El Congreso rechaza la propuesta de Vox para ilegalizar a los partidos independentistas
- PP, PSOE y Sumar apuntan que el texto es contrario a la Constitución
- ERC y PNV critican a Vox por intentar volver "un mundo anterior a la Transición": "Esto es un déjà vu"
Los distintos grupos parlamentarios del Congreso han rechazado este martes la toma en consideración de una proposición de ley de Vox para, entre otras cosas, ilegalizar a los partidos independentistas.
La propuesta de ley orgánica de Vox ha sido defendida por el diputado Carlos Flores, quien ha asegurado que el texto es fruto de la "lógica aplastante", porque, a su juicio, el país "avanza sin frenos hacia el descarrilamiento".
El diputado de Vox Carlos Flores Juberías ha sido el encargado de defender una iniciativa que también persigue castigar el uso de símbolos separatistas, prohibir los referéndums con fines contrarios a la unidad del país, recuperar el delito de sedición y aumentar el castigo por contactos con potencias extranjeras para dañar a España.
Flores ha asegurado que el texto es fruto de la "lógica aplastante", porque, a su juicio, el país "avanza sin frenos hacia el descarrilamiento".
Sin embargo, el diputado del PP Manuel Cobo ha avanzado que su grupo votará en contra porque no comparten algunas cuestiones y porque "ilegalizar" a estas formaciones por "el mero hecho de serlo" va en contra de la Constitución y de la doctrina del Tribunal Constitucional.
Los 'populares', que ya se abrieron a la posibilidad de disolver partidos políticos si cometen delitos de deslealtad constitucional, han señalado que coinciden "en el fondo" con la propuesta de Vox, en cuestiones como recuperar el delito de sedición o tipificar como delito los referéndums de autodeterminación, pero han mostrado su rechazo a otras disposiciones del texto, como retirar la nacionalidad a extranjeros culpables de delitos contra la Constitución, entre otras.
"Es lo que ustedes quieren para seguir diciendo que solo ustedes defienden la nación española", ha deslizado, dejado claro también su rechazo a que se pene con castigos mayores "a los españoles nacionalizados que a los de origen".
PSOE y Sumar recriminan la "lectura interesada" de la Carta Magna
Desde Sumar y el PSOE también han recriminado a Vox que plantee un texto contrario al espíritu de la Constitución y la jurisprudencia constitucional porque, entre otras cosas, su aplicación acabaría con el pluralismo político. También le han echado en cara que haga una "lectura interesada" de la Carta Magna obviando aquellos aspectos que no le agradan.
Asimismo, los socialistas han apostado por "el diálogo y la escucha".“Podemos convivir, pero no necesariamente tenemos que coincidir”, ha considerado el diputado socialista Alejandro Soler.
En este mismo sentido se ha pronunciado la diputada de Sumar Aina Vidal, quien ha acusado a Vox de "pisotear y destrozar" la Constitución y le ha afeado querer volver "al absolutismo".
Las formaciones independentistas afean las "ocurrencias" de Vox
Las formaciones independentistas, por su parte, han coincidido en recalcar a Vox que ya ha quedado demostrado que las ilegalizaciones de partidos, lejos de acabar con sus votantes, provocan justo el efecto contrario.
En este contexto, la diputada de Bildu Marije Fullaondo, que fue dirigente de la ya ilegalizada Batasuna, ha puesto como ejemplo lo que pasó con su organización: "Nunca podrán hacer desaparecer el independentismo. Las ideas y los sentimientos no se pueden encarcelar. Intentaron acabar con nosotros, nos ilegalizaron, nos golpearon y caímos, pero nos levantamos, salimos reforzados y no hemos dejado de crecer", ha enfatizado.
En la misma línea se ha expresado Francesc-Marc Alvaro, de ERC, quien ha afeado a Vox que defienda "ocurrencias" para volver a "un mundo anterior a la Transición" y ha deslizado que, de aprobarse la iniciativa, quizá sus "primeras víctimas" serían los miembros de la formación de Santiago Abascal. +
"Esto es un déjà vu", se ha quejado, por su parte, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, quien ha resumido la posición de su grupo ante la propuesta de Vox con un "no rotundo".