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De la polémica por la amnistía del PP a la lucha de todos contra los sondeos: así ha sido la campaña del 18F

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El El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el candidato en Galicia, Alfonso Rueda, en un desayuno informativo
El El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el candidato en Galicia, Alfonso Rueda, en un desayuno informativo

La campaña de las elecciones gallegas del 18 de febrero ha ido de menos a más en intensidad y en la atención que ha generado dentro de Galicia, pero no solo en Galicia. La presencia de los dos principales líderes nacionales ha sido muy desigual- Alberto Núñez Feijóo ha estado 12 de los 15 días de la campaña, frente a las cuatro visitas de Pedro Sánchez- con un líder del PP que ha echado el resto en la tierra que gobernó durante trece años consecutivos. Una presencia tan abultada del líder de la oposición en estos comicios hacía previsible que los debates sobre política nacional se trasladaran a esta comunidad, pero en esta última semana la estrategia del PP quedó tocada tras conocerse que el partido estudió la amnistía durante 24 horas en verano de 2023 y que contempla el indulto a Carles Puigdemont con condiciones.

Los principales candidatos- Alfonso Rueda (PP), Ana Pontón (BNG) y José Ramón Goméz Besteiro (PSdeG)- han tratado de hacer una campaña más pegada a asuntos de la región. Y los tres han coincidido en un mensaje: no confiarse de las encuestas. En el caso del PP, porque los sondeos apuntan a una mayoría ajustada que les puede llevar al límite y perder la Xunta; y en el caso del BNG y el PSdeG, porque creen que se acerca el "momento histórico" de arrebatar al PP un bastión clave.

Aquí, algunas claves de los quince días de una campaña que finaliza este viernes:

Feijóo, casi un candidato más

El líder de PP salió hace tan solo dos años de Galicia rumbo a Génova a salvar a un PP roto por la mitad. Como líder nacional del partido ha vuelto a Galicia estas dos semanas a hacer campaña por su delfín, mano derecha y sucesor en la Xunta, Alfonso Rueda. Parte de la gestión que se evalúa en estos comicios es del propio Feijóo, gobernó hasta mayo de 2022, cuando no le quedo otra que hacer las maletas rumbo a Madrid. Así, el presidente 'popular' se ha volcado en su tierra y el PP se juega mantener un bastión que ha gobernado 38 de los 43 años de autonomía.

Desde el minuto uno de campaña Feijóo ha salido a pedir la mayoría absoluta, al igual que Rueda, muy conscientes de que solo ganar en las urnas no les sirve de absolutamente nada. O ganan por mayoría absoluta o no gobiernan. "Creedme que algo sé", ha ironizado el líder del PP esta campaña. Lo han repetido ambos en cada acto electoral y mitin durante estos quince días.

Feijóo 'nacionalizó' el 18F desde el primer día llamando a los gallegos a elegir "entre el modelo del engaño de Sánchez o el modelo de estabilidad de Galicia", alertando de que "Galicia no necesita a Sánchez ni a un Puigdemont con otro nombre" y vinculando al BNG, su máximo rival en Galicia, con ERC y EH Bildu, e incluso ETA.

Pero el sábado 10 y de madrugada la campaña daba un giro de 360 grados. Se daba a conocer que el PP estudió la legalidad de la amnistía "durante 24 horas" en verano de 2023, en medio de conversaciones con Junts para la investidura de Feijóo, y que el partido estaría dispuesto a un indulto condicionado a Carles Puigdemont siempre y cuando rinda cuentas a la Justicia española, cumpla la condena, pida la medida de gracia y se busque una "reconciliación real" en Cataluña, según fuentes de la propia formación.  Además si Feijóo había dicho (en el inicio de la campaña) que en Cataluña hubo "actos de terror" durante el 'procés', estas mismas fuentes apuntaban que "no veían claro" que prosperara la acusación por terrorismo a Puigdemont. Todo ello un día después de que el propio 'expresident' y líder de Junts dijera que "cuando toque, todo se sabrá" sobre las conversaciones entre PP y Junts.

