Rusia reprime con detenciones los homenajes a Navalni y la familia pide que le entreguen el cuerpo "inmediatamente"
- Según una ONG, más de 400 personas han sido detenidas por participar en homenajes y concentraciones
- La portavoz del opositor confirma el fallecimiento pero desconocen dónde está el cuerpo del opositor
La muerte del opositor ruso Alexéi Navalni, quien falleció el viernes mientras cumplía condena en una cárcel del Ártico, ha provocado en las últimas horas homenajes y manifestaciones de protestas en distintas capitales europeas y también en varias ciudades rusas, donde hay centenares de detenidos.
Mientras, la madre del opositor, Liudmila Naválnaya, se ha trasladado este sábado a la localidad de Jarp, donde se encuentra la cárcel IK-3, a la que fue trasladado su hijo en diciembre pasado. Después de que la madre haya recibido el certificado de defunción de manos de los funcionarios de prisiones, la portavoz de Navalni, Kira Yarmysh, ha confirmado el fallecimiento a las 14:17 hora local y ha exigido que el cuerpo le sea entregado "inmediatamente" a la familia, aunque hay confusión sobre el paradero del cadáver.
Más de 400 arrestos
Tras conocerse la muerte de Navalni, se sucedieron en varias ciudades rusas homenajes populares y algunas protestas contra el régimen del presidente ruso, Vladímir Putin.
Según la página web de OVD-Info, organización que vela por los derechos de los opositores detenidos, más de 400 personas han sido arrestadas en una treintena de ciudades rusas por participar en vigilias y concentraciones espontáneas. El mayor número de detenciones se ha producido en San Petersburgo, ciudad natal de Putin, con 200 arrestos, y en Moscú.
En la capital rusa, varias personas fueron detenidas al intentar rendir memoria al fallecido líder opositor en el Muro del Dolor, monumento dedicado a las víctimas de las represiones políticas. Según informa el portal Sota, la policía detuvo a los que desplegaron pancartas en tributo al opositor o criticando el papel del Kremlin en su repentina muerte.
"Putin, asesino de Navalni", señala el cartel que sostenía un joven. Además, las fuerzas antidisturbios dispersaron a aquellos que se disponían a depositar ramos de flores y les condujeron por la fuerza hasta un paso subterráneo. "¡Vergüenza!", coreaban los presentes.
El viernes por la tarde, las autoridades moscovitas habían advertido a los ciudadanos de que no realizaran manifestaciones "no autorizadas" tras la noticia de la muerte del opositor número uno del Kremlin. Pero por la noche, la gente hacía cola para depositar flores en los monumentos a los disidentes políticos en varias ciudades rusas.
Además, la Policía recogió los datos personales de todos los participantes en esos actos, incluido los reporteros que acudieron a cubrirlos.
Retiran los memoriales
Las fuerzas del orden y agentes de paisano intentan desde el viernes retirar todos los memoriales creados por los simpatizantes de Navalni tanto en monumentos a las víctimas de las represiones políticas como en lugares improvisados.
Así ocurrió, según los canales de Telegram locales, frente al Kremlin en el puente donde fue asesinado en 2015 el también dirigente opositor Boris Nemtsov.
Según la prensa local, numerosas personas rinden desde la víspera memoria al líder opositor depositando flores o colocando velas en lugares señalados de sus ciudades.
Miles de rusos en el exilio salieron a la calle para protestar por lo que consideran un asesinato por encargo del Kremlin y convocaron para el sábado más acciones en ciudades europeas, estadounidenses y latinoamericanas.
Occidente y la oposición señalan a Putin
Navalni, de 47 años, murió el viernes de manera repentina en la prisión ártica en la que se encontraba desde diciembre pasado, según informaron los servicios penitenciarios de Rusia.
La oposición y la prensa independiente rusa, y las cancillerías occidentales acusaron al unísono a Putin de ordenar el asesinato de Navalni, enemigo número uno del Kremlin desde hace 15 años.
El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, ha calificado de "inaceptables" las acusaciones vertidas por Occidente antes de que se conozcan los resultados de la autopsia.
La portavoz de Navalni confirma la muerte
La muerte de Navalni ha sido confirmada este sábado por su portavoz, la escritora Kira Yarmysh, quien en un mensaje en la red social X ha asegurado que el opositor fue "asesinado".
La portavoz había asegurado que el cuerpo de Navalni se encuentra en la única funeraria que hay en Salekhard, donde están llevando "investigaciones" con él y ha exigido que le sea entregado "inmediatamente" a su familia. Pero posteriormente Yarmysh ha afirmado que allí no está el cadáver, circunstancia que ha sido confirmada por un empleado de la morgue en conversación telefónica con Reuters.
La portavoz ha afirmado posteriormente que el cadáver no será entregado a la familia hasta que no se completen las investigaciones en torno a la muerte.
La madre de Navalni llegó este sábado a la prisión donde el viernes murió súbitamente su hijo. Según informa Radio Liberty, Liudmila Naválnaya voló desde Moscú a la ciudad de Salejard, en el distrito autónomo Yamalo-Nén
ets, a unos 1.900 kilómetros al noreste de Moscú. Seguidamente, se desplazó en automóvil a la localidad de Jarp, donde se encuentra la cárcel IK-3, a la que fue trasladado su hijo en diciembre pasado. Allí ha recibido el certificado de defunción de manos de los funcionarios de prisiones.
Liudmila Naválnaya, quien aseguró que no quiere recibir condolencias, se reunió en ese mismo lugar con el opositor el pasado 12 de febrero. "Estaba sano y contento de estar vivo", escribió el viernes la progenitora del político en Facebook.
El equipo de Navalni adelantó la víspera que el abogado y familiares del opositor viajarían el sábado a Jarp para identificar el cadáver, familiarizarse con las circunstancias de su muerte y conocer los resultados de la autopsia.
Navalni, que cumplía una condena de casi 30 años de cárcel, fue trasladado en diciembre a una prisión ártica después de anunciar una campaña contra la reelección de Putin en los comicios presidenciales de marzo.
Su desaparición, tras tres años de cárcel y un incidente de envenenamiento del que acusó al Kremlin, ha privado a una oposición ya desangrada de su figura más carismática, a un mes de las elecciones presidenciales que deberían cimentar de nuevo el poder de Vladímir Putin.