienda vitivinícola del clan Monturós, a petición de una de las hijas, que es su paciente, se verá inmersa en la muerte del heredero de la gran empresa familiar. Un misterio en el que se mezclan psiquiatría, enología, humor, crimen y mitología; y en donde todo acabará encajando como en un engrasado mecanismo de relojería.

Un desafío que está a la altura del que se planteó en Carta blanca (donde conto, ¡al revés!, una historia de amor que se desarrollaba en varias décadas). "Lo primero que pensé -asegura Jordi-, es que llevaba varios años sin dibujar ninguna historia contemporánea y para mí eso era un reto, tanto visual como como de guión, para intentar reflejar un poco la sociedad en la que vivimos. La segunda cosa que quería es ambientar la historia en Barcelona, dondé nací y que tiene una tradición literaria apabullante: Vázquez Montalbán, Mercè Rodoreda... Me atraía mucho escribir un policíaco, la historia de un crimen. Algo que me divierte mucho como lector, pero con lo que no me había atrevido nunca como escritor,porque me parecía muy complicado".

"Y el tema de la salud mental también surgió porque creo que las historias de género negro al final son una excusa para hablar de la sociedad que nos ha tocado vivir y me parece un tema fundamental del que hay que hablar. Pero no quería tratarlo como si fuera un tratado psicológico árido, sino usarlo como punto de partida y para desarrollar una serie de personajes. El auténtico reto para mí ha sido cómo juntar todos estos ingredientes en el mismo plato y lograr cocinarlos. Al final ha sido realmente divertido".

Hacer algo en un género tan manido no es fácil, así que preguntamos a Jordi cúal fue su enfoque: "Yo no soy un experto en novela negra ni mucho menos. Hay gente que se ha leído un montón de libros, que conoce todas las tradiciones... Yo soy un recién llegado y creo que eso me ha dado la libertad de usarlo como traje pero confeccionarlo a mi manera. Por eso hay tanto humor en la historia, porque la cabra tira al monte y la comedia siempre me ha gustado mucho. También hay un punto dramático y ese punto, que yo creo que es el más emotivo, que es el de la salud mental. Entre todos esos temas, creo que el crimen que planteo tiene una estructura muy clásica, pero he intentado hacer unos personajes muy actuales. Resumiendo, he intentado hacerlo de una forma muy sincera y espontánea. A veces los géneros son un poco como clubs privados en los que uno no se atreve a entrar, y si no lo he hecho bien ya me echaran los expertos por no hacer un polar como dios manda. Pero me he atrevido a hacerlo y espero que a los lectores les guste".

"Eva es la amiga que todos querríamos tener, pero no muy cerca"

De entre todos los estupendos personajes que Jordi ha construido para este cómic, destaca la alocada protagonista, Eva, una psiquiatra aficionada a resolver crímenes, que nos conquista desde la primera viñeta con su inteligencia, arrojo y ese toque de locura tan particular. "Como dice mi editora: "Eva es la amiga que todos querríamos tener... pero no muy cerca" -confiesa Jordi-. Es un personaje que va generando el caos por donde pasa y cuya vida personal es bastante caótica. Pero es tan es tan desastrosa como magnética. Creo que todos hemos conocido a alguna persona así, que nos resulta facinante, pero con la que no podemos pasar mucho tiempo"

"Es una psiquiatra de 30 años, hiperactiva y muy, muy independiente -continúa Jordi-. Es tan extrovertida que puede hacerse amiga de cualquiera pero, a la vez, no tiene amigos profundos, amigos de verdad. Su vida no ha sido fácil y su familia está en su cabeza y es imaginaria. No tiene pareja fija, no tiene hijos, no tiene responsabilidades familiares... pero sí que acarrea una herencia familiar muy potente, que no voy a desvelar. Se lo toma todo con mucho humor y una de las incógnitas del libro es si es bipolar".

"La bipolaridad -añade el autor- es una enfermedad mental que hay que diagnosticar con varias entrevistas y a no ser que el paciente tenga un ataque muy fuerte, tanto de depresión como de euforia, no es fácil diagnosticarla. Hay mucha gente bipolar que ni siquiera su entorno más cercano sabe que lo es, porque con medicación y una vida tranquila se puede llegar a disimular casi completamente. Por eso Eva flirtea con el lector y no sabes si, dicho con cariño, se le va un poco la olla. Pero, a pesar de crear el caos por donde va, cuando se propone algo lo consigue y aquí se propondrá resolver ese crimen".

Preguntamos a Jordi cómo se documentó para este tema tan delicado: "Tuve la suerte de poder hablar con dos psiquiatras sobre la bipolaridad y otras enfermedades mentales. Y leí un montón de libros sobre el tema. También tuve la suerte de poder entrevistarme con gente que sufre trastorno bipolar. Y es que, cuando ya había avanzado bastante la historia, me dí cuenta de que, para ser realmente honesto con mi trabajo, tenía que hablar con alguien que sufriese esa bipolaridad y que me contara simplemente sus vivencias. Eso fue un antes y un después, porque resultó ser una experiencia humana muy bonita y muy interesante para el libro".