Los 'barones' del partido salieron rápidamente a defender en público a su líder, aunque fuentes territoriales y del PP nacional, en declaraciones a TVE, hablaron de "error garrafal en campaña" sin "explicación razonable".

Toda esta última semana Feijóo, tras ese episodio, ha tratado de salir al paso de esa revelación acusando al PSOE de "embarrar la campaña" y asegurando que ni se ha planteado ni se planteará una amnistía tirando incluso de ironía después de que desde ERC dijeran que también con los republicanos el PP planteó una negociación: "No descartéis que mañana digan que le he ofrecido el Ministerio del Interior a ERC y el Ministerio de Defensa al señor Otegi". Feijóo, en el tramo final de su caravana electoral, ha endurecido mucho el tono contra el "multipartito de izquierdas" formado por el BNG y el PSdeG y ha acusado a los socialistas de "trabajar por el independentismo gallego" y "entregarse" ante el BNG.

Sánchez, presencia más modesta

Frente a un Feijóo hiperactivo en Galicia, un Pedro Sánchez con una presencia más modesta esta campaña con cuatro visitas a la comunidad para pedir el voto por Gómez Besteiro, un hombre de su máxima confianza al que ofreció incluso ser ministro.

El presidente ha combinado los mensajes contra el líder del PP- "el legado en Galicia y en España de Feijóo es la mala gestión y las malas compañías de la ultraderecha"-, con las llamadas al voto útil el 18F y a elegir la papeleta del PSdeG porque "papeletas para el cambio hay muchas, pero para gobernar el cambio solo está la de los socialistas", conscientes de que en Galicia el BNG les ha comido mucho terreno.

Sánchez se juega menos que Feijóo en una comunidad en la que el gobierno conjunto del PSdeG y el BNG de 2005 a 2009 fue una mera anécdota y en la que los socialistas jamás han ganado en unas elecciones autonómicas.

Este jueves el líder del PSOE apelaba a “concentrar el voto” en los socialistas para conseguir que en la Xunta y la Moncloa haya “la misma orientación política” y para que Galicia dé "un paso de gigante". Aprovechó ese mitin también para exigir a Feijóo que "pida perdón" por el "odio y las mentiras derramadas" por la amnistía.

Cuatro visitas también del expresidente José Luis Rodriguez Zapatero, que el PSOE ha aupado como hombre clave en las campañas para levantar el ánimo socialista, y desembarco de algunos ministros en estas dos semanas en Galicia para apoyar a Besteiro, que apuesta por un "gobierno plural" en Galicia.

Por su parte, los líderes de los partidos sin representación en el Parlamento gallego y que la buscan en este 18F, han apoyado con su presencia a sus candidatos. Así, la líder de Sumar ha ido a su tierra, donde comenzó su carrera política, para pedir el voto a Marta Lois. Creen que el cambio en Galicia pasa por un Gobierno a tres con Sumar en la Xunta: "Si votamos a Sumar, Rueda cae".

En el caso de Podemos su líder Ione Belarra, ha arropado a su candidata, Isabel Faraldo, para decir que "es la única que puede cambiar de verdad las cosas", mientras que el presidente de Vox, Santiago Abascal, lucha por superar la irrelevancia en una comunidad que se le resiste y ha ido a Galicia a hacer campaña con su candidato, Álvaro Díaz-Mella, para alertar de la "mayoría absoluta decadente y clientelar" del PP en Galicia y de una oposición que "da pavor" porque, a su juicio, votar "al BNG y a Besteiro" es "votar a Puigdemont y Otegi".

Pontón y el BNG, contra la maquinaria electoral de los partidos nacionales

Y frente a los candidatos con apoyo de los líderes nacionales, una Ana Pontón que ha criticado duramente precisamente eso: el desembarco de las caravanas nacionales. Nada más arrancar la campaña calificó de "falta de respeto" la "avalancha de líderes" y cierra la misma lamentando que el PP haya convertido Galicia en el escenario de "batallitas madrileñas". La líder del BNG, que ha conseguido llevar a su formación nacionalista a lo más alto como líder de la oposición y de la izquierda en Galicia, habla de tú a tú a Rueda y se ve como "la primera presidenta de la Xunta" repitiendo durante toda la campaña un mismo lema: "El cambio es posible y es imparable". Llama al voto joven e inconformista gallego.

