La Policía desarticula una organización dedicada al tráfico internacional de cocaína en contenedores de fruta
- Hay 32 personas detenidas, 13 de ellas en España, 18 en Ecuador y una en Reino Unido
- A esta estructura criminal se le atribuye la incautación de 3.210 kilos de cocaína en diversos países
La Policía Nacional y la Agencia Tributaria junto a la Policía ecuatoriana y EUROPOL han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico internacional de cocaína en contenedores de fruta. Hay 32 personas detenidas, 18 de ellas en Ecuador, una en Reino Unido y 13 en España en las provincias españolas de Málaga (7), Barcelona (2), Madrid (2), Cádiz (1) y Valencia (1).
A esta estructura criminal, asentada en Ecuador, se le atribuye, entre 2019 y 2022, la incautación de 3.210 kilos de cocaína en diversos países, así como 200 kilos del estupefaciente introducidos en España a través del puerto de Algeciras. Se han llevado a cabo 22 registros en España en los que se han intervenido casi 500.000 euros en metálico, un arma corta, doce vehículos de alta gama y se han inmovilizado 17 inmuebles por valor de 12 millones de euros y se han bloqueado 88 productos financieros.
En Ecuador se han practicado 40 registros que han permitido la intervención de más de 2.300.000 dólares, nueve vehículos, nueve armas de fuego y se han inmovilizado 22 inmuebles y múltiples productos financieros, además de intervenir seis entidades jurídicas permitiendo detectar un patrimonio blanqueado por valor de 36 millones de euros.
Esta red de narcotraficantes estaba liderada por dos empresarios, un italiano asentado en Marbella (Málaga) y un albanés que actuaba desde el país latinoamericano, que se dedicaban a introducir cocaína desde Ecuador en puertos de Europa oculta en contenedores de fruta. Ambos dirigían empresas productoras y exportadoras de fruta desde Ecuador a todo el mundo, con un volumen de negocio de cientos de contenedores exportados al año que les permitía invertir en la adquisición de inmuebles en lugares exclusivos de Marbella, Guayaquil o Dubái o la apertura de nuevas vías de negocios, como el ocio nocturno o el deportivo.
La investigación bautizada como Operación Pampa, concluyó el pasado 6 de febrero, pero el inicio de las pesquisas sobre esta estructura de tráfico de drogas y blanqueo de capitales se sitúa en 2020 en la ciudad malagueña de Marbella tras detectar a un empresario italiano de origen argentino con el control sobre un abanico de empresas con una financiación sospechosa.
Algunas de estas sociedades eran compañías de producción y exportación de plátanos desde Ecuador a Europa, centros deportivos en el municipio malagueño, centros comerciales en Granada o negocios de hostelería y ocio nocturno.
Las indagaciones de los agentes permitieron revelar que en las exportaciones de sus empresas ocultaban cocaína y que contaban con la colaboración de personal en los puertos o de empresarios dedicados a la importación de fruta, que simulaban una relación lícita de comercio para introducir la droga en sus países.
El empresario albanés era el encargado de introducir la droga desde Colombia a Ecuador, teniendo, según los investigadores, un contrato con sus suministradores colombianos para recibir 4.000 kilos de cocaína al mes, preparando posteriormente los contenedores para su envío a diversos países.
Por su parte, el investigado asentado en Marbella presuntamente se encargaba de proveer la logística de sus empresas de exportación para realizar envíos de cocaína y de coordinar el entramado financiero dirigido al blanqueo de capitales.
Ambos empresarios contactaban con las personas encargadas de recibir la droga en los diversos países, negociando los costos de la operación criminal.
Durante la investigación, los agentes detectaron entregas de dinero en Barcelona entre ciudadanos ecuatorianos y el entorno del empresario español, llegándose a intervenir en 2021 un millón de euros ocultos en el interior de un vehículo.
Un experto en blanquear los beneficios
Para la actividad de blanqueo, la organización contaba con un experto afincado en Marbella, que facilitaba el lavado de los beneficios ilícitos obtenidos, siendo objeto de una Orden de Investigación Europea de las autoridades de Países Bajos, que también se ha coordinado en el marco de esta investigación.
Utilizaban complejas operaciones comerciales simuladas de carácter internacional que permitían crear una apariencia de legalidad a los fondos ilícitamente obtenidos y que, una vez introducidos en el sistema económico, permitían invertirlos tanto en bienes inmuebles como en negocios en plena explotación, que a su vez permitían obtener ganancias completamente blanqueadas.
Estas estructuras creadas y diseñadas presuntamente por el experto financiero y gestionadas por toda una serie de testaferros y personas de confianza de los principales investigados, permitían ocultar la verdadera titularidad de los bienes adquiridos, siendo los jefes de la organización los que realmente controlaban y finalmente se beneficiaban de las mismas.
La investigación ha permitido acreditar envíos de droga de la organización a Países Bajos, Bélgica, Rusia, Rumanía, Albania y España, siendo incautados, entre 2019 y 2022, 3.210 kilogramos de cocaína en diversos países.