"Me interesaba hablar del tema del linaje familiar"

Sobre ambientarlo en el mundo del cava, Jordi nos comenta: "Siempre me ha parecido un mundo muy interesante: esas familias ricas terratenientes que vienen de hace generaciones, ese negocio que no es opaco pero tampoco es completamente transparente... El tema del linaje familiar y esas grandes propiedades que rara vez cambian de propietario, sino que pasan de padres a hijos... Me parecía el escenario perfecto para un crimen. Y para hablar de la familia, que es otro de los grandes temas del cómic. Ya he comentado que Eva, la protagonista, tiene una herencia familiar muy potente y me apetecía hablar del mismo tema desde otro lado. Y una familia de vinicultores catalana, con todo lo que implica el pasado franquista y demás, me parecía muy interesante para poder hablar del mismo desde otra perspectiva. Sin olvidar que es un escenario muy potente para ambientar la historia".

El cómic tiene un reparto muy coral y preguntamos a Jordi cómo se ha apañado para no perderse entre tantos personajes: "Antes de empezar a escribir el guion me hice mis esquemas con los personajes. Pase meses montando la arquitectura, tanto de los personajes como de la historia en sí. En esa primera fase recolecté ideas, organicé personajes.... Para que luego pudiera ver desarrollar su evolución y la trama de una forma muy fluída. No me gusta demasiado improvisar a mitad de la historia. Aunque confieso que, en el caso de la familia de viticultores, los personajes responden a arquetipos muy clásicos".

De hecho, son tan clásicos que se inspiran en la mitología: "Sí -confiesa Jordi-, en un momento dado me di cuenta de que la familia respondía a los arquetipos griegos, que es un tema que también estudia mucho la psiquiatría. Todos tenemos, inconscientemente, a usar esos arquetipos porque es una forma de analizamos. Pero me gustaría que el lector jugase a identificar esos arquetipos en los personajes, antes de que se descubran en el libro".

"El libro no sería el mismo si no estuviera ambientado en Barcelona"

Como nos comentaba antes, la ciudad de Barcelona es otra de las grandes protagonistas del cómic: "Me gusta pensar que que el lector siente que es Barcelona en todo momento, porque yo siento que es Barcelona. Hay escenas que ocurren en calles muy concretas y hay incluso personas que retraté en la calle andando de un sitio a otro. Y me rompí la cabeza para que las rutas que siguen los personajes fueran reales, como si pudiéeramos seguirles por Google Maps. Porque para mí era muy importante sentir que los lugares son correctos, que hay bares y sitios concretos que existen de verdad... Algunos son inventados, porque los necesitaba para la trama, pero los barceloneses podrán reconocer la mayoría. Porque Barcelona forma parte de la base argumental del libro. El libro no sería lo mismo si lo hubiera ambientado en otro lugar".

"Para la parte policial hablé con Mossos d'Esquadra, porque el cómic transcurre en Cataluña -conluye Jorge-. Para que me contasen un poco cómo se organizan y con qué tecnología cuentan para resolver este tipo de crímenes. Ha sido una de las partes más interesantes de mi investigación".

El cómic nos recuerda a las mejores historias de Agatha Christie, pero no es la única influencia de Jordi Lafebre: "Me inspiro en muchas cosas porque el género policíaco es inabarcable y muy variado. Tarantino ha sido una de mis inspiraciones desde que vi Pulp Fiction con 16 años y me cambió la vida por su forma de estructurar la historia y de escribir los personajes. Y esa ambiguedad de que los malos sean los protagonistas pero te caen bien y cuando mueren no te importa. Para mí Tarantino es un fundador".

"También hay mucho de Agatha Christie y su originalidad a la hora de plantear y resolver los crímenes -añade-. Y la novela policíaca moderna, como la de Roberto Bolaño, que aprovecha el crímen para dar una dimensión literaria a los personajes... El policíaco es un género muy grande y me ha inspirado muchísimo".

¿Podría Eva portagonizar su propia serie?

Como decíamos esta es la segunda incursión como escritor de Lafebre tras Carta blanca: "Todavía arrastro el síndrome del impostor. Porque después de ser dibujante tantos años uno no sabe si lo van a dejar entrar, porque soy un recién llegado y hay gente que escribe mucho mejor que yo. Pero me lo paso genial y me siento muy realizado, porque la creatividad es una forma de expresarse y hasta que no me digan lo contrario voy a seguir escribiendo. van a tener que pararme con arumentos muy sólidos y hasta que no lo hagan quiero seguir escribiendo mis propias historias".

Seguro que cuando leáis esta historia os pasa lo mismo que a mí y es que estaréis tan enamorados del personaje de Eva que querréis que esta sea la primera de una larga serie de aventuras: "Me lo ha dicho mucha gente -confiesa Jordi-, que le encantaría que el personaje protagonizara una serie. Y la puerta no está cerrada, ni mucho menos. Pero para eso necesito encontrar una buena historia".

Y de momento Jordi está bastante ocupado: "Estoy trabajando en animación y tengo dos guiones encima de la mesa, que estoy desarrollando. Vamos a ver cúal de los dos toma ventaja y se convierte en mi próximo proyecto en firme.

Sea cual sea, estamos impacientes por descubrirlo porque Jordi es uno de los autores más fascinantes del cómic europeo actual.