Ni Pontón ni Besteiro se han mojado del todo con los pactos poselectorales durante esta campaña y se han emplazado al día después del 18F para analizar las posibles alianzas. "Los pactos los deciden los gallegos", ha dicho Pontón, para llamar a "aglutinar en el seno del BNG todo el voto de izquierdas". Pero ambos han escenificado su sintonía y nadie duda de que si les dan los números apearán al PP de la Xunta.

La candidata es además la líder del BNG, así que en su caso el apoyo no le ha llegado desde Madrid, pero sí desde más lejos. Un apoyo clave en campaña ha sido el del histórico del nacionalista gallego José Manuel Beiras, que rompió hace más de una década con el BNG y firmaban la paz justo antes de estos comicios. El premio Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel y el expresidente de Uruguay Pepe Mujica también han pedido el voto para Pontón desde el otro lado del Atlántico.

Las encuestas y los debates, clásicos de campaña

Rueda, Pontón y Besteiro han coincidido en pocos mensajes, pero uno claro es que todos llaman a la movilización y piden no fiarse de las encuestas. El PP clama en cada mitin por acudir en masa a votar y pide a sus votantes no creer unas encuestas que les dan la mayoría absoluta, aunque ajustada. Ponen como ejemplo las elecciones generales y piden "evitar sorpresas". El expresidente Mariano Rajoy, muy activo también en la campaña de su tierra natal, lo resumía así: "O mayoría absoluta o entran los malos".

Por su parte, BNG y PSdeG se ven rozando con los dedos el Gobierno en Galicia y llaman a dar un empujón más para que la noche del 18 de febrero sea histórica. Todos, de un lado u otro, llaman a los indecisos y a los abstencionistas en una comunidad con una base electoral muy importante que se queda en casa más en los procesos autonómicos que en los municipales y generales.

El promedio de encuestas de DatosRTVE apunta a que el PP mantiene la mayoría necesaria para gobernar, pero justa. El CIS va más allá y plantea como posibilidad la pérdida de la absoluta, esto es, abre como escenario plausible un gobierno de izquierdas. En el último promedio de RTVE se apunta como novedad, además, que Democracia Ourensana podría entrar en el Parlamento gallego con un escaño, rentabilizando al máximo el hecho de presentarse por una única provincia.

Y otro clásico de las campañas, los debates, han dado mucho que hablar en estas elecciones gallegas. El primer lunes de campaña debatían en la televisión pública gallega TVG los candidatos Rueda (PP), Pontón (BNG), Besteiro (PSdeG), Lois (Sumar) y Faraldo (Podemos) en un encuentro convertido en un 'todos contra Rueda' en el que el 'popular' pedía "librar a Galicia de un multipartito inestable y de desgobierno" liderado por una "sucursal en Galicia del independentismo catalán y vasco", mientras que el resto de partidos de izquierdas se conjuraban por un "cambio histórico" tras décadas de poder 'popular' en esta comunidad.

Este pasado miércoles RTVE celebraba el debate decisivo, con polémica de por medio porque Rueda declinaba la invitación. Así, Pontón y Besteiro asistían a un debate a dos de guante blanco en el que mostraron su entendimiento y cargaron contra un "candidato ausente" que pedía a su vez un 'cara a cara' con un "representante del mutipartito".

Aunque los mensajes políticos, elevados en muchos casos a la arena nacional, han copado la campaña, los candidatos han tratado de presentar sus propuestas más concretas y pensadas para amplios sectores de la sociedad gallega. Así, se ha hablado en estos quince días de defensa de la sanidad pública, del sector eólico, de la situación de los marisqueros, del turismo sostenible, del problema del envejecimiento en Galicia, de la brecha entre el sector rural y el urbano en la región. Puedes comparar aquí los programas electorales de los partidos: