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Julian Assange se enfrenta en Londres a su posible extradición a EE.UU.: "Es un ataque a los periodistas"

  • La defensa de Assange denuncia que los delitos de los que le acusan son "de carácter político"
  • EE.UU. le acusa de conspirar con Chelsea Manning y de poner en peligro la vida de personas

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Julian Assange comparece ante el Supremo británico para evitar su extradición a EE.UU.

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, se enfrenta este martes y miércoles a una vista en el Tribunal Supremo británico que podría sellar su destino y abrir la puerta a su extradición a Estados Unidos.

Assange no ha comparecido en persona por problemas de salud, pero fuera del tribunal se han concentrado cientos de personas para pedir su liberación. Si gana el caso, la acusación puede aún presentar alegaciones. En cambio, si pierde su única opción para evitar ser extraditado será un recurso de urgencia al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

Assange, de 52 años, se enfrenta a 18 delitos relacionados con la filtración en Wikileaks de archivos confidenciales de las Fuerzas Armadas estadounidenses y de cables diplomáticos, delitos penados con hasta 175 años de cárcel. EE.UU. alega que la revelación, la mayor filtración de documentos de este tipo de la historia, puso en peligro la vida de sus agentes, funcionarios y colaboradores, y que no hay excusa posible. Sus partidarios en todo el mundo le consideran un héroe de la libertad de expresión y el periodismo de investigación, perseguido por haber sacado a la luz las violaciones de la ley internacional y de los derechos humanos en todo el mundo por parte de Washington.

"Es un ataque a todos los periodistas en todo el mundo - ha asegurado Stella Assange, su esposa, en el exterior del Alto Tribunal que le juzga en Londres - Es un ataque a la verdad y al derecho del público a saber".

La también abogada ha relacionado su caso con el de Alexéi Navalni, el opositor ruso muerto el pasado viernes en prisión. "Julian es un preso político y su vida corre peligro. Lo que le ha pasado a Navalni puede pasarle a Julian", ha dicho.

Delitos "de carácter político", según su abogado

La defensa afirma que Assange no puede ser entregado a EE.UU. porque los delitos que se le imputan "son de carácter político", lo que violaría el Tratado de extradición británico-estadounidense de 2003.

El abogado Edward Fitzgerald ha argumentado ante el Tribunal Superior de Londres que entregarle supondría "un abuso de proceso", además de una violación de sus derechos a un juicio justo y a la libertad de expresión, entre otros. "Está siendo procesado por participar en la práctica periodística ordinaria de obtener y publicar información clasificada, información que es a la vez verdadera y de evidente e importante interés público", ha argumentado Fitzgerald.

Fitzgerald ha cuestionado también la orden de extradición firmada en 2022 por la entonces ministra del Interior, Priti Patel, y ha pedido poder presentar un recurso completo en un nuevo juicio.

Además, la defensa señala quiere que el tribunal admita el descubrimiento de una trama de la CIA para secuestrar o matar a su cliente cuando estaba refugiado en la embajada de Ecuador en Londres (entre 2012 y 2019), lo que demostraría la motivación política del caso. "Extraditar a Assange significaría entregarlo directamente a manos de las mismas personas que conspiraron para asesinarlo", han afirmado los abogados.

También alertan de que su cliente podría no tener un juicio justo y que EE.UU. podría sumar más cargos una vez extraditado, lo que vulneraría el principio de permitir la extradición solo para los delitos especificados en la orden internacional de arresto.

Entre quienes apoyan la causa de Assange se encuentran grupos de medios de comunicación, ONG como Amnistía Internacional, y políticos de su país de origen, Australia. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, votó la semana pasada a favor de una moción parlamentaria solicitando que sea entregado a Australia.

EE.UU. le acusa de conspirar con Chelsea Manning

La Fiscalía británica, que representa a la Justicia estadounidense, solicita por su parte que se le deniegue la autorización a recurrir y que se proceda a su entrega. Los abogados de EE.UU. aseguran que la defensa ha "presentado el caso de manera errónea consistente y repetidamente".

Afirman que no se le persigue por la publicación de la filtración en Wikileaks, sino por ayudar y conspirar con la exanalista de la Inteligencia del Ejército Chelsea Manning para obtener los documentos, y por revelar nombres y fuentes, "y poner a esos individuos en riesgo grave de sufrir daño".

Assange fue detenido inicialmente en 2010 por un caso de supuesto abuso sexual investigado por Suecia y hoy archivado. Fue arrestado de nuevo en abril de 2019 al abandonar la embajada de Ecuador. Durante una protesta a las puertas del tribunal, el hermano de Assange, Gabriel Shipton, ha asegurado que su salud "está muy delicada" y empeora por el aislamiento al que está sometido.

Manifestaciones en varias países y en España

En varias ciudades europeas, como París, Roma o Milán, han tenido también lugar manifestaciones de apoyo. En españa, la de Madrid ha tenido lugar delante de la embajada estadounidense, mientras en Barcelona los manifestantes se han concentrado frente al consulado británico.

Manifestación en Barcelona a favor de Julian Assange

Concentración por la libertad de Julian Assange frente al consulado británico en Barcelona. Foto: Lorena Sopena / Europa Press

Blanca Hernández Martín, coordinadora del equipo de EE.UU. y Caribe en Amnistía Internacional (AI), ha asegurado en RNE que la organización no considera a Assange como un preso político, pero sí que está "en riesgo" de que sus derechos humanos sean violados por "falta de garantías"

Hernández ha criticado en especial que se le imputen cargos de espionaje. "Los delitos que se le imputan no están pensados para el tipo de información que se ha revelado, la labor que ha llevado a cabo Assange o tantos otros periodistas de investigación", ha declarado. 

La portavoz de AI ha señalado que existen muchas diferencias con el caso de Alexéi Navalni, pero ambas situaciones subrayan "la importancia de proteger a la gente que revela información que a los gobiernos no les gusta, pero que es importante para defender los derechos humanos. La libertad de prensa y de expresión es muy importante, y eso conecta ambos casos".